Experimento A #1

Capítulo 4

Leah

 

Mi conciencia no me dejaba en paz y eso me estaba dando mala fractura, me frotaba los dedos con la mano derecha para tratar de tranquilizarme pero ni eso funcionaba, estaba rogando que llegase el tiempo de nuestra medicación porque no creo aguantar una hora mas

 

--Leah…-- la voz de Evan a mi lado resonó como un susurro asustándome—oye ¿estás bien?—asentí sin mirarlo, seguía mirando al piso con la mejilla apoyada en mis rodillas

 

--Pues no lo pareces—soltó Ezra-- ¿Qué?, no me mires así—mire por el rabillo del ojo como Axel lo miraba mal, soltó un bufido y me señalo—bueno vale, lo capto, lo siento Leah ¿necesitas algo?—negué con la cabeza

 

Cerré los ojos por un rato, no iba a dormir y aunque me lo propusiera no podría, las pastillas para la ansiedad hacían un efecto peculiar que me hacía tener sueño. Mientras que yo me hacia la dormida podría escuchar, por primera vez, a Evan hablar con los chicos

 

--¿Tú crees que este bien?—pregunto Ezra

 

--No lo sé, de repente paso de estar emocionada a estar muy seria-- ¿el… me había estado viendo todo ese momento?

 

--Tal vez tiene bipolaridad—opino el castaño

 

--No, no lo creo—pude sentir la mirada de Evan en mí—tal vez…

 

Se calló de golpe cuando se escuchó el abrir de la puerta y el repiqueteo de unos tacones, asustada me incorpore estirando las piernas y poniendo mis manos alrededor de mi estómago. Tampoco me gire por las miradas que tenían los tres sobre mí.

 

Cuando estuvo lo suficiente cerca pude sacar el aire que retenía mis pulmones al ver la figura de la señorita Elena que no parecía tener una pizca de felicidad

 

--¿Tienes cinco segundos para decirme por qué estás aquí de nuevo?—abrí la boca, pero ella me callo—y tu jovencito Evan tampoco debería estar aquí ¿es que aquí nadie consulta con los doctores o qué?—Evan miro a Elena como si fuera una persona divina que lo salvaría—y ustedes dos—los chicos dieron un respingo al escuchar su llamado-- ¿otra vez los atraparon?—Axel enrojeció y Ezra la miro divertido

 

--Bueno no tengo mucho tiempo, tienen la fortuna que la directora no se encuentra—fruncí el ceño, saco un papel de su bolsillo y ahí fue cuando note la pequeña bolsita en su mano izquierda—a ver… Ezra dos pastillas de haloperidol ¿tanto? ¿Cuándo te aumentaron la dosis?—pregunto sorprendida al mismo tiempo que el chico sacaba dos pastas y se los tragaba de golpe

 

--Sino no me dejara noqueado, señorita Elena—no sé qué me sorprende más el hecho ella conozcan a todos o que yo me sienta despechada, creí mal al pensar que yo era su favorita, sabía que ella atendía a casi todos en el internado pero no sabía que Elena tenía otros favoritos

 

--Axel una de Reboxetina—este se levantó y bebió un poco de la botella que le ofreció la enfermera. Y si no estoy mal eso era un antidepresivo, o sea que si mis teorías no están mal. Axel tenia depresión pero eso no explicaba la razón por la que no hablaba

 

--Serotonina para Evan—este se levantó y se tragó la pastilla que le ofrecía—contigo hablare luego—el asintió y se volvió a sentar

 

Y como era obvio que me tocaba a mí, me levante antes que nombrara mi medicamento, agarre el bote, saque la pastilla y me la trague. Me voltee para irme pero la señorita Elena agarro mi mano para hablarme al oído

 

--No te preocupes, ellos no te harán daño, te lo prometo—asentí dispuesta a irme de nuevo pero me detuvo—a mí no me ignores jovencita, ¿Qué tienes?

 

--Ansiedad, sueño, ganas de morirme ¿quieres que siga?—puse los ojos en blanco, la señorita Elena me miro sorprendida, me jale de nuevo pero no me dejo ir-- ¿me puedes dejar de una vez por todas?—le dije enojada

 

Ella me miro con ojos muy abiertos, después carraspeo y me dejo el brazo; hasta que hizo eso no había notado que apretaba lo puño y al abrirlos note como mis uñas habían atravesado la piel de mis palmas y ahora tenían sangre. Maldecí en voz baja

 

--¿Quieres que traiga para curártelo?

 

--No—solo quería dormir, y olvidarme de mis problemas por unas horas—pero cuida de Summer—sin esperar respuesta me fui a sentar de nuevo

 

Elena se fue a los minutos diciendo que vendría en la mañana antes de nuestras clases para sacarnos, no sé si asentí o los otros respondieron porque tenía la cabeza llenas de tanta cosas que en cualquier instante iba a explotar.

 

Ezra no tardo en dormirse con la cabeza en el regazo de Axel mientras él le acariciaba el pelo con una sonrisa, él tampoco tardo en quedarse dormido. Al parecer a Evan le daba insomnio o algo parecido porque no parecía que iba a dormir.

 

Yo dormitaba y cada vez que mi cabeza se iba para adelante me despertaba de golpe, a este paso no lograría dormir una hora seguida.

 

Hasta que sentí una mano en mi nuca jalándome hasta su regazo, alce la mirada sorprendía y a la vez asustada encontrándome con sus ojos grises.

 

--Duérmete—demando con su característica voz grave pero suave a la vez

 

--Pero… tú… -- si mejor me callo, estaba demasiado nerviosa como para hablar

 

--Duerme, yo dormiré más tarde normalmente no me da sueño a estas horas

 

Voltee la cabeza mirando a la pata de la mesa, eso era mejor que mirarle la cara, eso de tener la cabeza en el regazo de un chico… jamás creí que viviría para hacerlo, generalmente siempre lo leí en los libros y ahora lo estoy viviendo en carne propia

 

¿Estaré siendo de esas chicas que viven un romance de libros?

 

<<Que ridiculeces dices, ahora cállate y duérmete>>

 

Un suspiro tembloroso sale y cierro los ojos quedándome dormida enseguida




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