Peligro eminente

Traspasaron nuestras tierras, luego de buscar con precisión si había sobrevivientes, verlo te ponía los pelos de punta. Por suerte, nuestros sistemas de vigilancia estaban en la atmósfera o las grandes aves, que pasaron para asistir a las hienas, los hubiesen destruido.

Cuando se verificó por los satélites e infrarrojos que, el peligro había pasado, se volvió a activar la cúpula y se revisó el perímetro. Enviando grupos armados a esos lugares, donde el sistema colapso, para arreglarlo. Voluntarios dieron el paso al frente para ayudar, como nosotros. Escogí la parte del bosque, porque sabía que lobo me ayudaría.

Kim me puso frente al grupo por esto mismo, ya llegando a la zona, les pedí que estuvieran alerta y no disparar, a no ser que diera la orden. Al llegar al punto, observamos donde había que levantar el equipo caído, enseguida nos pusimos a trabajar.

De repente se empezó a escuchar una pelea del otro lado, eran los lobos contra otros animales. Algunos lograron traspasar a la jauría, así que tuvimos que abrir fuego. No queríamos matarlos solo espantarlos, pero algunos nuestros fueron heridos, por lo que me arriesgue para contenerlos desde afuera, salte el muro. El mundo desde el otro lado era hermoso, no obstante, bien peligroso. Las plantas no eran como antes, algunas te atacaban, cuando sentían que eras humano. Algunos de los voluntarios, saltaron conmigo afuera y cuando los técnicos avisaron que todo estaba listo, di orden de entrar, yo cubría la retirada. Antes de ingresar el lobo se acercó y lo acaricié, uniendo nuestras cabezas, le agradecí y el paso su lengua, a lo que sonreí.

—Adiós, amigo, es hora de que nos retiremos, ambos. —Entré y él dio media vuelta aullando para llevarse a su manada—. ¡Actívenlo!

Luego de eso, todo volvió a la normalidad, llevamos a nuestros heridos a ser curados. Y poco a poco, las personas fueron volviendo a sus casas, las que no se derrumbaron. De las que sí, había que acomodar a los afectados, para reconstruirles las casas.

En medio de todo aquello, llegó la noticia de que la colonia Latina, no lo hizo muy bien. Su cápsula sufrió daño y los animales causaron pérdidas. Murieron un buen número de personas, aunque al final, lograron contenerlo y arreglar las brechas.

Fue un momento triste y tenso, muchos tenían familias allí, así que enseguida comenzaron a llamar para saber. Los gritos y llantos no pasaban sin lastimar. Esto me convenció de una cosa, era hora de buscar un nuevo camino, nuevas tierras para el ser humano. Pero también me dio una interrogante. Si de casualidad, lográbamos algo como eso, como evitar que la historia se repita. El corazón humano puede albergar una maldad horrible o simplemente egoísmo.

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La vida siguió su curso y por suerte, fuimos premiados con una semana más de descanso. Ya de salida Lee ofreció llevarme, pero le dije que iban a buscarme, me deseo buen viaje y se fue. Pedí botella con otra persona que, me dejo a mitad de camino, ya que iba hacia otro lado.

Agradecí y dije adiós, camine mientras esperaba que pasara algún vehículo. Iba pensando, en cómo Lee trabajo cuando el desastre, no descanso en ningún momento. Fue increíble como protegió a una niña, cuando se desprendió un pedazo de techo. Mas, todo lo bueno que estaba pensando, desapareció cuando recordé como se besaba con su novia.