Expediente W

Capítulo 6-BA

La entrevista con Robbie no es nada fuera de lo común. Le hicieron las mismas preguntas que a Eliazar y todo coincide a la perfección. El chico se disculpa por haber faltado a su responsabilidad y sus padres lo reprenden por eso, mas no pasa de ahí.

Well… Supongo que hasta aquí llegamos. Sólo nos queda visitar la casa de los Marina antes de regresar a la oficina a ver qué más podemos encontrar –expresa Albus, cosa que parece no agradarte del todo.

–Detective, ¿cree que estamos yendo a un callejón sin salida?

–No del todo. Estamos aprendiendo más del criminal, que es lo más importante. El primero de sus crímenes siempre es el más descuidado. Aunque hayan pasado seis años, estoy seguro que algo hizo mal. –Sin más, los tres llegan hasta la abandonada casa de los Marina. Ahí, Albus se acerca a la puerta del sitio, misma que es la única entrada a la gran muralla de concreto que rodea la vasta residencia donde habitaba Caddace y su madre.

Usando un hechizo, el lobo consigue abrir la cerradura, y sólo con empujar la puerta, ésta se abre con facilidad.

–Menos mal es rara la bestia en Mozhikon que sabe usar magia –expresas, cosa que Linda refuta.

–Eso vuelve peligrosos a los que lo pueden hacer. –Esas palabras te dejan un mal sabor de boca, entrando todos al hogar y cerrado con llave por dentro gracias a otro hechizo de Albus.

El hogar de los Marina está destrozado por el tiempo. La hierva de lo que parecía ser un bello jardín está demasiado alta; el árbol que se haya en medio de éste ha crecido sin control alguno, tanto que ha alcanzado a filtrar algunas ramas dentro del hogar por medio de las ventanas del segundo piso; las paredes se hallan llenas de grafitis y están cayéndose a pedazos; el suelo está sucio, lleno de basura y de otras cosas que no parecen nada agradables a la vista, al igual que el olor es fuerte y quema las narices más sensibles.

Linda y Albus se tapan la nariz tan pronto se acercan a la morada, notadas barras de incienso en la barra de la cocina, por lo que vas y enciendes una, cuyo olor consigue apaciguar el olfato de tus compañeros.

–¡Vaya sitio! Parece un lugar embrujado –comentas con algo de sarcasmo.

Maybe it is. –Lo dicho por Albus suena un tanto real, más porque su expresión es un tanto seria y no deja de ver los alrededores. –Rii! –conjura el lobo, creada sobre su pata superior un haz de luz que ilumina los alrededores, visto que hay varios grafitis y mensajes escritos en la pared. Varios símbolos que representan al cazador están por doquier, al igual que cosas como: «Muerte a la maldita gacela», «Merecida muerte», «Fuera las bestias», «Abusadora», «Una sociópata menos» y «Anthropos».

–¡Qué lindo poemario! –expresa Linda al ver todo, aunque se detiene al ver la última palabra.

–¿También lo notaste? ¿Qué demonios significa? –pregunta Albus al ver que a Linda también le llamó la atención aquello, a lo que la mujer le toma una foto y Albus prosigue hacia la habitación de Caddace, seguido por ustedes.

Ahí, como si fuera un cuento de horror, la habitación seguía destruida. La escena parecía no haber sido limpiada después del siniestro, con excepción de los restos de la joven. La madre, como no deseaba regresar a esa casa, pidió que la dejaran así como estaba. Pues, tal vez, mantenerla como la dejó el monstruo que asesinó a su hija le daría pauta a los detectives de encontrarlo. El hogar fue abandonado y la habitación dejada con las manchas de sangre y todo, aunque con los años malvivientes han entrado y robado todo lo que tenía la chica, contaminando la escena.

–El sacrificio de Agatha fue en vano –dices al ver el desastre, las múltiples pisadas y los cajones desacomodados y vaciados.

–Tal vez no del todo –dice Albus al acercarse a la cama, pues nota que está movida y hay algo debajo del colchón que reposa medio encima de ésta.

Al tomar el papel, éste lo lee y hace un gesto de pensamiento, lo que intriga a ustedes un poco, pues sigue leyéndolo como si fuera importante.

–¿Qué es, Albus? –cuestiona Linda, a lo que el lobo regresa un tanto impresionado.

–Un boleto de avión hacia Angraterra. Sí fue usado. Está sellado. Ella colocó sobre él: «Mi primer viaje». Interesante. –Linda se acerca a él con una bolsa para evidencias y lo colocan dentro. Después, Albus lanza la luz conjurada al centro de la habitación, Linda te pide retroceder con ella al lado y entonces el lobo comienza a conjurar. –Zualankú, ripridh iv diar. Dio lae luxoux fenten bem qi pakdia daxae! Youxhavae! –Un círculo mágico se dibuja con luz debajo del lobo. Un poderoso viento comienza a rodearlo, volando hojas y otros objetos del suelo a su alrededor, alborotadas algunas ramas que apenas y estaban consiguiendo entrar a la habitación.

Te cubres el rostro del viento al ver todo esto, revelado entonces la figura de Caddace hecha luz, como si estuviera ahí frente a ustedes.

–¡No puede ser! ¿Cómo…?

–Es un hechizo nuevo. Está prohibido usarlo en Angraterra porque no es preciso. Esperemos no nos falle esta vez –explica Linda, nerviosa al observar aquello.

La proyección entonces muestra una risa maliciosa, a la par que comienza a desvestirse, como si incitara a una persona que no es posible distinguir por el momento, concentrado Albus en el conjuro, sin abandonar su posición al otro lado de la habitación.

C’mon! Show yourself! –En eso, la sangre seca del suelo se reúne frente a la chica y forma la figura de un joven humano que parece ser humillado por la gacela, el cual besa sus pies, desnudo. Todos son testigos de como parece haber una especie de encuentro intimo entre ambos, donde Caddace era sin dudas quien dominaba y humillaba al joven, hasta que aquel es relegado a abandonar el lugar, deshecha la figura al salir de la magia.

Es ahí cuando algo extraño sucede. Caddace voltea hacia la ventana y algo parece ocurrirle. Un rostro de horror es mostrado al momento, como si hubiera visto algo inenarrable. La joven retrocede, cae y se retuerce en el suelo, quedando sin vida y acabándose el hechizo.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.