Un cierto chico lleno de determinación (Nebula Trail) 1.

Domingo 20 de septiembre.

El reloj ubicado en la mesa de noche al lado de mi cama comenzó a sonar, mi hermoso sueño comenzó a desvanecerse de mi cerebro y mi cuerpo cambiaba de posición en la cama en un intento de buscar la mejor forma de no escuchar ese molesto ruido. Sin embargo, rápidamente recordé lo que sucedería si no respetaba los horarios, si llagaba aunque fuera solo 5 minutos tarde el supervisor me haría parar bajo el sol sosteniendo dos baldes de agua, o peor, haría que me arrodille sobre arroz por una hora. Esos traumas del pasado fueron el combustible necesario para que mi cuerpo obtuviera toda la energía necesaria para que me despertara.

Una vez de despierto lo primero que hice fue apagar la alarma del reloj, observe la hora y todavía tenía 15 minutos antes de que comenzara el desayuno por lo que sin perder tiempo me levante para sacarme el pijama y ponerme la ropa que deje preparada para hoy. Mientras me vestía observe el espejo de mi armario y una pregunta llego a mi mente < ¿Cómo se encontraran Julián y Azul?> ayer antes de que me fuera a dormir recibí un mensaje del Dr. Damián informando que ellos se encontraban hospitalizados por un incidente que hubo en la fiesta, no es un muy buen mensaje para antes de dormir.

Ya con mi ropa casual comencé a caminar por los pasillos de mi dormitorio, tanto a la izquierda como a la derecha se encontraban puertas con habitaciones de distintos estudiantes de diferentes escuelas. Mi objetivo era la sala al final del pasillo, era un gran comedor y al acercarme ya podía escuchar las voces de varios presentes.

Retire mi almuerzo como cualquier otro, específicamente tenía una taza de café bien negro con dos facturas y un sándwich de ternera –Ohh me muero por comer esto –me dije a mi mismo logrando imaginar en mi mente los sabores que me esperaban, con ese incentivo me apresure en buscar un lugar donde sentarme para comenzar a comer.

Una vez sentado abrí la bolsa de plástico que protegía el sándwich de ternera, podía observar la carne y hasta una rebanada de tomate salirse de entre los costados. Sin perder tiempo comencé a desayunar, aunque en medio de eso recibí una visita inesperada –Buenos días Noah –dijo una familiar voz a mis espaldas -¿Te molesta si me siento contigo?

-Claro que no gabi, siéntate y desayunemos – el chico de baja estatura se sentó a mi lado. A diferencia de mí, él tenía yogur con cereales y una ensalada de frutas -¿Y dónde está el mellizo mayor? Ehmmm nico ¿No es así? – le pregunte para intentar iniciar una charla. Si no me equivoco nico vive aquí y su mellizo menor vive en la residencia de Tomas.

-Él no lograba encontrar sus pantalones asi que me pidió que me adelantara – no pude evitar reírme ante ese comentario, aquel chico de pelo negro a mi lado era alguien muy inocente y escucharlo decir algo asi solo aumentaba mi carcajada.

-¿Y tú que tienes planeado para hoy? –quiso saber continuando la conversación.

-Oh…ehm…. –intente omitir la parte de que mis amigos se encuentran en un hospital, lo hice pensando en que a ellos no les gustaría que los demás se enteren –Me reuniré con Julián y Azul al mediodía y a la tarde tengo que encargarme de algunas cosas en el laboratorio.

-Eso suena muy atareado, yo también tengo muchas cosas de que encargarme en la oficina de la Fundación S.P.

-Siento que será un día largo asi que mejor nos ponemos las pilas –por algo teníamos desayunos como estos.

-Ay ¡Oye! Detente, no puedes golpear asi a alguien enfermo –las expresiones de dolor no paraban de salir de esa boca y no pensaba detenerme, a lo mejor de esa forma él aprendía a no ser tan estúpido.

-¡Estas enfermo de la cabeza nomas! – Exclame a la par que continuaba golpeando esa cabeza pellirroja con golpes de karate -¿Cómo vas a usar el activador a nivel 4? Me sorprende tu estupidez a veces. Mi mejor amigo separo su vista de mí y cruzo sus dedos –Es que tal vez no me di cuenta que estaba puesto en nivel 4 cuando lo use.

-¡Mentiroso! ¿Cómo no te vas a dar cuenta de eso? –ante ese inútil intento de mentirme lo único que provoco fue que mis golpes de karate aumentaran su potencia -¿En serio querías mentirme? Si te conozco.

-Bueno, escuche que en situaciones de riesgo las personas desbloquean un poder interno para superar sus límites. Y como justo estaba en esa situación pensé que al hacerlo mi cuerpo se adaptaría completamente al nivel 4.

-No eres el protagonista de ninguna serie o libro, solo eres un estudiante más en esta ciudad y puedes salir muy lastimado si haces esas cosas –tome aire para un regaño final –En serio Julián, no vuelvas a hacerlo.

-Lo siento mucho por preocuparte Noah, si quiero superar el nivel 4 lo hare con las pruebas del laboratorio y ya.

-Eso era lo que quería escuchar, ahora podre estar más tranquilo –mi mejor amigo se encontraba recostado en una cama de hospital y ahora que la situación se calmó me senté en un banco al lado de su cama -¿Y qué hiciste ayer a la noche? –quiso saber ese chico de pelo rojo.

-Estuve jugando la “Leyenda de Zemlya” y casi logro desbloquear el nivel secreto.

-¿Es joda? Cuéntame cómo descubriste como desbloquearlo. Esa información puede valer una fortuna.

-Jajajajaja pues veras me encontraba…

Terminé de revisar la información de este archivo asi que solo le di al botón de guardar y el archivo se cerró para mostrarme la pantalla de inicio de la tablet. Con mi trabajo ya casi completo por hoy me recosté en mi asiento mientras tomaba una bocanada de aire – ¿Ya casi acabas Noah? –el Dr. Damián se acercó a mí.

-¿Fui muy obvio? –pregunte a la par que soltaba una pequeña risa incomoda.

-Algo así jajaja.

-Tenemos casi el triple en comparación con la semana pasada –continúe con la conversación.

-Es que esta semana Julián alcanzo el nivel 4 por primera vez, se unió Azul y también Bruce. Con todo eso era normal que el trabajo nos aumentara mucho.