Ava Carter
— ¿Estás listo?— Massimo asintió con la cabeza.
— Adiós tia — Massimo abrazo a Catalina.
Había decidido pasar el fin de semana con Catalina, Enrique había tenido que irse a una junta de trabajo y como no quería quedarse sola, Massimo y yo vimos hacerle compañía, pero ya era lunes, yo tenía que ir a mi trabajo y Massimo a la escuela.
— Gracias por venir a acompañarme, mi fin de semana hubiese sido el peor — dijo mientras nos acompañaba hasta la puerta
Nos dimos un abrazo y salimos de su enorme mansión, el taxi estaba esperando por nosotros, le indique al taxista a dónde nos llevaría, una vez que llegamos a la escuela de Massimo nos bajamos, le pagué al taxista y este se fue.
— Papá!!— Miré aún lado y ahí estaba maximiliano
¿Que hace aquí?!
— Hijo!! ¿Cómo estás? Ayer no supe nada de ti — Le dijo
Escuché las campanas anunciando la hora de entrada
— Despídete de papa Massimo, ya debes de entrar— Le hice saber, mi hijo se despidió de su padre y tomó mi mano ambos entramos a la escuela, lo acompañé hasta su salón de clases
— Muy buenos días Sra Carter— Me saludo la profesora para luego poner toda su atención en Massimo — muy buenos días Massimo ¿Cómo estuvo tu fin de semana?— Le pregunto sonreí
— muy bien, fui al club el sábado con mamá y mi tía, y el domingo me quedé en casa de mi tía junto a mamá y la pasamos muy bien los tres— Le contó de forma rápida a su maestra.
— se escucha que estuviste un buen fin de semana entonces, pasa y toma asiento por favor Massimo — Le pidió — Hoy los niños saldrán a las 4:40pm señora Carter, tienen una actividad de bienvenida — Asentí
— quería pedirles que no dejen a Massimo salir al menos hoy si no es conmigo solo yo tengo la autorización de llevármelo — ella asintió — Muchas gracias maestra
Definitivamente no había querido hacer esto pero no sé de lo que en este punto era capaz de hacer Maximiliano, me molestó demasiado el viernes que retirara a Massimo sin avisarme y definitivamente después de todo lo que mi hijo había dicho no confiaba en lo absoluto en el.
No sabía si hablar con la abogada para tratar de modificar el acuerdo que había entre nosotros sobre la crianza de Massimo.
Salida a la institución esperando no encontrar a Maximiliano sin embargo ahí estaba afincado a su carro.
Doblé los ojos mientras pedí un taxi
— Sabes que tenemos que hablar— Lo ignore — Te estuve llamando todo el fin de semana, incluso fui al apartamento porque hay cosas que tengo que hablar contigo, y tú Massimo no estaban ¿Dónde estaban Ava?!— aunque su tono había comenzado sola había terminado en reclamos
— desde ahora en adelante nos vamos a comunicar con el abogado, ya habíamos hablado de eso Maximiliano
— ¿Por qué me quieres castigar de esta manera?— Preguntó doblé los ojos
— basta de hacerte la maldita víctima Maximiliano, estoy harta de escucharte todo el tiempo victimizándote una y otra vez, yo soy la que te castiga, yo soy la que siempre te hace daño, tú tomaste la maldita decisión de estar conmigo durante esos 8 años pudiste simplemente hacerte cargo de Massimo y ya, no me culpes por tus malditas decisiones así que déjame en paz de una buena vez, ya estamos divorciados y era lo que querías hace mucho tiempo entonces disfruta de tu soltería y déjame en paz— no sé de dónde había salido aquella valentía para decirles, estaba claro que Maximiliano no esperaba que yo le dijera absolutamente nada puesto que parecía en shock por mis palabras, pero era momento de decirlo estaba harta ¿En qué momento mi mentalidad había cambiado? Yo pensaba igual que él hace unos días— si quieres saber de tu hijo está bien comunícate con abogada te lo mandaré a tu casa, si quieres salir con él solo avísame, pero no puedes hacer lo que te da la gana con la misma excusa todo el tiempo, no estoy a tu disposición y yo también tengo que organizar mis tiempos
Estaba más que dispuesta a irme caminando si era necesario todo con tal de alejarme de Maximiliano sin embargo él agarró mi brazo deteniéndome.
— Lo siento está bien?— parecía derrotado, no puedo evitar sentir lástima por él, el Maximiliano que había conocido hace mucho tiempo, aquel con el que estuve durante 8 años definitivamente no era este que estaba aquí parado sí tenía la misma actitud y era igual de arrogante que siempre sin embargo físicamente no parecía ser el hombre con el que estuve casada, se veía muy descuidado su traje se veía arrugado y él parecía estar sufriendo un colapso.— no puedo hacer las cosas sin ti, tenías razón cuando dijiste que todo este tiempo durante estos 8 años había estado imaginando lo que pudo haber sido mi relación con Raquel— su voz sonaba dolida me imagino lo difícil que era para él admitir que yo tenía razón— no puedo hacer esto sin ti, despedí a mi personal creyendo que era lo mejor y ahora no puedo contratar a una que sea buena y que no se quiera meter en mi cama, mi casa es un desastre ni siquiera he podido alimentar bien a Massimo, no sé lavar mi ropa no sé acomodar nada y cuando pago para que lo hagan nada queda como siempre, por favor vamos a intentarlo una vez mas— Rogo lo último mientras tomaba mi mano, lo miré a los ojos por un segundo no sabía qué era lo que veía en ellos estaba tan acostumbrado a ver ira, a ver tanto odio destilando dirigido hacia mí que ver un cambio en ellos no sabía qué es lo que él pensaba que era lo que sentía.
La pregunta era qué es lo que tenía que hacer yo en este momento?
¿Debería volver con Maximiliano?
Aparte mi mano de la suya
— debo ir a trabajar— Me solté bruscamente de montar el primer taxi que se detuvo.
Encabezada quería explotar en este momento.
Cuántas veces había deseado que llegara este momento? Demasiadas a mi parecer, seguramente la otra Ava hubiese brincado encima de Maximiliano y le hubiese dicho instantáneamente que sí seguramente ni lo hubiese dejado terminar de hablar pero yo no era la misma Ava.