Evie Grehnne. Introducción a la magia.

Cristine.

Cristine estaba sentada sujetando sus rodillas con las manos, echa bolita y apretándose contra sí misma, habían llegado a un bosquecito, lejos de toda aquella euforia, era de noche, quizá alrededor de las 11, pero Cristine no conseguía ponerse de pie, esperaban también, la actualización del mapa para la cual faltaba aun aproximadamente una hora, tenía la mirada perdida, estaba pensando en todo aquello.

—Quisiera encontrar las palabras, pero no sé como empezar, de echo, no sé que decir en realidad.—Katy se sentó, al lado de Cristine.

Cristine no se inmutó, Evie no entendía la situación.

—No fue tu culpa.

Los ojos de Cristine se cristalizaron un momento, y fijó su mirada en Katy, esperando.

Katy no supo que hacer, y la abrazó con fuerza, Evie, sin entender, se unió al abrazo.

Cristine lloró mucho durante ese momento, lloró hasta que sus ojos dolían, y sus manos dejaron de temblar, lloró hasta sentir que el sentimiento volvió a secarse, como había permanecido tanto tiempo, como había permanecido hasta esa noche, cuando nuevamente se sintió fuerte, se decidió a hablar.

—Inició cuando tenía seis años, solían dejarme en su casa, y disfrutábamos mucho el tiempo juntos, se trataba de grandes tardes jugando, corriendo, comiendo paletas de hielo y rodando por el jardín, la abuela era una mujer extraordinaria hacíamos galletas juntas, y siempre estuvimos los tres, hasta que un día, la abuela tenía que visitar de urgencia a una amiga suya, que había tenido un paro cardiaco, y que todos preveían no continuaría mucho tiempo...—La voz de Cristine se quebró, pero consiguió valor de algun lugar remoto de su corazón.— Se fue, dijo que no tardaría mucho, una hora si acaso.

Evie comenzaba a entender, pero le dolía pensar prematuramente en lo que había pasado, le dolía ver a una Cristine vulnerable, le dolía el dolor de su amiga, porque se veía pequeña, porque ahí, llorando junto a ellas, parecía la niña de seis años.

—Al inicio no lo entendí, uno no entiende ciertas cosas, y era mi abuelo, yo lo amaba, me percaté hasta que me sentí incómoda, pero ya era bastante tarde.

Sin la posibilidad de describir su abuso, Cristine decidió saltarlo en su relato, de alguna forma sus amigas lo agradecieron.

—Ocurrió hasta que tuve diez, que fue cuando descubrí mis poderes, mi abuela estaba abajo, preparandome de comer, mi abuelo subió, yo estaba durmiendo, cerraba la puerta con llave, pero él sabía donde estaban las llaves. —Cristine sorbió sus mocos.—Entró a mi habitación, pero yo simplemente no podía gritar, dijo que si yo hablaba, le haría lo mismo a mis primas, y yo amaba a mis primas, yo quería protegerlas.

Katy la estrechó contra su cuerpo, Evie buscaba un pañuelo entre sus cosas, se lo tendió para que pudiera sonarse la nariz.

—Cuando comenzó a desnudarse, le prendí fuego a sus pantalones, no estoy segura de como lo hice, porque después me desmayé.—Cristine se ausentó un momento, luego volvió en si.—Mi abuela era una extraordinaria bruja, cuando desperté, estában todas en la sala, mis tías, mi madre, mi abuela, yo y él...

Cristine prendió un leve aro de fuego rodeándolas, el frío comenzaba a llegar.

—Mi abuela me dijo que lo había escuchado gritar, y por miedo a que algo le pasara, se transmutó hasta mi habitación, en ese momento le vió, él trato de explicarle, y la habría convencido de no ser porque mi abuela me amaba, tanto como a él. El abuelo hasta ese momento, no sabía que mi abuela era bruja, mi abuela, como la tuya, Evie, quería que la magia nos abandonara, para poder vivir en paz.

Se escuchaba mucho ruido a lo lejos, era, en ese momento, cerca de las 12.

—Recuerdo la mirada de la abuela, estaba furiosa, pero también un profundo dolor se mostraba en su rostro, lo incendió en la sala, vi como el abuelo se quemaba de pies a cabeza, ese día, me dijeron que era una bruja, que mis poderes estaban para protegerme, y que ella estaba para protegerme, que en la vida no me ocurriría absolutamente nada, que ella se encargaba.

Cristine siguió llorando, Katy la siguió abrazando, Evie se sentó a llorar con ella.

Y esperaron que su corazón sanara un poco.

 

 

 

 



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En el texto hay: brujas, magia, hadas

Editado: 07.08.2021

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