El grupo formado por el doppelganger y sus dos amigos se aventuraron al interior del edificio con la misión de rescatar a la Torre de Comando Central de la red de clones que mi padre está usando contra Sebastián, mientras tanto yo me quede aquí, frente al oponente que mi padre preparo para matarme antes de que yo lo mate a él. Aunque para mi sorpresa parece que recibiría ayuda extra.
-No tienen por qué meterse –les dije a los receptáculos que se encontraban detrás de mí –Esto será entre mi padre y yo.
-Aleister, tu ayudaste a mi curso y los salvaste, deja que pueda devolverte el favor –pidió Bruce.
-Yo no logro entender del todo lo que está sucediendo, pero aun así quiero ayudarte. No pareces ser una mala persona, sino alguien que paso por cosas malas –Ja, no sé si eso será verdad o no pero si lean supiera de todas las cosas que hice tal vez hasta seriamos enemigos con esa mentalidad.
No necesitaba ayuda, no la quería. Pero antes de poder negarme a eso mis ojos distorsionaron a esas dos personas, por un segundo ellos me recordaron a New Quay y a Elizabeth <Supongo que si ellos dos estuvieran aquí también querrían ayudarme. Ellos no tienen remedio> No está mal recibir ayuda, más cuando la gente voluntariamente ofrece su determinación, las enseñanzas de aquel festival de constelaciones aún perduran en mi memoria.
Deja salir un suspiro de mi boca, pero no fue uno de frustración, fue uno de relajación, sintiendo un alivio luego de que sacaran algo de peso de mi espalda. Mi vista cambio hasta llegar a Ari, el flotaba a mi lado –Por favor, por favor, tienes que cuidarlo con tu vida. Yo confié en ti –era muy obvio que no podría enfrentarme a esa persona cargando a Sebastian en mis brazos, pero tenía tanto miedo de volver a dejarlo solo; sin embargo, junto a sebas y Elizabeth, ari es otra de las ¿personas? En las que más confió en mi vida.
El aspecto celestial ante mi tomo a la persona que amo entre sus brazos –Mantenlo fuera del alcance –le pedí.
-No te preocupes, ni una pizca de polvo lo rosara –contesto él tan motivado como siempre. Antes de retirarse otras dos figuras aparecieron, ambas de la misma altura, ambas vistiendo la misma túnica blanca con bordes dorados, ambas de ojos verdes; uno de pelo naranja apareció al lado de Leandro y la de pelo azul al lado de Bruce –Aspectos, para reunir a mis hermanos hice un trato con mi receptáculo. Llego el momento de cumplir con una de las partes, Alba y Ocaso, ayuden a Aleister para que logre matar a su padre –las palabras que salían de la boca de Ari sonaban como las de un verdadero líder. Para concluir él comenzó a alejarse volando con el cuerpo inconsciente de sebas entre sus brazos.
Los dos aspectos, los dos receptáculos y yo quedamos en medio de la calle. A las afueras del edificio de Onyx se encontraba esa persona manipulada por mi padre para derrotarme.
-¿Quién es ese? –pregunto Leandro.
-No lo sé –conteste –Pero si mi padre lo eligió para protegerlo y matarme sin duda será alguien más que formidable.
Caminando hasta colocarse delante de mí, Alba y Ocaso hablaron –Un contrincante misterioso, con un poder desconocido, Los humanos son frágiles ¿No lo crees hermana?
-No dudo de tus palabras hermano.
-Si lo que quieren es averiguar sobre esta persona, dejen que nosotros demos el primer paso –proclamo aquel ser cósmico de pelo naranja conocido como Ocaso. Yo solo me limite a asentir con la cabeza, las habilidades de Ari estaban más orientadas a la utilidad que al combate puro y duro, no sé quién es nuestro oponente pero no debería durar mucho contra dos aspectos gemelos.
Desde todos lados comenzó a sentirse un extraño sonido, era como mezclar las olas de una playa y el atardecer de una montaña. Entre los dedos de ambas manos de Ocaso aparecieron lo que parecían estrellas de 4 puntas bajadas directamente del espacio exterior, entre los dedos de ambas manos de Alba podían distinguirse hilos dorados atados, estos se colgaban firmes de diversas direcciones.
-¿Estas preparado hermano?
-Mientras tu des un paso yo te seguiré al lado hermana.
Ambos aspectos comenzaron a correr en paralelo hacia el objetivo, el primero en acercarse a ese chico rubio fue Ocaso. Él le lanzo las estrellas de entre sus dedos como si fueran shurikens (estrellas ninjas) estas viajaron a la velocidad de la luz hasta su objetivo, dejando por detrás una estela de polvo estelar. Las 6 estrellas ninjas rasgaron la ropa y la piel del chico de pelo rubio, pero este ni se inmuto ante eso, por el contrario, continúo parado observándome.
Como el enemigo no reacciono ante eso fue el turno de actuar de Alba, desde el lado opuesto este cerro sus dedos moviendo sus hilos, el sonido de campanas tintinear retumbo por las vacías calles. El chico rubio fue levantado hacia el cielo por los hilos y quedo colgando en medio del aire, los hilos dorados de Alba se amarraron con fuerza a ambos brazos y a su cuello dejando al chico como si parecía estar colgando de una cruz.
-Qué extraño oponente –comento Alba –no reacciona ante los ataques y el dolor.
El chico de apariencia emo a mi lado señalo nuevamente al chico crucificado en medio del aire -¿Qué está sucediendo?- pregunto, aunque para esa pregunta yo no conocía una respuesta.
Un extraño liquido negro de apariencia viscosa y que recordaba al alquitrán comenzó a surgir de entre la piel de ese chico rubio, más específicamente del cuello y las manos. Este líquido comenzó a esparcirse tiñendo de negro los dorados hilos de Alba -¿Qué mierda? –dijo esta última tan sorprendida que no se puede describir. El líquido negro comenzó a llegar hasta las manos del aspecto pero antes de que eso sucediera su hermano corto los hilos con sus estrellas de cuatro puntas.
-Más atenta hermana.
-No…no lo entiendo, no sé qué es eso.
-Bueno, si él no va a defenderse será mejor que acabemos con esto de una vez –el aspecto del Ocaso hizo aparecer más shurikens entre sus dedos y las lanzo a distintos puntos vitales del chico rubio.
Editado: 22.06.2022