Evolución

Evitando

Le dije que, si con la cabeza y seguimos jugando entre nosotros, hasta que vimos que en el pasillo había un gran alboroto. El lado femenino estaba revuelto, algo había alterado las hormonas. No paso mucho tiempo sin que supiera que era, solo tuve que sentir su aroma. La respiración se me detuvo y cuando mis ojos se encontraron con otros fue suficiente para poner mis nervios en acción.

—Voy a tomar un baño, creo que apesto.

Sin mirarlos comencé a caminar hacia la derecha en donde estaban los albergues, en realidad íbamos a comer algo, pero luego de esto perdí el apetito. Casi corriendo estaba alcanzando mi meta.

—Alexa Darell.

Cerré los ojos, quería desaparecer, no obstante, sabía que era imposible. Al final tome aire y gire lentamente hacia la fuente que llamo mi nombre.

—¡¿Dígame?! —Me hice la sorprendida—. Oh… hola, Lee.

Claramente, no me creyó porque su rostro se endureció y vi su mandíbula ponerse rígida.

—Profesor Lee.

—¿Perdón?

—A partir de hoy empiezo como profesor en esta universidad. —Creo que mis ojos casi salen saltando de mi rostro—. De hecho, tus clases de biología son conmigo e incluso tu entrenamiento.

—¡¿Por qué?!

—¿Perdón? Supongo que no lo sabes, pero soy graduado de bioingeniería y, además, fui uno de los mejores en los entrenamientos en esta universidad. Por lo que, por supuesto estoy más que apto para este trabajo.

—Anja, sin embargo, no pregunte si eras bueno o no, sino porque tienes que ser mi profesor.

—Es eso un problema.

—No, claro que no. —Que puto problema podría tener con observar a diario el hombre que me rechazo—. Bueno fue un gusto verte, ahora si me permites voy hacia mi cuarto.

—Claro.

Me dirigí hacia mi lugar a toda velocidad, pensé que no iba a poder disimular mucho más cuanto me molestaba su presencia. La verdad no hubo un segundo en que no quisiera besarlo y hacerle el amor ahí mismo. Mas, debía adaptarme a esta nueva situación, la clave era ignorar, así que me pase precisamente toda la semana sin mirarlo. Ah y, por cierto, ya sé lo que siente Anjil.

Llegó el fin de semana y estaba feliz, pues escaparía de mi tortura diaria. Entrando por la puerta mi padre me recibió diciendo que fuera a descansar que en la noche teníamos visitas.

Así que luego de encargarme de todas mis cosas de la escuela, tomé un baño y dormí. Mi padre me despertó para que me arreglara y bajara a recibir a la visita. Resulto ser algunos ex colegas de papá y mamá junto a Kim, por supuesto no podía faltar mi martirio. Luego de saludar a todo el mundo pedí permiso y me retiré diciendo que tenía un dolor de cabeza terrible. La verdad no había forma de que soportara verlo ahí sentado y tener que mantenerme lejos.

En algún momento iba a tener que madurar y aprender a vivir con que nunca seria mío. Era una misión imposible, su familia nunca dejaría que estuviera con alguien no de su gente. Eso sin contar que claramente él no tenía ningún interés en mí. Demasiada frustración en mi cuerpo producía estrés, por lo que decidí tomar el consejo de Dael. Al otro día sin perder tiempo me fui a buscar un gimnasio en donde aprendería a canalizar toda esa mala vibra que tenía.

Comencé así mi segundo entrenamiento después de clase, cada día me escapa de la universidad, ya que no estaba lejos de esta el gimnasio. Fue agotador el primer mes terminaba dormida sobre mi mesa de estudio todas las noches, pero luego comenzó a mostrar sus resultados.




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