Karasi abrió los ojos un poco y se asustó al ver el brillo del sol.
Se incorporó de un salto ¡y que sorpresa se llevó!.
Estaba rodeada de árboles, césped y un cielo celeste bellisimo, con esponjosas nubes blancas, el trinar de las aves y el exquisito aroma de las flores, además de que se escuchaban sonidos que no conocía pero le hacían sentir feliz.
¡Estaba maravillada por tanta belleza! Mientras observaba a su alrededor, una mariposa blanca se posó en su nariz y ¡vaya susto que se llevó!
–¡Amigo, ahora si que estiré la pata!– al nombrar a su peluche recordó que no lo había visto desde que despertó, comenzó a buscarlo y lo vio junto a su mochila que estaba en el suelo.
–Si acá iba a venir cuando muriera, ¿porque me tardé tanto?–
Se quitó la mayor cantidad posible quedando solo con un pantalón deportivo y una remera de manga larga, cuando se quitó las medias, se paró sobre el césped y se pinchó los pies, lo que la hizo caer al suelo sobre su trasero.
–¡Rayos!, ¡Ay!, ¡como duele!, ¡Ay! ¡duele, duele, duele!– Se miró la planta de los pies y vio pequeños puñaditos dorados como de césped incrustados -¡Si estoy muerta, ¿porque rayos duele tanto?!-
En su cabeza le pareció escuchar la risa de alguien –Ahora si la completé, además de muerta estoy loca ¿eso es posible?–
–No pequeña, ni estas muerta, ni estas loca. Te pido me disculpes por reirme– dijo la voz en su cabeza.
–¿Como puedo oírte, pero no verte?– preguntó la niña sin entender lo que estaba pasando.
–Estoy a tu lado– dijo la voz nuevamente.
Karasi miró a su alrededor y solo vio césped, árboles, una mariposa blanca (que anteriormente la había asustado), su mochila y a su fiel compañero.
–Amigo no habla, lo se porque está conmigo desde que tengo memoria y ¿la mochila? Eso si seria raro– dijo la niña entre risas.
En ese momento la mariposa alzó su vuelo y volvió a posarse en su nariz.
–Soy yo quien te habla pequeña–
Karasi se llevó las manos a ambos lados de la cabeza, con la boca abierta y cara de loca, comenzó a dar vueltas en círculos, con la mariposa aún posada en su nariz, aleteando como si intentará no salir expulsada.
–¡Si!, ¡Si!, ¡Si!, definitivamente estoy quedando loca, ¡ahora me habla una mariposa!– cayó sentada de tan mareada que quedó.
–Disculpa mi falta de modales. Mi nombre es Natura; ''Madre'' me envió a buscarte– le dijo la mariposa.
–Na... natura, es un placer ha... hablar con una mariposa...– dijo Karasi con un poco de temor –Mi nombre es Karasi, ¿mi madre te envió a buscarme?–
–No pequeña, ''Madre'' es la creadora de todo lo que ves, los humanos la llaman ''Naturaleza''; ella me envió por ti. Hizo un trato con Zaman, el Dios del tiempo para traerte–
Karasi recordó ver una luz blanca antes de dormirse y despertar aquí.
–¿Tu eres aquella luz brillante que vi cuando me estaba congelando?–
–Si pequeña, soy un Elemental–
–¿Elemental, que es eso?– preguntó la niña.
–Somos seres mágicos, creados por ''Madre'' para dar y mantener todo lo que ves en este planeta con vida– respondió Natura
–¿En donde estoy?– preguntó la niña.
–Estás muy atras en el tiempo, para ser exactos 300 años antes de que nuestros mundos se separaran–
–¿Antes vivían todos en el mismo mundo?, ¿por qué los libros no dicen nada sobre ustedes?, ¿por qué me trajeron solo a mi?– Karasi tenía una infinidad de preguntas.
–Jajaja, tranquila pequeña, contestaré a todas las preguntas que tengas, siempre y cuando me esté permitido–
–Disculpa, es que me está costando asimilar todo esto–
–Te entiendo mi niña, comenzaré a contestar de a poco para que puedas entender todo con claridad– dijo Natura y continuó– antes, o sea, en este mismo momento. Convivimos en un mismo mundo, tanto humanos como seres mágicos, lamentablemente ahora es cuando comienzan los problemas–
Los humanos se dieron cuenta de que poseer un Elemental les brinda un poder inimaginable. Al principio capturaban a nuestros anciano porque ofrecían menos resistencia y por sus extensos conocimientos, pero sus miles de años habían agotado su magia, por lo que los obligaron a construir aparatos con materiales que le impidieran escapar a un Elemental joven y poderoso. Los libros no hablan sobre nosotros porque al separar nuestros mundos nos encargamos de borrar todo recuerdo sobre la magia y destruimos todos los aparatos creyendo que eso acabaría con la caza de nuestra especie y conservaría la vida en este planeta. Pero nos equivocamos, el humano aprendió por sí mismo a fabricar máquinas que contaminaban y destruían todo a su paso. Nuestros guerreros más poderosos se quedaron ocultos en el planeta, después de todo nos necesitan para mantener la vida en él–
–Entiendo– habló bajito, en un susurro casi inaudible.
–Tranquila mi niña, ese es el motivo de que tu estés aquí– la pequeña la observó con atención– nuestras leyendas dicen que ''cuando todo se convierta en arena, el agua escase y a los seres vivos no les quede esperanza; ahí llegarán la Vida y la Sabiduría en forma de ser humano puro y noble. Karasi, es un nombre de origen africano (que fue donde comenzó la vida en el planeta) y su significado es vida y sabiduría. Por eso ''Madre'' te eligió.
Entre las personas que quedan en tu época ni los niños son de alma pura, algo realmente lamentable. Pero tú, eres realmente única; a pesar te todo tu sufrimiento, jamás odiaste o sentiste deseos de herir a alguien para alimentarte y eres capaz de sentir a nuestro planeta como si se tratara de una parte de tu cuerpo–
–¿Que trato hizo ''Madre'' para traerme?. Si algunos de ustedes se quedaron ¿por qué llegamos al punto de casi extinguirnos todos los seres vivos?– la niña quería saberlo todo.
–Primero, no se cual es el trato que hizo "Madre", solo sé que ella habló con Zaman y pidió traerte a este momento, por alguna extraña razón él no se negó; pero su condición es que no se verá afectada tu edad. Para ser más precisa, tu no crecerás hasta que cumplas con tu misión; en ese momento se te dará a elegir, te puedes quedar con nosotros para siempre y llegar a anciana y al fin de tus días acá o regresar a tu tiempo, en el que claramente nada será igual. Eso solo Zaman lo sabe y no lo compartirá con nadie. Segundo, las personas destruyeron el hábitat de los guerreros, los capturaron y quisieron convencer al resto de que existimos. Los que sobrevivieron no fueron suficientes para contrarrestar los efectos de la contaminación, por ese motivo ocurrieron los desastres "naturales" como les llaman. Aunque nada tuvimos que ver con eso y "Madre" mucho menos–