Teníamos que usar nuestros animales para crear distracciones en las colonias con menos problemas. El caso de Europa, ya de por sí se estaba complicando, no solo eran asediados por ataques de animales. Si no que increíblemente la nieve comenzó a caer a grandes cantidades después de siglos sin verse.
Las personas morían congeladas por no contar con los preparativos y recursos para esto. Mientras que otro porciento de decesos, era debido a ataque animal o por atentados de los extremistas. Los cuales se aprovechaban en todo momento para originar más caos, aplicando el mismo modus operandi en todas las colonias. Era como vivir en un infierno literalmente.
Por supuesto, la población quería escapar porque el gobierno en estos momentos no podía garantizar sus vidas. Pero eran como animales enjaulados, todos sus bordes estaban bajo ataque. Todos menos el pequeño lado rodeado por lobos y chitas, los pumas debían quedarse en nuestras defensas.
¿Cómo logré llamar a los felinos? Bueno, pues, los guepardos me respondieron luego de acercarme en las águilas de Dael a su territorio y conectar con ellos. Ah sí, logramos usar a esas grandiosas aves como transporte y es increíble. Además de que es la única forma en que dejo que Alex nos acompañe, su estado de gestación está muy avanzado para montar en Muchi.
El hecho es que al final el plan loco funciono, el mensaje de libertad en Europa se expandió. Y ya en nuestro pedazo las personas comenzaban a acercarse. Por supuesto, al principio se aproximaron de manera escéptica y atemorizados, sin embargo, al vernos cerca de los animales se tranquilizaron. Mucho más, al ver a Alexa embarazada, eso les daba confianza. Pronto se regó la voz de que una mujer en gestación junto a un lobo, abría las puertas a la libertad. Por lo que el rescate fue limitado, los militares estaban a nuestra caza. La suerte es que muchos de esos soldados entendieron que servían al pueblo no a su gobierno y se unieron a la causa. Quizás dos millones de personas fueron salvadas durante ese mes.
Al contrario de lo que sucedió en Asia, donde empezábamos a poner en práctica el plan de rescate. Allí los tifones estaban haciendo estragos y evitando la comunicación junto al acceso. Esta vez el gobierno asiático, estaba dividido entre la guerra y su gente. Increíblemente, la cantidad de rescatados fue baja, porque la gente creía en su gobierno. Una gran parte de la población asiática era anciana, como dijo Anjil, preferían quedarse en el barco hundido. Ya sea por cansancio o por tener esperanzas de que sus gobernantes responderían.
Hablando como los locos, debo mencionar que las cárceles si tenían algunas personas en ellas. A pesar de que el crimen no era alto en las colonias, tampoco era nulo. Logré que los militares que se nos unieron me ayudaran a llegar a los calabazos y esta vez jugué al ser superior, leí sus mentes. Debo decir que quizás, solo un diez por ciento era realmente inocente, así que con vergüenza por semejante acción deje a los otros encarcelados.
No valía la pena dormir preocupado por si alguien ya establecido como peligroso te cortaba el cuello, por tratar de salvarle la vida al sacarlo de este planeta. Tampoco valía sacarlos de un calabozo para meterlo en otro en las naves, todo esto ocurrió mientras estábamos en la europea principalmente.
En la asiática casi fue imposible, no porque fueran todos malos sino por la estricta vigilancia. Logré nada más sacar a algunos y fue bien duro, bajo condiciones extremas, porque no solo tifones arrasaban la colonia. Para poner presión extra, uno de los volcanes entró en erupción. Gaia estaba usando todas las herramientas a su alcance para destruir, cementar y desaparecer por siempre todo lo que fuese humano.