Experimento Auroa 3: Ocaso

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Se puede  pensar en la ciudad como un gran sistema de engranajes, todo funciona perfectamente hasta que descubres que un componente está fallando. Lo que se hace en estos casos es simple, se cambia el engranaje por uno nuevo. En esta situación pasaba lo mismo, el gobernador del noveno distrito ya lleva un tiempo haciendo cosas cuestionables, pero no fue hasta hoy que por fin la Alta Mesa Directiva decidió sacarlo del camino. Esa fue la explicación que nos dio el número 8 de la ciudad, Mercy, en su oficina.

 Aunque ese fuera el caso me molestaba mucho esa forma de actuar y no pude quedarme callado –Aunque ese fuera el caso, escuche de cosas peores que ocurren en otros distritos ¿Por qué no nos encargamos de eso primero?

La chica bien vestida con largas coletas en cada lado jugaba con un lápiz sentada en su escritorio mientras me respondía –Ohh chiquito, ese sentido de justicia da ternura –de repente ella dejo el lápiz quieto –Escúchame, los miembros de la alta mesa directiva están al tanto de “absolutamente todo” lo que ocurre en esta ciudad. El hecho de que algunas cosas malas sigan pasando es solamente porque ellos lo permiten,  algunos experimentos ilegales con métodos poco convencionales pueden dar mejor resultados de lo que imaginas. Y cosas por ese estilo.

No pude resistir y con mis dos puños impacte el escritorio de esa joven adulta –Entonces dejamos que las cosas malas pasen, y cuando no les gusten a ustedes recién nos encargamos.

La octava capacidad uno acerco su cabeza a mi rostro –Básicamente –Me contesto para luego mirar de reojo a mis dos compañeras a un lado.

Mis dientes y puños se cerraron de la impotencia, era tan injusto eso. Pero no podía hacer nada, era inútil revelarse ante este sistema e intentar eso, en el pasado revelarnos lastimo severamente a todo el grupo.

Las ventanas de la oficina comenzaron a cerrarse hasta dejar todo completamente a oscuras, una pantalla holográfica rosada se encendió en medio de la sala y todos los presentes comenzamos a observarla. Mercy se levantó de su asiento y se acercó a la pantalla holográfica –El gobernador Natsu del noveno distrito ya cumplió todo lo que mis superiores esperaban de él, en este momento él está usando su influencia para intentar liberar a un recluso del “Reformatorio de usuarios de HE”, no sabemos de quien se trata, tampoco sabemos el porqué. Pero eso no está en los planes y considerando la edad del gobernador lo mejor será que se retire del cargo-

Toda esa información entro de golpe en mi cabeza, necesitaba unos segundos para poder procesarla –Básicamente lo que quieres que hagamos es…

Sin poder terminar de formular mi oración un portal apareció debajo de mis pies.

-Suerte –Se despidió la chica de lentes subiendo y bajando sus dedos.

De un segundo a otro Tenki y todo el grupo Orión fuimos teletransportados, está ya no era la oficina sino que el piso de madera fue reemplazado por pasto y las ventanas cambiaron a un paisaje verde.

-¿Qué? ¿Dónde estamos? –Se preguntó Sarah acomodándose los lentes.

Mi otra compañera analizo su entorno -Hay pocos espacios verdes como este, debemos estar en la casa de alguien importante.

-¿Del gobernador Natsu? –Hizo una pregunta retórica Tenki a la par que observaba la gran mansión a nuestras espaldas, la gigantesca casa tenía un estilo algo antiguo.

Una voz resonó a la distancia -¡OIGAN! quédense donde están –La voz provenía de un hombre adulto vistiendo un traje negro y gafas de sol, acompañándolo varias hombres y mujeres lo seguían vistiendo la misma ropa.

Antes de que nos diéramos cuenta una gran cantidad de guardias de seguridad nos rodearon arruinando la paz de esa pradera verde. Todos ellos nos tenían apuntando con sus armas –Los canalizadores están activados –Dijo alguien en voz baja.

-Nos acompañaran para responder un par de preguntas. Esto es propiedad privada y no pueden entrar –Nos ordenó otro hombre de traje.

<Maldición, con canalizadores activados no podríamos utilizar nuestras habilidades estrella> Debía pensar otra manera de librarnos de esta situación, y rápido.

Mis oídos comenzaron a moverse ¿era Tenki? -Pshhh usa tu poder Sarah –Le susurro a mi compañera.

-¡Callense! –Replico una mujer con traje –Es hora de que nos acompañen.

-Usa tu poder –Le volvió a susurrar el chico a Sarah, gire mi cabeza para mirar a mi compañera. Sus poderes eran suprimidos por canalizadores era imposible que pudiera usarlos, por esa razón tenía una cara de confusión  ante esa petición.

Era obvio que los guardias querían saber cómo entramos, pero si no cooperabamos lo más probable era que nos mataran sin piedad.

Sin perder más tiempo el grupo en círculo de guardias que nos rodeaban comenzó a moverse, obligadamente nosotros tendríamos que movernos. Sin embargo antes de siquiera cambiar un pie de lugar mi compañera, Sarah, cerro sus ojos y grito -¡Tiren las armas al suelo! – El conflicto mental que se desarrolló en su cabeza concluyo y había decidido seguir la orden de ese chico.

Contradiciendo a sus cerebros, los cuerpos de los guardias arrojaron involuntariamente sus armas al suelo “¿Qué está sucediendo?  ¿Pero cómo? ¡Imposible!” eran algunas preguntas y dudas que surgieron en esas personas.

Aprovechando la situación, de forma muy astuta, Elena saco una canica de su bolsillo y la teletransporto intercambiándola por una de las armas, sin dudarlo ella lanzo el arma hacia mí –Agárrala Hell –El arma cayó en mis manos y me asegure de que estuviera cargada, afectivamente así era.

Nuestra compañera volvió a realizar esa acción dos veces más para que Tenki y Sarah también tuvieran un arma –Ahora vayan a dar vueltas alrededor de esta casa hasta que se desmayen –Con esa burlona orden los cuerpos de los guardias siguieron las ordenes de Sarah.

-jajajaj buena Sarah –Dijo Elena.

-¡Chicos! –Un poco distanciado de nosotros el chico sin pelo en la cabeza llamo nuestra atención.




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