Condición

A la mañana siguiente salimos mas temprano de lo habitual. Jones no dijo el porque solo callo. La fría oscuridad de la madrugada invadía todo los rincones a la vista. la única luz era de una pequeña lámpara. A la distancia se observaba con dificultad una a gigantesca silueta. La reconocí de inmediato era del reino Cildher. En la entrada una fila de mercaderes sobresalía por varios metros esperando entrar al reino. Le pregunte nuevamente a Jones el porque.

- Oye viejo ¿Qué hacemos tan temprano en este lugar? - Jones tomo un poco de aliento

- ¿Acaso no lo sabes? - observo mi cara de confusión - bueno ya que no lo sabes te lo contare niño - estiro su extremidades y se acomodo nuevamente - Cildher es conocido con el nombre del reino entre estrellas, por sus gemas muy peculiares que irradian luz de su interior desde el ocaso hasta el amanecer

- ¡Que! - dije sorprendió

Entre nuestra platica la fila fue avanzando hasta que sin darnos cuenta era nuestro turno de entrar. Mi reacción cambio de entusiasmo a asombro. Faroles con cristales dentro que iluminaban las calles de piedra plana. Eso no es todo. La capital resplandecía como si se tratara de un cuento. Dibujos tallados en la pared decorados con gemas, era algo hermoso aunque solo duro unos instantes. A medida que el amanecer se hacía presente la intensidad de la luz disminuía y poco a poco el reino volvió a la normalidad.

. - Oye niño - dijo mientras rascaba su cabeza - de verdad no quieres ir a una escuela

- otra vez con esa pregunta - bostezo - ya te dije que no, además ya sabes lo que quiero ¿no viejo?

- Esto no es broma niño

- tampoco lo que dije

- entonces ¿quieres enlistarse en el ejército? ¿ sabes lo que eso implica? Piensa bien lo que dices, hablamos de tu vida

- se muy bien lo que implica viejo

- ¡claro que no sabes nada de lo que implica! - Grito furioso - no tienes ni la menor idea, ni siquiera te lo imaginas

- ¡¿entonces que?! ¿Debo que quedarme en este lugar sabiendo que todavía hay personas que están arriesgando sus vidas por nosotros? Por eso quiero pelear por este lugar, eso es lo que quiero hacer

- Kilt estas guerras nunca acabaran ¿entiendes eso?

- si lo entiendo, pero aun así lo haré

En ese momento Jones quedo en silencio. Se golpeo la cabeza, me tomo del abrigo hasta que mis piernas no tocaran el suelo. Pareciera que lo que me golpearía pero dijo con su mirada fija en mi.

- De acuerdo pequeño mocoso, te daré una semana para convencerme, ¡pero si no lo haces, entraras a una maldita escuela me entiendes!, volveré la próxima semana a esta misma hora y ¡será mejor que estés aquí para entonces! - Jones subió a la carreta

- espera viejo ¿estaré aquí una semana? - Con duda

- ¡Si y no me importa si duermes en la calle o en algún otro lada!

- ¿ni siquiera me darás algo de dinero? - pregunte

- ¡No, No te daré nada así que puedes irte al demonio! - Jones se retiro dejándome solo sin dinero y sin un lugar donde pasar la noche.

- ¡Maldito viejo! - dije con furia - como se atreve a abandonar a un niño y encima decir semejante estupidez - apreté mis puños mal diciendo a Jones - ¡haré que te arrepientas! - gruñe su estomago - maldición tengo hambre, tendré que reunir algo de dinero

Jamás lo vi enojarse se esa manera, Pero eso es irrelevante. Tengo exactamente una semana antes de que Jones vuelva. Necesitó encontrar una manera de convencerlo. Pero por ahora tengo que ganar dinero.

Decidí ponerme en búsqueda de un trabajo pero, al final no pude conseguir uno. Pase el día entero sin comer. Lo pero de todo fue que debido al hambre olvide por completo reunirme con Alicia, ella era mi ultima esperanza, pero la desperdicie como un idiota. Debido a las circunstancias tan malas solo quedaba una cosa por hacer...

. - ¡Medición dormiré en la calle! - toma con fuerza su abrigo - maldición esto no me ayuda en nada - temblando con el sudor helado que acumuló su camiseta - este día a sido largo, ya quiero que sea mañana - cerré mis ojos tratando de dormir pero - creía que con solo fingir tener sueño seria suficiente para poder dormir en la calle, pero me equivoque. El frío era tan insoportable a tal punto que sin darme cuenta ya era de día.

- No puedo creerlo, ni siquiera pude dormir - se masajes parte el hombro y el cuello - sin menciona el terrible dolor de cuerpo. tengo hambre - de pronto entra al pequeño pasaje un hombre alto con traje de mayordomo con una bolsa de pan entre sus manos. Su mirada fija en mi. Toma un pan de la bolsa colocándolo en mis manos. Este se retiro de inmediato. Intente perseguirlo para agradecerle. Al doblar en la esquina lo encontré con otros dos niños entregándoles un pan a cada uno, poco a poco mas niños lo rodearon. Pereciera conocerlo bien, la confianza que rodeaba al hombre era una imagen muy hermosa y deslumbrante.

Decidí no intervenir, le agradecería apropiadamente después, y una vez mas lo intente. Vague en búsqueda de un trabajo. Revisite todos los lugares nuevamente pero sin suerte alguna. Solo faltaba una pequeña librería. Justo en la entrada había una fila algo extensa, pero adentro era un caos. Entre como pude al interior de la librería. La encargada parecía estar apunto de desmayarse, pero entonces me logro ver entre la pequeña multitud.

- ¡Tu niño ven aquí! - Grito para que la lograra escuchar. Camine hacia ella como pude - ¿sigues buscando trabajo? - pregunto

- EH si - dije mientras rascaba mi cabeza

- Muy bien niño solo por hoy estas contratado, ahora ven aquí rápido - señalando el exhibidor - tu reorganiza los libros y séllalos

. - ¡De acuerdo señorita! - Los nervios me invadieron, aunque también me encontraba motivado.

Era fácil pero con el alto numero de personas, se volvía una tarea muy complicada. Hora tras hora y el numero no disminuía y cada vez se volvía mas tedioso. apenas tuve tiempo para almorzar algo. La encargada de la librería pareciera tener ataques de ansiedad. El día paso, las personas se retiraron antes del ocaso, y el silencio volvió una vez mas.