Evolución

Habilidades

Deje de sentirme molesta y mi cuerpo respondía con mucha más facilidad las tareas diarias. Las cosas con Lee fueron algo tormentosas, pero luego del primer mes deje de torturarme y aceptar que solo era mi obsesión. En cuanto al entrenamiento en equipo mejoramos mucho, nos compenetrábamos mejor.

Lee era nuestro instructor y tocaba prueba, la cual dividió en tres áreas, escalar, nado y salto. Cada equipo debía repartirse el examen, claro Anjil iría al agua, yo decía que ella era como un delfín, que debió haber nacido en el agua. Dael era experto en salto y claro, a mí no me quedo otra que hacer escalada. No era aún la mejor, mas, podía hacerlo y Anjil me daría ventaja.

Por alguna razón Lee parecía algo molesto, sin embargo, como siempre no lo mire, al parecer este fue un detonante. Se acercó a nuestro equipo sin detenerse.

—Espero que hoy muestres una aceptable mejora, en tu forma de escalar Alexa. Es una pena que, teniendo un equipo tan bueno, estén atrasados por ti.

—Perdón instructor, pero creo que he mejorado bastante en estos meses.

—No lo suficiente para ser un buen apoyo para tu equipo, no te lo tomes a mal, es solo la verdad lo que digo.

—¿Opino que está pasando sus límites, no cree? Quizás se está comportando como un imbécil más que, como profesor.

—¡Alexa!

—Perdón por opinar, mas, creo que ambos deben relajarse. No sé si se dan cuenta, pero prácticamente están gruñendo como lobos.

Ambos miramos a Dael confundidos y luego de mirarnos por última vez sin decir nada, nos alejamos. El mando a comenzar la prueba supervisando a cada equipo, el nuestro fue el último. Como era de esperar Anjil hizo récord nadando, yo estaba súper molesta, aunque trate de concentrarme en la prueba.

Sin embargo, nada más hizo falta que Lee me mirara para que, un dolor se apoderara de mi pecho y la rabia de que me mirara como inferior, se me subió a la cabeza. Cuando Anjil corrió a entregarme la insignia para comenzar mi turno, ni siquiera escuche lo que me decía.

Corrí hacia el lugar a escalar y fue como si mi cuerpo supiese lo que debía hacer, saltando de roca en roca con exactitud. Era increíble la adrenalina, se sentía tan fácil, porque entonces me costaba tanto en otros momentos. Cuando llegué a la cima rápidamente pasé la insignia a Dael que me miraba de forma extraña, solo le dije ve.

—¿Ale estás bien?

—Si estoy bien, ve.

Asintió con la cabeza y enseguida se lanzó a gran velocidad, yo por mi parte comencé a descender.

—¡Alexa, eso fue increíble!

—¿El qué? —Pude advertir que todos me miraban extrañados—. ¿Cuál es el problema?

—¡Hiciste récord escalando!

—¡¿De verdad?! ¡Wow!

Aún no podía creerme el resultado que obtuve. En lo que esperábamos a Dael, anunciaron los resultados y nuestro equipo quedo de primero. Estábamos súper contentos por lo que, decidimos ir a la cafetería a celebrar. Allí me mostraron el vídeo de como escale, fue impresiónate. Luego de un rato riéndonos y haciendo bromas, decidí volver a mi habitación.

De repente recordé que dejé mi localizador en el área de entrenamiento como siempre, así que fui a recogerlo. Lo encontré enseguida, pero sentí ruidos y mi curiosidad fue más fuerte que yo, así que fui a ver. Cuando encontré la fuente me paralicé, allí en pleno cielo abierto, Lee estaba teniendo sexo con una chica.

Me paralicé, un dolor tan intenso invadió mi cuerpo que sentí que mi respiración se detuvo. Lágrimas corrieron por mi rostro sin poderlo evitar y por más que quería desviar mi mirada de algo tan impactante, me fue imposible. Traté de moverme, comencé a retroceder y sin querer hice ruido, cuando nuestros ojos se encontraron fue suficiente.

Un vacío tan grande me invadió y todo dejo de existir, sin más demora les ordené a mis pies correr. Por suerte obedecieron y corrí a una velocidad impresionante, sin importarme, salí de la escuela. No sabía qué dirección ir, solo que no debía detenerme, entré en los bosques y esquive todo lo que pude, los obstáculos. Pero la velocidad que llevaba y mis ojos llenos de lágrimas me hicieron tropezar, caer y dar vueltas hasta detenerme golpeándome la cabeza.

—¡Alexia! ¡Lexi!!!

Abrí mis ojos y vi su rostro.

—¡¿Mamá?!

—Hija, escúchame bien, no pierdas nunca tu osito, él tiene la verdad. Recuerda que mamá te ama y perdóname si algún día puedes, cometí demasiados pecados, lo siento hija. Ahora corre, ve con papá y sé siempre una buena chica, tú eres muy especial, no lo olvides. Te amo.

Fueron sus últimas palabras mientras me besaba en la frente.

      —¡¡¡Mamá!!! ¡¡¡Mamá!!!

En eso desperté tocándome la frente y en ella tenía sangre, a lo que me quejé. Mire a mi alrededor, me costó entender que estaba en el bosque aún. De repente a lo lejos encontré unos ojos enormes, sonreí, mi amigo lobo está cerca.

Me acerqué al borde de la barrera, quería acariciarlo, pero el domo lo impedía, pude leer que sentía lo mismo. Me aulló varias veces y luego se retiró, comenzaba a oscurecer, así que decidí seguir camino hacia casa. Cuando mi padre me vio entro en terror.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.