Como me es de costumbre, me levanté temprano para iniciar mi rutina de ejercicios matutinos.
Estaba por salir de casa, cuando siento mi teléfono vibrar. Se trataba de Katy, mi mejor amiga desde la universidad.
Contestó y una voz escandalosa sonó para mis oídos
- ¡Buenos días Liam! ¿Como estas?
- Buenos, estoy bien y por si no sabías estaba apunto de salir a hacer ejercicios hasta que me interrumpiste
- Aún no entiendo para que haces ejercicios si estas en muy buen estado, además eres alto, rubio y delgado. ¿No crees que ya estás bastante bien?
- Siempre es mejor mejorar. Pero ve al punto ¿Para qué me llamaste?
- Te llame para decirte que te tengo una oferta
- ¿Que quieres decir con "oferta"?
- Bueno, resulta que en laboratorio estamos poniendo a prueba los nuevos robots de inteligencia artificial. Por lo que necesitamos a una persona para que conviva con el robot día y noche, por esa razón te llamé, como se que te gusta hacer cosas nuevas . Te ofrezco está experiencia
- Suena bastante interesante, pero debo de pensarlo ya que en pocas palabras estaría viviendo con un robot
- Por supuesto, tomate tu tiempo para darme una respuesta
- De todas formas gracias por ofrecerme está oportunidad
- No hay de que, ahora si me disculpas debo de seguir trabajando. Nos vemos
- Sí
Colgué la llamada y guarde mi teléfono, para asi poder comenzar mi rutina.
Mientras trotaba, pensaba en la oferta que Katy me había dicho. La verdad es que si era algo bastante nuevo y sin duda sería algo de lo más loco para mi, pero el tener que vivir con un robot que ni si quiera está completo, sería algo demasiado arriesgado.