Lo que una vez fui

Horas antes del encuentro de Kilt y Cole.

Jones llega al pueblo tan rápido como pudo. Sus amigos lo esperaban en la entrada de una pequeña casa con preocupación, pero cuando observan a Jones sus caras cambian a un alivio instantáneo.

– ¡Jones! ¡al fin llegas! – Dijo uno de ellos – Rápido Freed  esta adentro con Marta – Jones entra a la pequeña casa tan rápido como pudo. Su amigos lo recibe y le agradece por venir.

– ¡Jones! ¡Gracias por venir tan pronto! Hice lo que me pediste ya prepare todo – Jones revisa a la esposa de su amigo y le hace una serie de preguntas sencillas sobre como se encontraba en manera de distraer su mente un poco para relajarse. La mano de Freed se encontraba aferrada a la de su esposa Marta. Ayudando a Jones a calmarla un poco.

– Calma cariño todo estará bien, solo respira profundo – Dijo su esposo

Freed. Marta comenzó a calmarse un poco. Jones ya se encontraba preparado. Le dice a Marta que puje poco a poco. La tensión se extendía hasta los amigos de Jones que se encontraban fuera con los dos hijos de Marta y Freed. La preocupación se mantuvo un buen rato, hasta que un llanto se escucho dentro de la casa. Un nuevo niño había nacido en el pueblo.

Tiempo después Freed abre la puerta a sus amigos para que puedan ver al bebé. La esposa de Freed logro calmar al pequeño muy rápido.

– No puedo creerlo – dijo uno de ellos – en verdad lo hiciste Jones – Sus ojos derramaban lágrimas de felicidad al igual que todos. El hermano de Freed abrazo a Jones.

– Oye calmante – dijo Jones – Tengo sangre en mis manos – El hermano de Freed lo suelta y seca sus lágrimas con un pañuelo. Jones lavo sus manos en una pequeña(pileta). El tiempo paso, felicitaron a la familia por su nuevo integrante. Aloque alguien del grupo decide preguntar.

– Por cierto ¿ya decidieron el nombre de pequeño? – Freed y Marta se observaron el uno al otro y dicen.

– Jones,  Marta y yo nos gustaría que eligieras un nombré – Jones se negaba a hacerlo pero ellos seguían Insistiendo hasta que al final aceptó.

– ¡De acuerdo lo haré! – Pensó un buen rato uno pero no pudo por mas que intentó – Lo siento no se me ocurre nada – Dijo mientras se tocaba la nuca con sus manos.

– Tengo una idea – Dijo Freed a sus esposa – ¿Que te parece Jones?

– Me parece bien querido – Dijo Marta. Aloque Jones dice.

– ¡Que! ¿están seguros? No tienen que hacer esto – dijo con nerviosismo – Ya se denme algo de tiempo para pensar en un mejor nombre – Aloque Freed y Marta se negaban. Freed hablo.

– Jones no te preocupes por eso, te conozco desde hace mas de catorce años se que no eres un mal tipo, nadie de aquí piensa eso, además te queremos como un miembro de mi familia, todos ustedes – Miro a todos con una sonrisa en su rostros – Asique Jones ya no te trates como un desconocido – Jones mira al suelo con su mano en la cabeza y dice – Demonios no tienen remedio – Todo el grupo empezó a reír e incluso el se les unió.

Horas después se fueron retirando uno por uno hasta solo quedar Jones, Freed, Marta y los niños. Freed acompaña a Jones a la puerta y dice.

– Bueno Jones gracias por todos tu ayuda, el pequeño Jones también lo agradece – Dijo mientras reía.

– No puedo creer que en verdad le pusieran mi nombre – Decía con su mano en la cabeza.

– Desde que el curandero se enlisto al ejército, has tenido que ocuparte casi de todo el pueblo, debe ser duro ¿no?

– Ni que lo digas – Dijo Jones con una pequeña sonrisa.

– Oye se me ocurrió una idea deberías de enseñarle al chico para que pueda ser el próximo curandero del pueblo – su sonrisa era de lo mas grande.

De pronto alguien en caballo llego al pueblo advirtiendo a todos de unas criaturas en el cielo. A lo que Jones decide  preguntar.

– De que estas hablando – Pregunto.

– Dos dragones fueron vistos cerca de los campos rumbo a la montaña Holera.

La casa de Jones se encuentra serca de la montaña. Decide ponerse en marcha de inmediato.

– Lo siento Freed tengo que irme

– ¿Quieres que llame a los muchachos? – Preguntó

– No te preocupes, estaré bien solo

– De acuerdo confió en ti, cuídate

Jones monta sus caballo y llega lo mas rápido a casa. Partes del bajo muro de piedras desechas. El granero destruido por completo. Las luces de la casa se encontraba encendidas entro de inmediato haciendo sonar la puerta. Observo a Kilt cenando junto a un tipo desconocido con la boca llena como un animal

– ¡Jones al fin llegas! – dijo Kilt – La preocupación y el miedo notorio de Jones preocupo a Kilt – ¿Que tienes viejo? ¿te encuentras bien? 
– Jones se alivio de inmediato al ver a Kilt a salvo pero pudo notar sus heridas y moretones. Aparto la mirada hacia el hombre desconocido.

– ¿Quien eres tu? – Preguntó algo molesto

– Ah lamento la intromisión señor Jones – Dijo Cole con un poco de vergüenza – Mi nombre es Cole Zerps, Kilt me hablo de usted

Jones se calme un rato y se sentó junto a la mesa y le dijo a Cole.

– Quiero que me cuentes todo desde el principio ¿me entiendes? – Cole asintió y le menciono todo a Jones sin guardase nada.

– Entonces eso paso señor Jones

– Que hicieron con ¿los cadáveres los enterraron?

– Los queme – con cara molesta mira Jones a Cole – Tranquilo señor Jones no involucre a Kilt en nada de eso – Dijo con algo de nerviosismos. El tiempo paso y la tensión del grupo de tres se desvaneció. Su cara se torno serena y entre risas unas palabras salieron de Cole.

– No creería que me toparía con Jones Brotw eres muy gracioso – Dijo mientras reía solo – Al principio no te reconocía debió ser el destino ¿no crees? – Jones se puso de pie con impotencia y dijo.

– Lárgate de aquí

– Lo lamentó no fue mi intenció…

– ¡Lárgate ya! – Cole se retiro rápido del interior de la casa. Kilt confundido le dijo a Jones.

– ¡Oye viejo! ¿que te pasa? ¿Por qué lo echaste?