Ava Carter
Luego de un rato Maximiliano se fue satisfecho al decirle que regresaria con el y mi madre no apareció decidí que lo mejor era que me quedara aquí sabía que la niña era se encargaría de mi hijo por eso la estaba pagando, Claudia estaría en casa así que ella estaría pendiente de ellos.
Me quedé en el sofá mirando a mi padre esperando que se despertara, no podía dejar a mi padre solo, mucho menos que se enfrentara a lo que estaba sucediendo.
Escuché un ruido proveniente de los labios de mi padre y supe que se estaba despertando, me levanté del sofá y me senté en la cama, mi padre abrió los ojos y frunció el ceño al verme
— Ava hija...
— ¿Cómo estás papá?— Le pregunté con una pequeña sonrisa en mi rostro — ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? Puedo llamar al médico si quieres— Le hice saber.
— No, estoy bien hija ¿por qué estoy aquí?— Pregunto
— No recuerdas nada papá?— Pregunté, tomé mi mano y la acaricié con mucho cuidado— ¿Estás seguro que no recuerdas nada?— Le pregunté una vez más
El nego con la cabeza
¿Cómo es que mi padre no recuerda nada?
¿Cómo le iba a decir lo que había pasado?
subí suavemente su brazo para que el viera su mano.
— Y mi dedo?! — Pregunto lleno de pánico — Dónde está mi dedo Ava?! Dónde?! — comenzó a gritar — ¿Dónde esta mi dedo?!— intento levantarse, lo detuve porque las máquinas comenzaron a sonar y mi padre gritaba.
Me empujó casi haciéndome caer al suelo, la puerta se abrió, enfermeros entraron intentado detenerlo, me alejé y ví como entre todos lo dejaban en la cama y lo cedaban.
Esto solo me hace ver que mi padre necesita mucha ayuda.
— Srita Carter — El doctor me llamó y salí de la habitación con el corazón acelerado y muchas ganas de llorar— Su padre va a necesitar ayudar psicológica para poder lidiar con esto — Me hizo saber— lo hemos cedado y va a despertar en un par de horas, creo que tiene que recibirlo un psicólogo para que le expliqué
— Quiero estar con él — le dije al doctor
— Creo que lo mejor es que él esté con él psicólogo se puso muy agresivo y puedo estar con él para explicarle cuales son sus opciones
— ¿Cuales son sus opciones? — Le pregunté, quería ayudarlo todo lo que pudiera.— además del psicólogo claro está
— Comenzaría con el psicólogo para que entienda que su vida no se va acabar luego de perder un dedo, va a tomar un tiempo que él entienda lo que está sucediendo y luego podemos ver opciones para reemplazar ese dedo aunque te prometo que no va a cambiar su vida— Asentí.
Dios mío
¿Y ahora que hago?
¿Como simplemente me desentiendo de mi padre y me encargo de seguir con mi vida? No puedo hacer eso
— Gracias doctor le voy a pedir que por favor me recomiende un psicólogo bueno que pueda atender a mi padre — Le pedí
— traeré al psicólogo para que le dé bien la noticia y luego podrá hablar usted con él, es un muy buen psicólogo— Asentí
— Muchas gracias
Apenas lo ví irse me senté en la parte de afuera esperando que los enfermeros salieran poco a poco comenzaron a salir uno por uno.
No pude evitar llorar de la frustración que se tiene en este momento.
Tomé mi teléfono lo encendí tenía muchas llamadas perdidas de Alexander.
Qué voy a hacer contigo Alexander?
¿Cómo se supone que te voy a decir esto?
Dos días fueron suficientes para saber que realmente te quiero en mi vida quiero que estés conmigo quiero que mi hijo crezca quizás bajo tu influencia, porque estos dos días le has hecho tan bien a él también, quiero ser egoísta como mis padres me enseñaron a hacer pero no puedo no con ellos no con él que siempre me apoyó a pesar de que estaba cometiendo un error tras otro.
No puedo dejarlo solo ¿Que clase de hija sería?
Le marqué a Lili para saber de Massimo.
— señora Carter— contestó el segundo timbre
— Hola Lili ¿Cómo está todo por allá?
— muy bien señora Carter de hecho voy saliendo a buscar a Massimo— Miré la hora apenas era medio día así que fruncí el ceño
— Es medio día
— Si, es que hoy salen un poco más temprano al parecer van a hacer una remodelaciones a la institución y necesitan esta semana que vayan a recoger a los niños a las 12 del mediodía— Me hizo saber
— ¿Podrías quedarte con él hasta que llegue?— Le pregunté
— Claro que sí, ya le avisé a Claudia y está preparando el almuerzo
Definitivamente no sé qué haría sin Claudia y sin Lili
— no sé a qué hora voy a llegar hoy mi padre tuvo un accidente y estoy en el hospital por eso te estoy llamando para que sepas que posiblemente pueda ir dentro de un rato pueda ir mañana en la mañana no lo sé todavía, pero te estoy avisando cualquier cosa
— Claro no se preocupe, Massimo estará en muy buena compañía y me encargare de ayudarlo con sus actividades
— Gracias Lili — Dicho eso colgué.
Normalmente Lili no ayudaba a mi hijo con sus actividades escolares me gustaba hacerlo yo personalmente que él supiera que su mamá estaba aquí y que eso era mi responsabilidad de ayudarlo y educarlo ella solo se encargaba de cuidarlo y de llevarlo a la escuela en un lapso de tiempo, no quería que en ningún momento se sintiera como yo me sentía mi niñez.
Como dije antes estaba evitando cometer los mismos errores que mis padres una vez cometieron conmigo.
Mi teléfono volvió a sonar el Alexander corté la llamada mis ojos se cristalizaron pero de la frustración que sentía en este momento porque realmente no sabía qué hacer.
Lo único que quería era abrazar a Alexander y sentirme más tranquila, me gustaría pedirle opinión a mi amiga pero sé cuál va a ser su respuesta, me va a decir ese egoísta y que al fin sea feliz.
Sentía que tenía tantas cosas en la mente comenzando con lo que me había dicho Maximiliano no podía creer que todo el tiempo había salido al menos una parte la verdad y lo único que había buscado todo este tiempo era que ambos fuéramos infelices ¿Por qué? Porque los dos infelices cuando ambos podíamos ser felices, todo este tiempo llovía intentado ganarme su amor y su cariño mientras que él estaba tan lleno de ira y de resentimiento que lo único que él podía pensar era no hacerme daño.