Al principio Gunter no reacciona, pero después abre su boca dejándome paso para guiar el beso, cosa que hago, mi corazón está vuelto loco en mi pecho, paso mi lengua por su labio inferior antes de tomarlo entre mis dientes y besarlo nuevamente, creo que él suspira y no puedo evitar sonreír en medio del beso, porque me doy cuenta que de verdad tengo poder sobre él. Mis brazos se enredan en su cuello y las suyas en mi cintura, acercándonos más, como si eso fuera posible.
Gunter se encarga de profundizar el beso, haciendo que me quede sin aliento, su lengua explora mi boca sin vergüenza, Gunter me presiona contra él haciendo que suelte un jadeo cuando su erección se presiona contra mi vientre.
¿Yo hice eso? ¿Por qué antes no lo había sentido? ¿Un beso hizo eso?
Me alejo buscando aire, él está jadeando al igual que yo
—Wow... Tú eres... Muy impredecible—Dice él, rio
—Pero mira quien lo dice—Él empieza a reír y me ayuda a terminar de recoger la ropa para así irme.
***
Las lágrimas se deslizan por el puente de mi nariz hasta humedecer la cama en la que estoy acostada justo ahora. La habitación está oscura y silenciosa, pero es un silencio que le da poder a mis pensamientos, ellos me aturden.
Mi madre piensa que soy un monstruo. La mujer que me vio crecer, dar mis primeros pasos y decir mis primeras palabras, pero no puedo contradecirlo no cuando he asesinado, cuando llevo sangre en mis manos, algo que nunca se borrará de mi mente.
Mi destino es lo que me ha llevado a lo que soy ahora, ya no hay vuelta a atrás, es mi misión. Dicen que todos venimos a hacer algo al mundo, creo que está es mi razón, pero estoy tan confundida.
¿Por qué para lograr la paz debo usar la violencia?
Más sangre debe ser derramada por mi mano y debo actuar con madurez, debo saber cómo manejar todo este peso que está en mis hombros.
Miro el reloj en la mesa de noche, marca las 3:43am. No puedo dormir ¿Cómo podría dormir con todo lo que está pasando ahora?
Martes, 21 de marzo
El pitido del despertador se vuelve ensordecedor, es impulsado por aire haciendo que choque contra la pared y el pitido cese, estoy despierta, no necesito despertador justo ahora.
No dormí absolutamente nada, me siento exhausta y mis ojos arden, por no hablar de mi inestabilidad emocional. Me levanto de la cama sintiendo todos los músculos de mi cuerpo protestar, mi garganta está seca y estoy segura que debo lucir como la mierda.
Confirmo esto cuando me observo en el espejo del baño, mis ojos están rojos e hinchados, con bolsas oscuras bajo los ojos. Lavo mis dientes y mi cara antes de ir a la planta baja donde se encuentran todos los chicos.
Me miran algo incómodos y sin saber que decir, todo está tenso, no quiero que me vean de ese modo, como si en cualquier momento me fuera a romper y si dicen alguna palabra me fuera a quebrar, los ojos grises de North quedan en los míos, regalándome una sonrisa que me esfuerzo por devolverle
— ¿Podrían dejar de mirarme así?
—Lo siento—Dicen al unísono. Asiento dejándolo pasar, Gracie con una sonrisa tensa me entrega mi desayuno
— ¿Irás al instituto?—Pregunta Macaia
—Supongo—Respondo
— ¿Cómo te sientes?—Pregunta Sivor, recibiendo miradas asesinas de todos en la sala
— ¿Sinceramente? Como si fueran arrancado mi corazón de un tirón, es decir, como la mierda—Le sonrío a un serio Sivor antes de empezar a comer, no me pierdo el hecho de que todos se miran pero decido no decir nada, no quiero incomodarlos más
— ¿Irás así?—Señala Mónica mi ropa que consiste en un mono deportivo y un suéter, también deportivo, con unas vans
—Mi madre piensa que soy un monstruo, mi padre me dijo asesina, mi hermano casi muere por mi culpa y he matado a un montón de personas, por no agregar que tendré que ser parte de una guerra y tendré que matar a más personas ¿Crees que me interesa como me voy a ir vestida al instituto? ¿Crees que siquiera es relevante?—Todos me miran fijamente y las mejillas de la pelirroja se sonrosan. Sigo comiendo sin prestar atención, todos caminan con cuidado a mí alrededor, incluso Gunter.
Así pasan todo el día fingiendo indiferencia pero muy al pendiente de mí, no se separan de mí, he recibido muchos comentarios por como ando vestida, ciertamente no me importa.
Me encuentro en la cafetería observando seria a los chicos conversar y de vez en cuando reír, yo ni siquiera he reído en todo el día, siento como si tuviera una pesadez en mi pecho, no sé cómo sentirme porque siento muchas cosas a la vez. Miedo, ira, tristeza. Me siento confundida justo ahora
Todo a mí alrededor carece de relevancia, carece de humor, de color, es como si... Una nube gris se fuera instalado sobre mi vida, sobre todo lo que compone mi vida. Me levanto de la mesa y empiezo a caminar escuchando mi nombre a mi espalda pero decido ignorarlo, camino hasta la biblioteca, dirigiéndome al lugar más solitario, no hay nadie aquí, siento el nudo en mi garganta.
He pasado todo el día fingiendo indiferencia, no puedo más. Me recuesto contra la repisa de libros deslizándome hasta quedar sentada en el suelo, mis manos tapan mi cara cuando comienzo a sollozar silenciosamente, mi cuerpo se sacude con cada sollozo, me siento impotente
Solo hay una cosa que se reproduce una y otra vez en mi mente y es la noche del día de ayer, la mirada de mis padres, ver que casi la vida de Teo termina. Todo ha estado torturándome, todo se reproduce una y otra vez
—Eve...—La voz North me hace subir la mirada, se arrodilla frente a mí y me lleva a su pecho envolviéndome en un abrazo. Si pudiera describir como me siento lo haría, pero simplemente no encuentro las palabras, por lo que solo dejo que me abrace mientras lloro, mojando su franela blanca. Amo a North, él es como mi otra mitad, daría mi vida y más por él