Experimento Auroa 2: Alba

Nebula Trail 3.

De repente mis ojos se abrieron, maldita sea no tenían necesidad de abrirse ¿Por qué lo hicieron? Ser absorbido por la oscuridad era mejor. Me tomo algo de tiempo darme cuenta de mi alrededor, estaba acostado en una cama, con agujas que conectaban mi cuerpo con extraños líquidos y al costado una máquina que no deja de hacer el mismo sonido “bip, bip”. Ignorando el resto volví a cerrar mis ojos -¡Oye!, vi que abriste los ojos- esa es la voz de Alba la que se dirigió a mí. Yo intente ignorarla, pero al hacerlo ella comenzó a picarme la cabeza con su dedo índice –Vamos despierta –cedi ante tal molestia y me vi obligado a volver a abrir los ojos -¿Qué pasa?

-¿Por qué te entregaste a la muerte?- me pregunto molesta.

-¿Por qué el mundo es tan estúpido de mantenerme con vida?

-Al menos esto sirvió de algo. Algunos doctores estudiaron tu cuerpo mientras estabas “muerto” y descubrieron una o dos cosas interesantes – me informo ella.

-Guárdatelo Alba, sinceramente no me interesa -Ella ignoro eso último que dije y continuo hablando de forma muy molesta, o para hacerme la contra tal vez -Mientras peores sean tus heridas, tu cuerpo se adaptara para curarse más rápido. Antes si tardabas una hora en recuperarte ahora solo tardaras 15 minutos.

-¡¿Se triplico la velocidad?!- pregunte alterado. Ella inclino la cabeza para responder afirmativamente –Así es- Tome la almohada de debajo de mi cabeza y la coloque sobre mi rostro, acto seguido me puse a gritar. Por esa razón no me interesaba saber que descubrieron esos doctores, ahora sé que me curo el triple de rápido ¡Maldición! En ese instante un foco se prendió sobre mi cabeza así que deje de gritar <Cierto, el chico pellirrojo dijo que podía ayudarme. Tenía que juntarme con él hoy a la tarde> separe la almohada de mi rostro y me levante de la cama -¿A dónde vas?- Me pregunto Alba sorprendida mientras se levantada de su silla a la par que yo de la cama.

-Tengo que encontrarme con alguien- conteste.

-¿A estas horas de la noche? -Escuchar esa pregunta hizo que todo mi cuerpo se paralizara, fue como un clavo incrustándose en mi cerebro. Me gire para mirarla de nuevo a Alba  -¿Hoy es martes verdad?-

-Así es.

-¿Qué hora es Alba?

-Son las 11:26 PM ¿Por qué? - La respuesta hizo que el clavo en mi cerebro se incrustara todavía más adentro. Si salimos del colegio por las 9 am y por las 10 am investigamos el laboratorio significa que estuve durmiendo como por 13 horas. El chico pellirrojo vive cerca de mi departamento, todavía podría ir a buscarlo. Con eso en mente me arranqué todo lo que tenía conectado al cuerpo y fui en dirección a la puerta del cuarto –No deberías irte Bruce, todavía no estas curado del todo.

-No me interesa, la maldición que me diste hará el resto ¿No es asi? -estaba frente a la puerta, quería abrirla, pero mi mano no respondía, no sé qué estaba pasando, pero no podía moverla –El de arriba dijo que no podías irte hasta que estés completamente curado-

-Él ni siquiera está aquí. No pasara nada – dije intentando ignorarla. Repentinamente sentí como un montón de hilos giraban alrededor de mi cuerpo para luego aferrarse con fuerza. Los hilos me levantaron del suelo y me llevaron en dirección a mi cama de nuevo –Lo siento Bruce, ordenes son ordenes- dijo Alba mientras los hilos me colocaban en mi cama, luego estos se aferraron a mis articulaciones para impedir que me moviera.

-¡Maldición Alba! Por… por favor, maldita sea –sentía una gran impotencia, lo única que parecía que podía hacer era llorar, tenía ganas de hacer eso. Siempre fui impotente ante todo lo que sucedía en mi asquerosa vida de mierda, por eso ya no tenía lágrimas para llorar. Para mi sorpresa mi compañera se acercó a la cama para arroparme -No eres el único con cosas en juego –sin nada más que hacer simplemente volví a cerrar mis ojos para descansar contra mi voluntad.

 

No sabía cuántas horas habían pasado yo, intentaba verle el lado positivo a la situación pero eso nunca fue mi fuerte. Alba seguía sentada al costado de la cama, esperando a que me recupere. Después de pensar un rato por fin se me ocurrió algo de qué hablar –Al menos detuvimos a esa bestia- susurre sin energías para hacer nada.

-No lo creo, luego de que te atacaran fui a ayudarte y ella escapo. Aunque muy mal herida.

-¡¿Por qué mierda hiciste eso?! Que tonta.

-No sabía con claridad si estabas vivo o muerto, tenía que hacer algo. <No llevamos ni una semana de conocernos, no debería apegarse tanto a mi> pensé, además eso me hizo dudar sobre el poder que me entrego, en varias ocasiones probé que en serio mis heridas se regeneraban tanto ¿Pero hasta donde llegaba la confianza de ella por ese poder? Después de eso hubo un silencio incómodo, a mí no me importaba, prefería que se quede así el ambiente -El lado bueno es que logramos saber a qué nos enfrentamos- dijo ella volviendo a romper el silencio <No me vengas con lados buenos ahora> aunque lo pensé no le dije eso –Dime el resumen.

-Todo comienza cuan…-

-El resumen te dije -ella se quedó pensando unos segundos, seguro estaba simplificando todo en su mente para contármelo -Pues hace dos semanas en…

-El resumen nomas- me pareció un poco divertido molestarla, era lo mínimo que se merecía y lo único que podía hacer para vengarme, la mejor parte es que ella no se daba cuenta que se lo decía en broma -Básicamente en el laboratorio al que fuimos hacían experimentos para que una misma persona pudiera usar dos habilidades estrella a la vez. Y de tanto experimentar algo salió mal, dando como resultado a esa bestia que ingiere mucho ADN de su presa para transformarse y copiar sus poderes -Eso fue mucho más que un resumen, pero lo dejare pasar.

 

 

 

Miércoles 16 de septiembre

 

Estaba durmiendo relativamente tranquilo cuando Alba me despertó -¿Qué sucede?- Le pregunte confundido y con sueño -El doctor acaba de irse, dice que ya estas sano- no sabía si considerar a eso algo buen o malo, así que simplemente no lo considere como nada. Alba abandonó la habitación para que yo pueda cambiarme -Puedes ir a la escuela si quieres- ese comentario me descoloco, de nuevo no sabía qué hora era, como mínimo podía suponer que ya era miércoles -¿Qué hora es?- le pregunte mientras me sacaba mi bata de hospital y buscaba mis boxers entre toda ropa doblada del armario -Son las 8:12 am del viernes- me respondió del otro lado de la puerta. Iba a llegar, pero muy tarde a la escuela, no es como que sea la primera vez, aparte no tengo nada más que hacer así que iré a la escuela buscare a…creo que se llama Juan y me disculpare por no haber podido ir ayer.




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