Muy pronto seria la hora de comer y no tenía tiempo que perder, por esa razón en vez de ir a hacerlo en la mesa simplemente me senté en el piso para ahorrar tiempo. Frente mío se encontraba un cubo de madera, yo ya había medido su ancho, altura y saque su peso, esos datos debían ser más que suficientes para lo que quería lograr.
Tomé una hoja que se encontraba cerca mío y con un lápiz hice algunas anotaciones, acto seguido comencé a buscar una calculadora para sacar cuentas.
-¿Buscas esto?- Pregunto una voz a mis espaldas.
Giré mi cabeza y vi a mi mayordomo, S19, sosteniendo una calculadora en su mano. El solo era tres años mayor que yo, pero en ocasiones actuaba como todo un adulto.
-Necesito que me entregues eso- Ordene mientras me acercaba para arrebatarle el dispositivo, pero fue inútil, la diferencia de altura entre los dos era grande. Ni saltando podía alcanzar la calculadora y él solo tenía que alzar su brazo, era tan injusto.
-Amo Aleister usted ya cumplió los 6 años. Tiene que ser capaz de realizar cálculos como esos sin ayuda de esto-
Sin rendirme seguía intentando alcanzar la calculadora, aunque cada vez parecía más inútil -Para que se inventaron si no es para usarlas- Replique.
-Este caso es diferente amo. Tiene que lograr mejorar su velocidad de cálculo o nunca pasara de la capacidad 7-
Sin otra opción cumplí con lo que me dijo, me volví a sentar en el piso y usando mis dedos saque las cuentas para poder usar mi habilidad estrella –Uno, dos y tres.- Conté para obtener el resultado final, una vez conseguido me levante muy emocionado y le mostré la hoja a mi mayordomo –Mira S19, ya logre sacarlo-
El ojeo la hoja –Excelente, ahora intente activar su habilidad-
Con el resultado plasmado en mi mente pase a concentrarme en el cubo de madera, me concentre y me concentre, pero nada ocurrió. Me voltee para ver a S19 –No pasó nada- Le informe triste y con ganas de llorar.
Se me acerco y me froto el pelo con una sonrisa –No tiene de que preocuparse. Estos errores son típicos de cualquier persona que está aprendiendo – Me arrebato el lápiz de la mano y me mostro los errores que había cometido.
Claro que no iba a ser tan fácil, solo me mostro los errores, pero yo tenía que volver a hacer los cálculos para repararlos.
Una vez que hice todo de nuevo me percaté de que el nuevo resultado era totalmente diferente al anterior. Con ese nuevo número en mi mente me concentre en el cubo y de un segundo a otro este desapareció.
Muy sorprendido me acerque a donde se supone estaba el juguete, pasa mi mano por el aire y nada, no había nada. El cubo había desaparecido del espacio físico.
De repente se podía escuchar el tintinear de una campanilla, eso significaba que ya estaba lista la cena –Ahora podre mostrarle mi avance a mi padre- Exclamé muy contento –Muchas gracias- Le agradecí a mi sirviente antes de salir corriendo al comedor.
Una vez que toda la familia estaba sentada en la mesa los sirvientes comenzaron a traer la comida. Las cosas no fueron como me las imagine, todo el rato mi padre se encontraba hablando con mis dos hermanos mayores, mi madre charlaba con mi hermano menor. Y Bernardo, el tercero en nacer, se encontraba jugando un videojuego en su Tablet.
A Bernardo no le molestaba tanto que nuestros padres nos ignoraran, él siempre estaba metido en sus asuntos y sin la presencia de nuestros progenitores solo tenía más tiempo para hacer lo que quería.
Luego de que la cena haya finalizado intente acercarme a mi padre para mostrarle lo que había aprendido –Ahora no, estoy ocupado- Ni siquiera se volteo a verme cuando respondió.
No iba a dejar que se me volviera a escapar así que seguí insistiendo, pero él simplemente me ignoraba, estaba a punto de tomarlo de su traje para que se detuviera, pero su sirviente me lo impidió colocándose entre nosotros dos –Lo siento amo Aleister. Pero su padre tiene trabajo que hacer-
Me regrese corriendo para encontrarme con S19, él intentaba consolarme mientras estaba a su lado –No te preocupes. Tú tienes que seguir concentrándote en mejorar, de esa forma podrás ganarte la atención que tanto anhelas de tu padre-
Desde ese momento me mentalice la meta de volverme superior a todos mis hermanos, incluyendo a los dos primeros. Y de esa forma mi padre no tendría más opción que prestarme atención.
Martes 12 de diciembre – 7:00 AM.
Me desperté de golpe. Quise observar por mi ventana los rayos del sol, pero me llevé la sorpresa de que no había ninguno, el cielo se encontraba totalmente nublado.
Esta vez había tomado precauciones y en vez de dormir en ropa interior decidí colocarme una remera y unos pantaloncillos térmicos. Pero al despojarme de mis sabanas todavía podía sentir un poco de frio.
Busque la misma ropa que use el día anterior y fui directo a la cocina. El reloj del refrigerador marcaba las 7:05 am –Mis clases empiezan recién a las 10:00 am- me dije a mi mismo.
No me molestaba en lo absoluto haberme despertado temprano, de hecho, era justo lo que quería. Encendí mi laptop y la conecte a las cosas que Ari me trajo ayer, me troné los dedos –Veamos qué tan útiles son las clases de programación- Acto seguido comencé a escribir renglones y renglones de códigos, cualquier cosa que no entendiera o tuviera dudas las buscaría en internet.
Al tiempo que me encargaba de esta tarea podía escuchar como Ari veía series en mi televisor y les hablaba a los personajes creyendo que estos podían escucharlo.
Un rato después de comenzada mi tarea Ari se me acerco -¿Qué significa esto de aquí?- Me pregunto señalando un punto titilante en mi calendario electrónico.
Yo tomé el calendario e hice clic en el punto –Es un recordatorio- Respondí, y uno muy útil ya que me había olvidado de que hoy tenía clases de educación física. Era una molestia tener esas clases, pero no me quedaba de otra. Tendría que terminar esto antes de lo esperado para buscar mi uniforme de ejercicio.
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Editado: 22.06.2022