El Secuestro 1.

Hace varios meses un suceso muy extraño y peculiar le daría una vuelta de 180 grados a mi vida. Me encontraba tranquilamente en mi casa planeando como me vengaría de mi familia y del clan que tanto odio, pero en ese momento un extraño ser se manifestó en mi cocina. Como él no tenía ningún recuerdo en su memoria decidí llamarlo Ari por Aristóteles.

Él fue muy insistente con pedirme ayuda para encontrar a sus hermanos ¿Por qué tenía que ser justo yo? Que molestia, al principio me negué rotundamente ya que no quería tener nada que ver en eso, solo quería llevar acabo mi venganza. Pero cuando él quiso hacer un trato cambie de opinión, uno que termine aceptando gustosamente; el me ayudaría a cumplir mi venganza y yo debería ayudarlo a encontrar a sus hermanos.

Al principio no sabía cómo carajos encontrar a sus hermanos ¿Cómo se veían? ¿Qué los distinguía? Al principio Ari tampoco lo sabía, solo podía sentir a sus hermanos y no era mucho, pero fue un buen principio.

Los días pasaban y a la par que yo planeaba mi venganza él de a poco iba recuperando fragmentos de su memoria. Lo primero que recordé fue algo crucial ¿Qué era él? ¿Qué eran sus hermanos? El chico se reconoció así mismo como un “aspecto”, un ser de un plano de existencia superior con habilidades peculiares que se manifestaron aquí con un propósito, y Ari no era cualquier aspecto sino el líder de sus hermanos.

Lo segundo que recordó fue mucho más útil, sus hermanos se manifiestan solo frente a personas que no poseen habilidades estrellas y estos le otorgan una habilidad ¿Por qué eso no aplico conmigo? Eso todavía no lo sé, pero ya tenía una base más firme para buscar a sus hermanos. En mi colegio eran contados los alumnos sin habilidades estrella por lo que si uno de sus hermanos estaba con un alumno de mi escuela sería fácil encontrarlo.

El tiempo paso y tuve complicaciones con mi venganza hasta que hace poco, por fin, después de muchos meses encontré a uno de los hermanos de Ari, su nombre era Casiopea y así como Ari se identifica como el Aspecto Celestial, ella lo hacía como el Aspecto de las Constelaciones.

El día que la conocí ocurrieron varias cosas, pero luego cuando todo se calmo logre hablar más a profundidad con ella. Casiopea tenía más recuerdos que su hermano mayor y no iba a desperdiciar eso.

-Primero ¿A cuántos hermanos más me faltan encontrar?-

Me encontraba sentado en la mesa de mi living, frente mío se encontraba Casio y a su costado estaba Sarah, a mi costado estaba Ari. Sebastián no podía ver al aspecto de las constelaciones, pero no le parecía raro verme hablar con el aire ya que en el tiempo en el que yo estuve inconsciente Ari le conto sobre todo eso a Sebas.

-Si mal no recuerdo para esta misión en particular vinimos cinco –Respondió ella.

Ari se exalto al escuchar eso –Oh sí, sí. Recuerdo eso, vinimos cinco aquí-

Hace tiempo llevaba pensando en estas preguntas por lo que yo solamente tenía que repetir lo que estaba escrito en mi mente.

-¿Qué otra forma existe para que sepa dónde puede haber un aspecto?-

-Lastimosamente la forma que te dijo mi hermano es la única. Antes de venir Ari eligió a todos los receptáculos con los que nos conectariamos, pero al parecer no los recuerda-

Al escuchar eso observe furioso a Ari, él estaba totalmente despreocupado a mi lado mientras yo hacía todo el trabajo. Y mientras más indagaba más me daba cuenta de que él era contraproducente.

-¿Qué sucede? –Me pregunto al ver mi cara.

Tomé aire –Nada –Tenia que concentrarme.

Volví a mirar a Casio y golpeé la mesa con mis puños -¿Por qué Ari no recuerda nada? ¿Por qué tu recuerdas más que él?-

El aspecto de las constelaciones pensó la respuesta unos segundos, pero parecía que no podía recordarla –Deja que yo te lo explico, ella me lo explico a mí-

La cara de Casio mostro alivio al ver cómo era salvada por su ¿amiga? La verdad no sabía bien cuál era su relación. Mi atención cambio hacia Sarah y ella comenzó a explicar.

-Ella tampoco recuerda cuál es su propósito…-

-Sé que cuando todos mis hermanos estén reunidos lo recordaremos –Interrumpió Casio.

Continuo Sarah -…Pero el punto de que no recuerden su propósito es ser imparciales, ellos voluntariamente se despojan de sus recuerdos para de ese modo lograr ser lo más objetivos posible al momento de tomar una decisión-

Eso si no me lo esperaba -¿Qué decisión? –Pregunte interesado.

-Lamentablemente ella tampoco recuerda eso-

Volví a observar a Ari por un segundo y pensé si sabría esa respuesta, pero rápidamente deseche esa idea. Es un inútil.

-¿Y por qué Casio recuerda más cosas que yo? –Pregunto el aspecto celestial como un niño celoso.

Su hermana se levantó de su asiento y se acercó para poder tocar su cara –Eso es porque las estrellas me cuentan cosas-

Esa interacción me pareció rara y la forma en la que lo dijo me produjo un escalofrió. Tampoco entendía bien cuál era la relación de ellos dos, se supone que son hermanos, pero solían actuar un poquito raro, o distinto, mejor dicho, en esta ciudad muy pocas cosas pueden llamarse raras.

Sarah noto mi cara de incertidumbre y confusión –Básicamente es su modus operandi-

Yo acepté esas palabras y no quise indagar más en el tema.

Viernes 14 de agosto – 22:47 PM – Cuarto Distrito.

Dentro de la limusina el conductor cumplió la orden de la chica –Su padre está muy orgulloso señorita, dice que el espectáculo fue todo un éxito-

-No podía ser para menos, estuvimos una semana entera preparándolo –Respondió Margarita Roselef Royal, la única hija del presidente de Royal Company. Sentada al fondo de la limusina bebiendo agua.

Sorpresivamente el conductor se encontró con que la calle por la cual conducía estaba cortada por lo que esto provoco que se detuviera de golpe. Margarita se percató de esto -¿Qué sucede? –Indago confundida.