Evie Grehnne. Introducción a la magia.

Humedad.

Los minutos pasaban, sus pies seguían sin responder, el agua estaba fría, Evie miraba a sus amigas con confusión.

—Vaya viajecito ¿Por qué no nos movemos? Esto comienza a hartarme.—Cristine estaba mosqueda 

—Supongo que aun no han cruzado todas.—Katy dió un vistazo a su reloj.—Es tarde, estos eventos suelen ser puntuales, al menos hasta donde sea posible.

Fue hasta las 6:15 que pudieron moverse, en el mapa, se veían las posiciones de los equipos, el lugar tenía forma circular, si la lógica no fallaba, las bolas de plata debían estar en el centro, eso sería lo justo, al menos.

—Según lo que mi madre me contó, el mapa se actualiza cada dos horas, supongo que en ese momento, será bueno parar a desayunar. —Cristine caminaba entre el agua con dificultad.— Si no nos secamos esto, terminaremos enfermas, y tendremos que salir, eh, Evie ¿Tú haces algo con el agua, no?

—Algo así, pero creo que debemos salir primero,e igual no estoy segura de que pueda.

Se trataba de una amplia extensión de agua, pero a lo lejos, a algo de unos diez metros, podía divisarse la orilla, detrás se alzaba la orilla contraria, con una imponente montaña cercando el lugar por detrás.

Cristine iba delante de todas, sus pasos eran firmes, y su traje de caza comenzaba a mojarse hasta sus muslos, la profundidad de aquel lugar comenzaba a aumentar, apenas habían caminado un par de metros. Pero no fue hasta que el agua se tornó oscura, y les llegó al cuello, que comenzaron a asustarse.

Faltaban aun, alrededor de seis metros, y la profundidad no hacía nada más que aumentar, cuando Cristine sintió cómo su pie era cortado por un objeto extraño, se puso a llorar, de miedo, ahí, donde apenas veía sus manos, y no lograba sentir más que el profundo ardor de su pie, las tres amigas se juntaron, flotando a la mitad de aquel camino, la mirada de horror de Cristine, bastaba para entender que estaban en peligro.

Una onda en el agua las hizo estremecerse, ahí no había un objeto, había un ser, que amenazaba con hacerles daño.

Después del pie de Cristine, se limitaron a esperar, y a intentar moverse poco a poco, el agua se sentía densa, y la visión no mejoraba en lo absoluto, mientras las ondas en el agua aumentaban a su alrededor, y no hacían más que sujetarse las manos con firmeza, el rostro de Katy palideció, y fue jalada con fuerza hacia abajo, forcejeó, mientras con ella se iban Cristine, que la sujetaba fuertemente, e Evie, que había prometido no soltarla, Katy que cada vez descendía más, y perdía la respiración, comenzó a rodearse de una esfera de calor, que hizo que aquello que la sujetaba, le soltara. Apresuró su nado hacia arriba, con el poco oxígeno que le quedaba, aun sin dejar de emanar calor, y cuando sacó la cabeza del agua, pudo escuchar a Cristine gritando con fiereza.

—¡Maldita sea, Evie! ¡Tienes que hacer algo, o moriremos aquí!— Su respiración sonaba entrecortada, su ojos tenían las pupilas dilatadas, su corazón palpitaba con fuerza.

Cuando Evie se sintió sujetada, en un ataque de miedo y de deseo de sobrevivir, congeló el lago, y todo lo que había en él, contando a sus amigas, y luego se desmayó.

Cuando volvió en si, eran casi las dos de la tarde, estaba en la orilla, su cuerpo temblaba, pero estaba viva, Cristine también lo estaba, y Katy la miraba con excesiva felicidad.

—Bien hecho, eres fabulosa.—Cristine le dedicó una sonrisa sincera. —Y también pesas como tres elefantes juntos.

Evie estaba confundida, aliviada por estar fuera, y con vida, pero confundida.

—Cristine tuvo que descongelarnos, luego tuvimos que salir de ahí, el hielo resbalaba, y hacía muchísimo frío, estabas inconsciente, pero respirabas, y tu corazón palpitaba, tuvimos que arrastrarte por el hielo.

—Debemos estar muy lejos.—Dijo Evie, cuando finalmente pudo articular palabra.

—Como todas, aunque son casi las dos de la tarde, Se han salido dos equipos, ya no aparecen en el mapa.—Katy le pasaba una lata de comida, con una cuchara.

—O murieron.—Cristine contestó con seriedad.— Tienes que comer, perdiste mucha energía. la cuarta parte del lago se congeló, en el mapa aparece rodeando todo el lugar, se supone que todas nos enfrentamos a lo mismo, no veo como han salido de ello las otras chicas.

—Quizás hicieron un puente.—Katy comía con avidez.

—¿Tu pie?—Inquirió Evie.

—Me he puesto una crema, la hice anoche, a Cristine le funcionó muy bien, pero la mía era un poco más grande, aun está cicatrizando. —Katy se encogió de hombros.

—¿Aun quieres continuar?—Cristine resopló.

—Si.

—Entonces deberás comer bien, también nosotras queremos seguir.

—Que así sea.

 

 

 



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En el texto hay: brujas, magia, hadas

Editado: 07.08.2021

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