Comienzo desesperante

Cuando era un niño, mi madre me contaba una historia antigua acerca del mundo. Sus inicios se remontan antes de que el cielo tuviese nombre. cuando solo había oscuridad. donde gobernaban los grandes y poderosos titanes. Es el mismo nacimiento de los tres primeros héroes de este mundo y guiaron a la humanidad hacia la paz. los llamados "Dioses".

Quienes derrotaron a los temibles titanes que nos tenían atados. Zeus con la presencia de sus hermanos quien juro proteger a la humanidad con su vida y nunca abandonarla. Quien diría que esas palabras fueran a desaparecer sin siquiera darnos cuenta.

Al principio eran representados como los pilares que sostenían los pecados del mundo. No hasta aquel día que las estrellas cayeron y sin ninguna explicación desterraran a sus ejércitos al mundo humano y nos abandonaran, para siempre.

Al escuchar tal historia, algo llamada curiosidad despertó dentro de mí. Para cada cumpleaños les rogaba a mis padres por un libro. Recuerdo ese primer libro que me obsequiaron, una pasta desgastada con olor viejo, paginas llenas de historia, significado y héroes quienes forjaron hazañas tan grandes. Sentía que eran de otro mundo en el que no cualquiera puede entrar.

Este mundo ha vivido muchas guerras por territorio. El poder consumir todo, la avaricia y el control, pero aun así han pasado historias de personas que pelearon por la vida, el origen de los héroes mortales, los exiliados que pelean por los humanos, aunque los dioses nos dejaran a nuestra suerte.

Yo en particular crecí en un pequeño pueblo. Mi vida no fue como la de un niño normal, mientras que ellos se divertían yo trabajaba todo el día con mi padre. Teníamos algunas dificultades, pero siempre nos las arreglábamos nada especial.

Cuando tuve al fin mis doce años estaba listo para trabajar con mi padre fuera del pueblo para ayudar a nuestra familia. Decidimos partir un día después del cumpleaños de mi hermana y el mío. Nacimos con tres años de diferencia, pero nuestras fechas fueron iguales. Ella era muy aferrada a mí, jajaja era adorable.

Pero ese día nunca logre olvidarlo por mas que trate jamás lo logre, tal vez fui yo quien no quiso olvidar.

- ¿Que fue ese sueño tan raro?- pregunto el chico mientras veía por la ventana. bajo de su cama y se dirigió a un cajón. Lo abrió y cambio de ropa, bajo por escaleras hasta llegar al pasillo y se dirigió a una pileta para lavarse la cara.

- ¿Donde estará papá? - Pregunto.

. - Hermano buenos días - Dijo su hermana como de costumbre.

- buenos días Gisela ¿sabes dónde está papá?

. - Creo que fue a la tienda. Dijo que vendría pronto ¿Por qué? ¿iras a buscarlo?

- debe estar ocupado además no debe tardar en llegar - toma un trapo y seca el agua de su cara.

. - Hermano ¿qué me darás hoy como regalo?

- No te preocupes hoy me paga el señor Rosht te comprare algo antes de que me valla - se dirige a la sala donde esta su madre.

- buenos días - dijo a su madre

. - Buenos días Hijo ¿adónde te diriges con tanta prisa? - preguntaba su madre.

- iré a recoger mi paga no tardo - Tomo un chaleco desgastado y se fue.

Ningún niño me hablaba en el pueblo, siempre rechace sus intentos para invitarme, aun que no me afectaba en lo absoluto. solo con mi familia y mis historias era más que suficiente.

. - ¡Oye Kilt! podrías ayudarme - dijo un anciano con una carretilla llena de trozos de madera seca.

- Con gusto señor Sibrián - Toma las manecillas de su carretilla y hala con fuerza asta llegar a una pequeña panadería
- Gracias Kilt no se que aria sin ti - respondió con mucho agradecimiento.

- no fue nada señor Sibrián

. - Déjame recompensártelo muchacho - en eso metió sus manos en una pequeña bolsa y saco cinco moneda de cobre.

- señor Sibrián no puedo aceptar esto, no es necesario - protesto Kilt para devolverle el dinero.

. - Solo tomarlo muchacho es una muestra de tus esfuerzos. Valora lo que haces un poco - Kilt tomo el dinero y se despidió formalmente dándole las gracias.

Poco después se dirige a una carpintería.

. - ¡señor Rosht! - grito mientras entraba. El lugar estaba sucio lleno de aserrín de pronto un hombre respondió.

. - ¿Kilt eres tu? - Si - dijo Kilt mientras habría una cortina. El hombre se encontraba tallando una silla.

. - ¿vienes por tu paga? - pregunto mientras seguía tallando.

- si señor Rosht - el hombre se puso de pie y se dirigió hacia una mesa grande. Tomo una bolsa de su caja y se la dio a Kilt

- Toma. Añadí unas monedas extra por tu ayuda estos últimos meses.
- las palabras de aquel hombre resonaron en su cabeza " valora lo que haces un poco"- gracias señor Rosht - respondió y se retiro.

. - Cuídate chico.

Kilt salió del lugar en búsqueda de su padre - ¿habrá ido a la tienda? - entra a un pequeño lugar y lo recibe una chica alta de pelo castaño . - Hola Kilt ¿en que puedo ayudarte? - preguntó la Joven.

- Busco a mi padre, ¿lo habrás visto por casualidad?

- de hecho estaba aquí hace unos momentos.

. - ¿habrá regresado a casa?

- por cierto Kilt podrías hacerme un favor - toma un par de llaves y dice - ¿podrías ir por provisiones al almacén que se encuentra fue del pueblo? No puedo hacerme cargo yo, tengo que cuidar la tienda. Claro que te pagare.

- descuida yo me encargo - toma las llaves de sus manos - ¡no tardo! - grito mientras salía de la tienda.

Tomo tiempo llegar al lugar.

- supongo que este es el almacén ¿me pregunto que hace afuera del pueblo? A lo mejor para evitar algún incidente - se dirigió en la entrada del lugar. Se encontraba un portón bastante viejo. tomó las llaves y lo abrirlo. Camino hasta la puerta. Quito los seguros con las llaves. Se observaban todas las provisiones.

- ¡bueno comencemos! - poco a poco cargo una bolsa a la vez en una pequeña carreta de madera - Supongo que después de todo habrá un mal clima - dijo mientras observaba el cielo. Había desaparecido por completo entre aquella nubes gigantescas