Las pisadas cada vez se escuchaban más de cerca, lo tenían ,de verdad lo tenían .Zorro quiso saltar de alegría, pero por ahora se debía mantener en completa calma, levanto ligeramente sus orejas ,la respiración era agitada ,al parecer abría corrido demasiado, sintió un poco de pena ,de seguro le habría costado seguirlos el rastro ,habría corrido demasiado ,sus pies estarían más que agotados ,su corazón bombearía más que nunca ,pero tenían que saber quién era, y hacerle unas cuantas preguntas más.
Giro a la derecha y se escondió en el lugar indicado, Principito tomo también su posición. Ya en los arbustos de una casa contigua, levanto sus orejas, haciendo de lado los ruidos de los televisores y de los ronquidos de las personas, trato de captar los pasos de su perseguidor. Se tensó, ya no escuchaba aquella respiración, ni los pasos acelerados. Se concentró todo lo que pudo, con el pasar de los segundos poco a poco pudo captarlo, sus pasos eran lentos, como si estuviera caminando. Lo que a Zorro y a Principito les pareció extraño.
"Tal vez lo sabe" pensó Zorro.
"Sabe que lo estamos esperando" Pensó Principito. No pudo evitar frustrarse al pensarlo pues, no habría valido de nada dormir en la mañana con la castaña cuidándolos ,las noches como la de ayer se volverían a repetir ,permaneciendo despiertos ante cualquier sonido ,dejándolos agotados y débiles.
Entre las hojas pudo divisar unos pies, algún tipo de calzado que Zorro desconocía y que no le importaba conocer, quería ver el rostro, aquel que los observaba en la oscuridad de aquellas noches siempre vigilándolos, unos zapatos no le bastaban, estiro su cabeza lentamente tratando de no hacer ruido, pudo divisar unos cabellos "¿son marrones o rojizos?", le costaba ver el rostro, la oscuridad de la noche le impedía.
Su perseguidor se detuvo, otros pasos se hicieron presentes, aquello tomo por sorpresa a Principito y a Zorro, pero entonces lo comprendieron, no era una persona quien los vigilaba, fueron muy ingenuos al pensar que solo era una, pues era más que claro, una persona no podía estar en varios lugares. Principito no pudo evitar enfadarse consigo mismo, debió de haber previsto aquello, pero ya era tarde, ahora se encontraba escondido ante aquellos tres desconocidos. Quienes podrían saber aquel plan, que ahora era un completo fracaso, había caído en una trampa.
Pronto aquellas tres personas comenzaron a dirigirse en direcciones opuestas, al parecer seguían buscándolos aunque la situación parecía ser complicada tenían una pequeña esperanza, Principito tuvo otro plan y tan pronto como aquellos sujetos se dispersaron, comenzó a seguir a hurtadillas a unos de estos .Zorro lo seguía por detrás.
Era bajito, manos pequeñas, cuerpo pequeño y cabello negro algo corto. Le recordaban a alguien pero no lograba saber a quién sin embargo, no le resultaba extraño, había conocido a muchos con esas características.
Pronto ese alguien, al parecer pudo detectarlos, al girarse bruscamente y caminar a su dirección, donde Zorro y Principito permanecían escondidos. Zorro se apresuró a escabullirse por detrás de aquel sujeto, sin ser notado cuando ya se encontraba donde debía, Principito salió de las sombras, aquel sujeto se apresuró a correr a él con los brazos extendidos para finalmente abrazarlo y luego escucho sollozos, al mirarlo de cerca pudo distinguir que solo se trataba de una niña, ella lo dejo de abrazar para limpiarse los ojos con sus manos, Principito se arrodillo y la observo confundido. Quiso preguntar algo, quiso consolarla pero volvió a abrazarlo.
Zorro se acercó confundido y para luego comenzar a gruñir. No había duda, podría reconocer aquella presencia en donde sea. Principito también se dio cuenta de ello sin embargo, algo atrajo su atención, al observar de espaldas a aquella castaña, perderse entre los tantas casas, quiso correr tras ella, había algo que le asustaba de esta situación. Sin embargo aquellos pequeños brazos lo rodeaban, un llanto escuchaba y su nombre no recordaba.
—Rous— no supo a que había venido eso, pero su mente lo gritaba "Rous...Rousse". Sin embargo su grito se vio opacado por aquel llanto que se convirtió en una aterradora risita, que le era tan conocida. De inmediato quiso sacarse aquellos brazos, pero no pudo.
Zorro jalaba con sus dientes el overol marrón de la pequeña, sin embargo empeoro la situación haciendo que ella se aferre más a su amigo. Impotente sin saber que hacer corrió detrás de aquella castaña, no le gustaba la idea de dejar a su amigo con aquella cosa, pero también tenía el presentimiento de que algo malo pasaba asi que guiado por el miedo corrió sin el temor de ser visto. Encontró a un tumulto de gente, por un momento se sintió amenazado pero pronto perdió aquel miedo pues aquellas personas solo miraban en una dirección, con algunos susurro hasta que alguien grito.
—¡Que no escape!.
Pronto la masa de personas pareció alborotarse y a alguien lo tumbaron contra el asfalto, pudo distinguir un rostro de una persona adulta pero no le era conocida —no..no se equivocan—dijo aquel hombre con amargura —¡yo no hice nada!
No comprendía que estaba ocurriendo, observo a su alrededor tratando de localizar a la castaña, pronto pudo verla, estaba pálida y miraba a la nada. Trato de acercarse a ella sin embargo hoy no era su día de suerte.
—¡UN ZORRO! —grito horrorizada un chica de pelo rojizo, quien se encontraba detrás de el, pronto sintió que toda las miradas le recaían mientras escuchaba un montón de gritos.
Algunos trataron de agarrarlo, otros con palos o con diferentes objetos trataron de golpearlo, se escabullo entre los pies, asustado, pero no importaba donde se dirigía lo seguían. Quiso protestar pero solo alteraría más la situación, pronto encontró un refugio o al menos eso fue lo primero que pensó, al observar que se encontraba en un pequeño espacio entre dos carros, uno estaba volteado y el otro permanecía de pie, ambos se encontraban dañados con abolladuras y rasguños .El fricción entre estos emitía un horrible chirrido, mientras algunos cristales de los parabrisas caían sobre Zorro como si fueran pequeñas gotas de lluvia.