Sigues viva, y te duele, sabes que eres un cuerpo andante, sin sueños, sin metas, sin propósito en esta vida.
Te cuesta reconocerlo, pero aun eres cobarde, aun te duelen ciertas cosas, así que te propones a terminar con aquel dolor.
Instintivamente, cubriéndolo con "fue un accidente" buscas hacerte daño, no lo haces encerrada, porque la culpa te atormenta, pero me dirás ¿que cortarte con las llaves, tras presionarlo con tanta fuerza, no fue intencionado?.
Sabes que eres un estorbo, que cada cicatriz es una razón mas para dejar de existir. Te vuelves mas callada, ¿y es que, de que sirven las palabras, si todos son pensamientos vacíos que no dicen nada?
Nadie nota tu cambio, y si lo hacen, solo preguntan ¿como estas?, y la vieja respuesta "estoy bien" vuelve a convencerlos.
Te prohibes llorar, no quieres ser débil, pero es inevitable cuando te pones a reflexionar, así que te tienes que castigar, una lágrima, un nuevo "accidente". Las noches se vuelven mas largas, conforme las heridas mas grandes.
Mas y mas cicatrices se forman, menos cabello,mas arañazos, recordándote que eres un humano imperfecto, el peor de todos, son cicatrices vacías, porque de nada afectan tus acciones a este mundo de imperfecciones, y además, te recuerdan cada error, cada batalla perdida.
¿Por qué eres tan débil?