Mis amigos Julián y Noah, mas Bruce se fueron a buscar los materiales que faltaban para terminar la decoración, decidí quedarme parada en medio del escenario esperando a que alguien más me pidiera ayuda, pero como eso no sucedió decidí sentarme. Fui al borde del escenario y salte hacia los asientos de la primera fila, el sonido del asiento rechinando cuando mi trasero lo impacto llamo la atención más de lo esperado.
-¿Qué estás haciendo Azul? –Me pregunto la profesora Ester al escuchar el ruido.
-Los chicos se fueron a buscar los materiales que faltan, así que me iba a relajar un poco hasta que volvieran.
La profesora bajita y regordeta escucho mi respuesta y me observo con una cara de decepción, ella se encontraba dándole indicaciones a Tomas y a los dos mellizos –Mejor ven a ayudarnos, así acabaremos mas rápido.
Ella era la profesora y a mí me costaba mantenerme como una buena alumna por debajo de Gabi, hubiera preferido quedarme sentada, me dolían las piernas de haber estado sobre esa escalera tanto tiempo. Sin más remedio volví a levantarme de mi asiento sin llevar más de 5 minutos sentada, camine a un costado del escenario y subí por las escaleras de madera hasta estar frente a la profesora y mis compañeros.
-¿En que los ayudo? –Quise saber intentando parecer alegre.
Un extraño sonido de un impacto seco resonó por todo el teatro antes de que la profesora pudiera explicarme en que ayudarla. Instintivamente mi cabeza giro hacia la dirección de dónde provino el fuerte impacto, el lugar en cuestión era la puerta del teatro y poco después de escuchar el fuerte ruido un extraño gas negro comenzó a filtrarse por la puerta.
Sin dudarlo dos veces después de ver ese extraño gas la profe Ester me dirigió la mirada -¿Estás haciéndome una broma con tus ilusiones?
Levante ambas manos a la altura de mi pecho y las sacudí a la par que movía mi cabeza –Por supuesto que no profe.
Ella señalo al gas totalmente negro que entraba cada vez más y más al teatro -¿Entonces qué es eso?
-No tengo la menor idea profe, yo no lo estoy haciendo.
-Azul no quieras jugar conmigo por favor, yo también pase por tu edad .
Ahí estaba ese aburrido sermón de adulto otra vez, la Dra. me dijo lo mismo hace dos días y ya estaba empezando a desarrollar un asco a esa frase.
-En serio profesora, eso no es una ilusión que yo este provocando –Volví a negar toda la posible relación que tuviera con ese extraño suceso.
-Ehm ¿Profe? –Uno de los mellizos intervino en la conversación, más específicamente era el más alto de los dos, Nico –Creo que la habilidad de Azul solo abarca a muchas personas y yo también estoy viendo esa niebla.
Acto seguido el mellizo menor, Matías también agrego –Yo también sentí ese ruido y puedo ver eso.
-Creo que no lo está haciendo Azul –La declaración de Tomas también llego.
Sin más remedio la profesora Ester no tuvo otra opción que disculparse conmigo por las falsas acusaciones, y en todo ese tiempo desperdiciado la extraña niebla negra ya estaba llegando al escenario.
-Mantengan la calma, como miembros de la Fundación S.P estamos entrenados para esta situaciones –Luna miro a sus tres compañeros de trabajo. Sin embargo después de eso ella simplemente cayó al suelo de un golpe.
<Es como en aquel supuesto experimento del que me hablo Julián y Noah> Ese pensamiento círculo al instante por mi mente.
Sin perder tiempo el suelo de madera del escenario volvió a retumbar, esta vez los dos mellizos habían caído también al suelo. Todos los demás estábamos perplejos observando la escena, hasta que de repente uno de los mellizos comenzó a…< ¿Roncar? ¿Estaban dormidos? ¿Qué mierda está pasando aquí? El lado bueno era que estaban bien>
Si ellos simplemente estaban durmiendo significaba que yo podría hacer algo al respecto, el resto de compañeros de mi curso también cayeron al escenario totalmente dormidos, como si les hubieran disparado un fuerte tranquilizante. Sin embargo hubo dos excepciones, el chico de pelo rulado, color rubio oscuro y despeinado, Tomas y la profesora Ester, ellos junto a mí se mantuvieron despiertos.
-¿Qué está sucediendo? ¿Por qué tampoco nos afectó ese gas del sueño? –Se preguntó el chico de apariencia naturalmente somnolienta.
La profesora Ester volvió a mirarme -¿Azul? –Ella es una profesora, por lo que como mínimo debería saber lo que estaba sucediendo aquí.
-Así es –Le conteste a su duda no dicha.
La educadora bajita y regordeta volvió a mirar a su alumno quien estaba confundido –La habilidad estrella que ella posee le permite manipular la línea Majino para crear ilusiones que perciben solo los afectados que ella elija.
Yo continúe la explicación –Usando mi poder para tomarlos a ustedes dos como afectados puedo anular el efecto inducido de sueño.
El extraño gas denso de color negro se detuvo misteriosamente al borde del escenario y una peculiar voz femenina provino del interior –Eso me ahorra el trabajo de preguntar, aunque veo que solo pudiste afectar a dos personas. Déjame adivinar ¿Capacidad baja? Por mi experiencia no creo que superes la capacidad 5 –Mientras más hablaba la voz, esta se acercaba de a poco hacia nosotros. Hasta que por fin decidió revelarse en frente nuestro.
Era una chica no mayor a los 20 años, su pelo rubio le llegaba hasta los hombros y tenía una larga camisa blanca cuyos brazos se abrían como campanas, sumado a eso llevaba una gran falda negra –Si cooperan con nosotros no los lastimaremos a ustedes y a sus amigos –Ordeno ella acercándose al escenario, al caminar podía sentirse unos gruesos tacones pisotear los tablones de madera.
-¿Nosotros? –Repitió Tomas en voz baja.
Esa hermosa chica de clase alta se detuvo frente a nosotros en el escenario y la profesora Ester se le acerco –No sé quién eres ni que quieres. Pero esta es una escuela y como profesora debo pedirte que te retires, o sino llamare a la fundación S.P.
Editado: 22.06.2022