Evolución

El viaje a África

—Um… primero hay que encontrar la ubicación, luego ver el estado de la zona, si de casualidad está enterrado lo que buscamos bajo lodo. De hecho, ya estos pasos han sido cruzados. (Kim)

—¡¡¿Cómo?!!(Todos)

—He enviado equipos delante, estos han sido capaces de desenterrar la ubicación de la entrada de la esfinge, lugar que más nos interesa.

Nos mostró imágenes increíbles del sitio al que íbamos, estaba bajo una esfera.

—¡¿Logró aislar el paraje del agua?! (Alexa)

—Así es, mis ingenieros construyeron una esfera capaz de absorber lentamente el agua del lugar y dejar el aire dentro. Además de que, es capaz de resistir ataques externos de gran magnitud. Aún no hemos llegado a desarrollar una entrada para el submarino, por lo que la salida de este debe ser rápida.

—Tío, creo que todos esperábamos algo peor, pero luego de ver lo que has hecho me siento hasta más tranquilo.

Todos asentimos.

—Dije que mi equipo no volvería a pasar por lo mismo, además de que tenemos nuevos aliados, no es así Anjil.

—Lo intentaré, pero mi comunicación solo ha sido con Tamy y esta no posee la evolución, de las Gillenas del exterior.

—Sabemos que tú puedes, salimos en cinco días así que prepárense. Despídanse de sus seres queridos solo por si acaso.

Todos salimos en silencio, aunque sentíamos algo de alivio porque la exploración era más segura. El paso de bucear hasta la entrada de la esfera, aún nos ponía tenso. No sé los demás, pero yo estuve con mi familia los cinco días por si acaso.

El día de partir nos montamos en camiones blindados, debido a la distancia que recorreríamos, no usábamos vehículos ecológicos, sino los del mundo antiguo que poseían remodelaciones. Utilizar los camiones era necesario porque aunque tomaríamos un subterráneo este no llegaba hasta nuestro destino, nada más hasta la colonia de África, lo demás del terreno quedaba por nuestra parte.

Había que atravesar un terreno peligroso que, empezaba en una sabana y terminaba en el desierto hasta el campamento. Era evidente que los camiones antiguos podían soportar más el ambiente crudo del exterior que nuestros ecológicos. Fueron cuatro camiones el total que salió y dentro de cada camión, íbamos seis más el chófer con su acompañante.

El viaje en el metro fue rápido, tuvimos que dar explicaciones y enseñar el permiso que, nos había otorgado el gobierno de esa colonia que, costó bastante conseguir. Por suerte el metro, podía hacer viajes largos sin impedimentos en las fronteras de las colonias, si no sería un tema súper engorroso. Luego de un buen tiempo perdido en verificaciones, comenzamos el gran viaje.

En nuestro camión, uno al que le conocíamos como Roy unió sus manos y comenzó a murmurar. Mi curiosidad me gano, pues había visto ese gesto en libros, pero no entendía bien para qué se utilizaba.

—¿Qué hace él?

—Está rezando.

—¿Ah? Okey.

—¿Sabes lo que es rezar?

Me pregunto Roy.

—Ah sí lo sé, lo que no sé es a que le rezas.

—Los seres humanos siempre hemos tenido algo importante, se llama fe.

—¿Lo sé, pero a qué?

—A la madre naturaleza, aquella que ha hecho todo.

—¡¿Perdón?! A esa que trata de matarnos a diario.

—¡Anjil!!!

—Realmente crees que ella es la culpable de todo, que somos solo las víctimas.

—No. Somos la plaga y hay que exterminarnos.

—¿Es realmente así?… Yo considero que trata de darnos una salida, si nos quisiera muertos, ya lo habría hecho. En cambio, le da esperanza al mundo, creando humanos con la habilidad de comunicarse con nuestros enemigos de hoy, los animales.

La cara de Anjil era un poema.

—Um, buen punto. —Cuando dije esto la chica africana me miro con cara de asombro que, luego vario a asesina y Lee comenzó a reír—. De que te ríes Lee.

—Es que me acordé algo.

Dijo tosiendo para disimular la risa y bajando la mirada. El resto del viaje fue en silencio, todos estábamos algo asustados. De hecho, llegando a la mitad del recorrido, los chóferes avisaron de movimiento a nuestro alrededor. Enseguida nos preparamos y activamos las armas. La realidad era que, la sabana africana era tan terrible como el desierto, debido a los animales.

Todos nos sentimos aterrorizados, de tener que enfrentar un rinoceronte o hipopótamo gigantus. Eran verdaderos peligros, tan aterradores como un Megalodon. El continente de África perdió especies, pero muchas evolucionaron y sobrevivieron.

Volviendo a nuestra realidad, cuando más tenso estaba el momento, Lee nos informó de que, percibió que eran felinos los que estaban en el perímetro. Igual era preocupante, los felinos sufrieron el mismo cambio que los lobos, más musculosos y grandes, para poder seguir siendo los carnívoros en la cadena alimenticia.

Lee no lo dijo, sin embargo, vi que sus ojos se perdieron por un momento y por suerte, minutos después todo paso. Los felinos se retiraron del lugar. Logramos llegar al campamento sin ningún otro evento, luego de diez días en el camino y gracias, al piloto automático y los cambios de turnos en el timón. Llegamos de noche, así que cubrimos nuestras necesidades de baño, alimento y descanso.




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