CAPÍTULO 4: EL VIRUS DEL AMOR

4 de mayo de 2000.

Mensaje de texto en una computadora personal:

"¡Querido Jake! Siento cómo te me escapas, tú, que irrumpiste en mi vida desde el recuerdo de mi juventud. En tan poco tiempo te has vuelto muy querido para mí y no quiero perderte. Las lágrimas están en mis ojos, mi alma llora, pero ¡así debe ser, por designio del Mismísimo Todopoderoso! Si las almas están destinadas a estar juntas, Él siempre las unirá... después de todo, Él te trajo a mí casi una década después... entonces, ¿qué le impedirá unirnos de nuevo, después de que cada uno de nosotros se queme con esta vida y aprenda sus lecciones... y... y nos encontremos de nuevo, siendo las mismas personas, pero ya con otros pensamientos y sentimientos, como el barco de Teseo ?

Durante muchos años de mi vida me he conocido demasiado bien a mí misma y a este mundo. Estoy cansada de traicionarme a mí misma y de crearme obstáculos, sin escuchar mi intuición. Mi voz interior me convence de que así debe ser, que todo está escrito exactamente así por el Gran Director en la trama del Universo, y yo... ¿quién soy en esta película para discutir con el que es todo y está en todo?...

El viento favorable de los sentimientos lleva el barco de mi alma a los arrecifes, donde su destino es la muerte, pero qué dulce es este sentimiento de peligro, riesgo y miedo cuando te das cuenta de la proximidad de tu muerte, que para mí se manifiesta al abrir mis sentimientos. En parte te entiendo, porque soy tu semejanza femenina, ¡la otra mitad de un todo! Cuando saboreas la carne de la droga de tales sentimientos, para curarte no necesitas disminuir la dosis gradualmente. Debes destruir su uso de una vez y por completo. El organismo del alma ha merecido sufrir por los placeres etéreos de muchos días y atormentarse en las espinas más profundas de la abstinencia. Este es su castigo por su debilidad y obstinación; ¡el nudo gordiano no se corta gradualmente, en pequeños trozos, y el Rubicón no se cruza en varios días!

¡Al callar, manipulas! ¿Quieres lograr tus objetivos, quizás sentimientos sinceros y puros? No te entendía, y tú no querías explicarme mucho. Sabes, con un lápiz sin punta no se dibujan obras maestras, ¡y con la ignorancia no se crean relaciones saludables! No soy tan paciente como tú, y por eso te escribo todo esto ahora. Siente tu poder sobre mí: ¡en nuestro mundo siempre gana el que es menos sensible y más paciente!... Has ganado, lo reconozco, los arroyos de lágrimas sensibles brotan de mis ojos ahora... y nada en este mundo deseo tanto como encontrarme contigo... Espero que respondas a este mensaje y nos encontremos... fundiéndonos en un abrazo, en un beso, en un solo ser, al mismo tiempo que somos perfectamente conscientes de cuánto dolor nos hemos causado. Me abrazarás y lloraremos juntos... Después de todo, tú sabes mejor que nadie que a una mujer la calman las acciones, no las palabras: los toques, no las confesiones y las disculpas... Y de nuevo llamarás a mis ojos marrones bayas tiernas...".

Texto escrito con lápiz labial rojo en el espejo de la habitación:

"Acabo de recibir un mensaje que dice 'ILOVEYOU'... ¿de verdad es de ti? ¡'ILOVEYOU'! Qué dulces suenan estas palabras, pero al mismo tiempo son destructivas, ¡destructivas como un virus! ¡Qué asombroso! Cuando escribo palabras de amor en este espejo con lápiz labial rojo, lo adorno con esto, pero estos rasguños están ocultos bajo la materia de ese lápiz labial rojo. Mientras estén allí, mientras estén allí las palabras, las palabras 'ILOVEYOU', estos rasguños son indistinguibles. Así es con mi ser: mientras hablo en él de amor por ti, al rasgarlo, experimento el más alto placer, pero tan pronto como la voz de mi alma se calle, dando rienda suelta a los pensamientos y la conciencia, en este terreno aparecerán los rasguños-dudas, que, siendo ya parte de la naturaleza de ese espejo, distorsionan significativamente su belleza original...

Veo mi reflejo en el espejo. Allí, detrás de las palabras de amor, escritas por mi mano temblorosa con la ayuda de lápiz labial rojo, brilla el aliento fresco de una juventud tierna. Parece estar en cautiverio de este espejo y de estas palabras. Pero, ¿qué recordará esta belleza cuando me aleje del espejo, cuando el tiempo borre las palabras escritas con lápiz labial rojo? Seguirá cumpliendo sus funciones, reflejando este mundo, ya sea que yo esté en él o no, ya sea que mi belleza esté en él o no. Al mirarme ahora, joven y encantadora, en el espejo, gano confianza en el día de hoy, pero ¿será así mañana? ¿Será así siempre? Te miro, mi reflejo, como a un retrato, como si me escucharas: puedo contarte que amo... lo amo... Tus mejillas sonrosadas, tus labios escarlata, tus ojos marrones, tus cabellos blancos, eres perfecta, pareces un sueño o una fantasía. Así es como el amor embriaga, sumerge en estados mucho más sagrados que unos pocos sorbos de vino tinto.

Estos sentimientos, al mismo tiempo, son extremadamente pesados... A veces son peores que la enfermedad más dolorosa; se encienden tan bruscamente que si se pudiera poner un termómetro en mi alma, se rompería en un instante, derramando el destructivo mercurio venenoso sobre la tierna carne de mis espacios del alma... Cuanto más te sumerges en ti mismo, en tus pensamientos, en tus sentimientos, más difícil se vuelve subir a la superficie... Ya no puedo ocultar mis sentimientos; ocultarlos podría llevar a un ataque al corazón o al alma. De manera similar, las locomotoras sueltan vapor por sus narices para que su ser no explote. De todas las rebeliones, la peor es la rebelión del alma, y por eso me veo obligada a dar rienda suelta a mis sentimientos para mantener el poder sobre mi ser... Pero, ¿es todo así en realidad? ¿Qué es el amor? El amor son imágenes soñadoras generadas por nuestro deseo. El amor es el autoengaño más plausible que existe y puede existir en nuestro mundo...".