– Después de la plática que tuve con mi madre en la madrugada me quedé tranquila, sentí un lugar seguro con ella. A la mañana siguiente cuando la ví pensé que había dicho algo con alguien pero supongo yo que es un secreto que toda mujer sin importar la edad debe de guardar hasta que dice mi nombre en voz alta.
Mamá: DAMARIS, que bueno que despiertas porque en unos minutos esta listo el desayuno, anda ve a limpiarte la cara, parece que dormir de más te afecta un poco niña.
Damaris: Sí.... Creo que tienes razón. – Lo dije un poco apagada a una actitud que no estoy acostumbrada a tener, fue tanto que mi mamá lo notó.
Mamá: ¿Damaris? Estás muy apagada para ser un fin de semana, anda. Mirad el cielo tan despejado.
Damaris: Perdona mamá pero me siento extraña hoy, con esa necesidad de ver o tocar algo.
Mamá: O tal vez de ver a alguien.
Damaris: ¿Qué me quieres decir?
Mamá: No, solo pienso que quieres ver a alguien pero ni siquiera tú sabes a quien.
Damaris: Pero te dije todo a ti y me sigo sintiendo como si estuviera ocultando algo a alguien... ¿Por qué es?
Mamá: Te pregunto rápidamente, ¿alguien más sabe de lo que me contaste en la noche?
Damaris: No... Solo tú y mi mente.
Mamá: Me mientes, también el chico que te gusta, ¿cómo se llama? ¿Diego?
Damaris: Se llama Damián mamá, ahora que lo piensas... Tal vez me siento culpable todavía.
Mamá: ¿Y por qué te sientes culpable? ¿Es por ese otro chico? Al muchacho que rechazaste.
Damaris: Oscar.... No lo creo, a él no le debo de contar nada porque lo sabe todo, literalmente hablando.
Mamá: ¿Tus amigos lo saben?
Damaris: No mamá, ellos no saben.
Mamá: Oh... ¿Y te sientes culpable por eso?
Damaris: Creo que es eso, o sea... Agradezco que me hayas dejado desahogar contigo mamá y más que nada por la hora aún así te quedaste y no con el famoso "me dices después" Pero mis amigos... Estoy acostumbrada a contarle las cosas o al menos la mayoría de eso y ahora el no hacerlo me hace sentir extraña por una rara razón.
Mamá: Recuerda algo... En la vida independientemente de los amigos que tengas en la vida, créeme que a nadie le debes contar de tu relación.
Damaris: Bueno.... Mis amigos no saben nada, Damián me pidió que no dijera nada a nadie y siento que oculto cosas. No tengo ninguna relación con alguien, solo es ese interés.
Mamá: Supongo que Damián te pidió que no dijeras nada por privacidad, ¿no lo crees?
Damaris: Sí.... Pero es amigo de Dennis y yo soy su amiga íntima, ¿crees que se enoje si le digo aunque sea a ella?
Mamá: Eso ya es cuestión tuya, solo te lo digo porque tengo cierta experiencia en eso y no es sano en una relación, ¿qué ganas con decirle a uno? Cuando te des cuenta ya lo saben más y más personas.
Damaris: Creo que... Le diré a Dennis porque... Ay... Me gusta ese chico, quisiera conocerlo más pero me da pena preguntarle porque siento que seré una entrometida en su vida.
Mamá: Espero.... No pienses tener novio ahora.
Damaris: No mamá no.... Soy pequeña pero sí quisiera conocerlo más profundamente.
Mamá: Sabrás o no si le dices a Dennis, pero si le dices ahora aprovecha que estoy de buen humor, si necesitas salir adelante. Puedes ir ahora mismo.
Damaris: ¿Y si no la dejan?
Mamá: Puedes decirle después o con estos aparatos por llamada o solo tú sabrás cuando y en donde.
Damaris: Le quiero decir ahora, es fin de semana y no le diré en la escuela cuando hay una bola de entrometidos.
Mamá: Entonces ve rápido, solo te quiero de regreso para la comida.
Damaris: Sí mamá, antes de 5:00pm
Mamá: Bueno, entonces nos vemos en la tarde, no tardes y anda con mucho cuidado.
Damaris: Gracias mamá.
– En eso salí de casa, me urgía llegar rápido con ella, me sentía un poco desesperada en llegar pero ví una bicicleta y sin pensar comencé a pedalear rápido. Después de unos minutos por fin llegué a mi destino.
#4036 en Novela romántica
#262 en Joven Adulto
adolescentes, distancia y tristeza, adolescentes amor desamor
Editado: 19.07.2024