Ava Carter
— Gracias por traerme — Le dije — también gracias por la cena estuvo todo muy rico y todo muy maravilloso como siempre.
Él sonrió
— Me alegra saber que disfrutaste de la noche — Asentí.
No sabía que más decir.
Me acerqué a él con la clara intención de despedirme con un beso en la mejilla como agradecimiento por la noche tan maravillosa que había pasado sin embargo él giró su rostro y nuestros labios se unieron, fue algo leve porque me alejé rápidamente pero él tenía una sonrisa en su cara como si sintiera que había logrado su cometido.
Sin esperar nada más y antes su sorpresa pese sus labios esta vez fui yo quien tomó la iniciativa, el beso comenzó suave, lento quería saborear sus labios, sentí el claro sabor del vino un vino exquisito, pasé mi lengua por su labio inferior lo mordí suavemente sacando esos labios un leve gemido.
Rápidamente me sentí tímida así que me alejé de él.
Esto no era propio de mí, yo no era de esta manera.
Estaba por disculparme por decirle que no volvería a pasar y que de verdad lo lamentaba mucho sin embargo él colocó su mano en mi cintura y me atrajo hacia él no sé cómo pero en cosa de segundos estaba literalmente encima de él, comenzamos a besarnos, mis manos una vez más estaban en su cuello mientras que las de él estaban en mi cintura.
Suspiré en el medio del beso y luego me alejé.
Como pude me bajé rápidamente del carro sintiéndome una estúpida no tenía 15 años que tenía que huir de el hombre con el que deseaba estar podía simplemente tener sexo con él y luego pasar la página ¿No?
— Ava...— Te tuve mi paso y me giré ahí estaba Alexander mirándome fijamente — discúlpame no fue mi intención presionarte, no quiero que las cosas sean incómodas entre nosotros
Respiré profundo tomando valor para lo que estaba a punto de decir
— ¿Quieres subir a mi apartamento?— Le pregunto
Él parecía sorprendido ante mi pregunta pero asintió con la cabeza, me acerqué a él tome su mano pude ver cómo apagaba el carro y luego ambos en silencio comenzamos a caminar entrando nuevamente al living del edificio, nos estuvimos frente al elevador apenas este abrió sus puertas nos adentramos en él.
Mi corazón estaba acelerado hace muchísimo tiempo que no estaba con alguien.
Me sentía nerviosa como si fuese la primera vez que fuese hacer eso, pero deseaba hacerlo, deseaba estar con él quizás esto era lo que ambos necesitábamos para que la atención sexual que había entre nosotros disminuyera y pudiéramos trabajar tranquilos.
El mismo lo había dicho
Somos adultos ambos sabemos lo que hacemos así que podemos pasar la página ¿No?
Cuando las puertas del ascensor se abrieron en mi piso ambos salimos aún tomados de la mano, abrí la puerta, fui la primera en entrar y luego él.
Nunca me había considerado alguien seductora ni mucho menos sexy, pero por alguna razón con Alexander sentía la necesidad de intentarlo al menos.
Sin saber mucho de qué hacer cerré la puerta detrás de él me acerqué suavemente por la espalda y comencé a quitarle lentamente el saco hasta que este cayó al suelo, llevé mis manos que su espalda hacia su pecho y quité el primer botón.
No puedo creer que estoy haciendo esto!!
Luego me pasé hacia adelante y comencé a quitar cada uno de sus botones, lento mientras lo miraba directamente hacia los ojos, creí que me iba a sentir intimidada sin embargo su mirada me hacía sentir mucho más segura de hacer lo que hacía porque podía ver como aquello parecía gustarle y calentarlo aún más.
Una vez que desabrochar cada uno de esos botones deje que la camisa blanca cayera suavemente por sus brazos hasta llegar al piso justo encima del saco.
Me alejé un par de pasos y bajé el cierre de mi vestido este cayó deslizándose suavemente por mi cuerpo hasta llegar al suelo, sus ojos me miraron de arriba hacia abajo un par de veces, me giré y comencé a caminar hasta llegar a las escaleras, me giré nuevamente para ver si estaba cerca de mí sin embargo él seguía justo donde lo había dejado mirándome fijamente con mi dedo le hice seña que me siguiera y comencé a subir las escaleras hasta llegar a mi habitación.
No sabía si lo estaba haciendo bien, pero quería hacer lo que quisiera en este momento aunque mañana me arrepintiera.
Supongo que era mejor arrepentirse de haber hecho algo, que arrepentirse de no haberlo hecho.
Me senté en la cama, la puerta nuevamente se abrió y Alexander entró por la puerta sin camisa dejándome ver ese torso muy bien trabajado.
Como me encantaría pasar mi lengua por ahí.
Me levanté y me acerqué a él una vez más volví a besarlo, esta vez quería llevar el control quería que él me cediera el control en la oficina Alexander Jones era mi jefe pero aquí en mi habitación solo era mi amante al menos por esta noche y estaba dispuesta a disfrutar de todo lo que él me dejará disfrutar.
Mientras nos besábamos llevé mis manos hacia su cinturón y lo quité luego hacia el botón lo desabroché y tanteé hasta llegar a su cierre el cual bajé y empujé suavemente sus pantalones para que estos cayeran al suelo, pasé mis manos suavemente por su erección.
Mmmm
Todo eso iba hacer para mí? Me pregunté una vez más me alejé de él y me senté en la cama dispuesta a dejarlo hacer lo que quisiera.
Estaba más que lista para ser poseída por él
Pude ver como Alexander se deshacía de sus zapatos pantalón y boxer que ando completamente desnudo.
— me siento incompleta desventaja— su voz se escuchaba ronca.
Una vez más relamí mis labios.
— ¿Por qué dices eso?— le pregunté mi voz se escuchaba distorsionada un poco más suave delicada.
— yo estoy desnudo mientras que tú estás con tacones y ropa interior
— ¿Y qué vas a hacer para resolver esa situación señor Jones?— le pregunté el sonrió y se acercó a mí se inclinó Y tomó mi pierna se deshizo de uno de mis tacones luego hizo lo mismo con mi otra pierna desechando así mi otro tacón dejándome descalzo comenzó besando mis pies y subió lentamente hasta mis piernas en donde con los dientes se deshizo de la parte de abajo de mi ropa interior.