Experimento Auroa 3: Ocaso

Epilogo.

Un gran incidente acababa de terminar y 8 de las nueve personas más poderosas de la ciudad se habían reunido en la cima de distintos edificios a la redonda de donde se llevó acabo el incidente, esas 8 personas habían recibido el mismo correo electrónico “Acabar con el primer capacidad uno si todo se sale de control” para la suerte de todos las cosas no se habían salido tanto de control.

 

 

 

Aquí estaba de nuevo, apunto de hacer en mi cabeza los mismos cálculos que hago desde que obtuve mi poder, lo bueno es que hice tanta veces estos cálculos que mi cuerpo podía resolverles de memoria en menos de un segundo. Me encontraba en la cima de un edificio junto a mi mejor amiga, ambas teníamos binoculares y observábamos el incidente a la distancia –Parece que ya acabo –me informo Raid sacando los binoculares. Con esa información fue que otra vez resolví las ecuaciones necesarias para detener el movimiento de casi todas las partículas, parecido a detener el tiempo.

Mi mejor amiga y yo fuimos hasta la entrada del gigantesco edificio que funcionaba como la sede principal de la corporación Onyx. El tiempo retomo su curso y las dos estábamos a fuera de la puerta, esperando a unos compañeros.

Pocos segundos después tres personas salieron del edificio, a la izquierda un chico normal de pelo gris y ojos marrones, a la derecha una chica normal con pelo largo y rulado; entre ambos ayudaban a caminar a su mejor amigo quien estaba en el medio de los dos. Este último tenía varias heridas en su cuerpo, apenas parecía estar consciente y en su cabeza a la altura de su frente tenia colocado un anillo metálico.

El chico y la chica que ayudan a su mejor amigo a caminar se sorprendieron de verme junto a mi mejor amiga esperándolos fuera del edificio –Por favor, no puedo creer en lo que se fueron a meter –dije decepcionada –estoy muy sorprendida –al terminar de hablar ellos tres se acercaron y note papel tapando los oídos de Julián. Deje salir un suspiro –Apresurémonos en ir a un hospital –Volví a activar mi habilidad y los 5 nos marchamos del lugar.

 

 

 

Una gran brisa de viento movía mis dos largas coletas de pelo en la cima de un edificio cerca del incidente cuando de repente mi teléfono sonó devuelta, yo lo desbloquee para leer el nuevo correo electrónico que me envió mi superior.

-¿Qué sucede esta vez? ¿Nos mandaran a ver otra pelea? –dijo Hellfire en tono de broma.

-No lo sé, a mi ver esta pelea me dio mucho miedo –comento una de sus compañeras, específicamente la chica de lentes.

-No sé porque nos mandaron aquí, claramente moriríamos si interveníamos –agrego la compañera.

Un chico calvo y de piel pálido junto sus brazos para obtener calor -Todavía tengo un escalofrió recorriendo todo mi cuerpo después de ver eso –finalizo diciendo Tenki.

-Bueno, bueno, se me calman. Acabo de recibir nuestras siguientes instrucciones así que dejen de llorar y pongámonos manos a la obra –ellos parecían estar a punto de decir eso pero yo no les di tiempo de hacerlo, un hexágono de color violeta y bordes verde fluorescente apareció y los cuatro miembros del grupo Orión cayeron dentro, nunca me aburría de hacerles eso. Genere otro portal en frente de mí y lo atravesé también.

Del otro lado del portal se encontraba una oficina completamente destruida, el cuerpo de un hombre adulto lleno de sangre tirado en la pared con todo el rostro desfigurado,  una persona tirada en el suelo sin un brazo y un tercero con una mitad de su pelo blanco y la otra negra también estaba desmayado en el lugar.

-¿Quién mierda eres?–me exigió una chica de pelo negro y peinado como cola de caballo que acababa de ingresar por la puerta. Ella tenía mucha sangre en su ropa y dos heridas de bala mal tratadas, solamente se encontraba de pie porque un chico de pelo naranja se encontraba ayudándola.

Levante mi mano derecha y con la otra mano estire mi guante para acomodarlo –Tranquila niña, esta vez vengo a hacer trabajo de limpieza.

El resto del grupo Orión también llego –Llegan tarde –les dije en broma.

-¿Ahora qué?- quiso saber Hellfire.

-Los mandare hacia un hospital secreto, traten con muchísimo cuidado a la persona desmayada del suelo, también encárguense de tratar las herida de esa chica y atiendan al resto.

El líder del grupo parecía molesto -¿Qué crees que somos un grupo de limpi…- chasquee mis dedos y todos desaparecieron de la habitación.

-No tengo tiempo para rabietas de niños ahora. Las cosas están a punto de tomar un giro de 180 grados en toda la ciudad, después de todo acaba de morir un miembro de la alta mesa –conmigo cargaba una maleta gigante la cual apoye en el suelo y abrí para comenzar a trabajar. Del interior saque un barbijo blanco que me coloque –Sorprendente, no pasó nada de tiempo y ya está apestando.

Antes de comenzar a trabajar apareció una persona exactamente igual a mí, las similitudes eran tantas que decir que parecía mi gemela se quedaría corto. La realidad detrás de esa persona idéntica a mi eran obvias –Ara ara ¿Es tu amigo? –le pregunte al último capacidad uno.

-Así es –contesto el noveno con mi misma voz.

-Vaya amigo que conseguiste. Cuídalo bien.

Sin decir una palabras el noveno capacidad uno tomo al responsable de este incidente y a través de un de mis portales los dos desaparecieron.

 

 

 

En la cima de un edificio se encontraban sentadas dos personas las cuales observaron todo el incidente, una tenia pelo negro, ojos heterocromáticos y piel morena, a su lado se encontraba otra persona difícil de distinguir como hombre o mujer y con largo pelo azul tirado para un lado.

-Supongo que ahora será imposible detenerte ¿o no Elías?

-Sé que no piensas bien sobre eso, pero ahora el primer capacidad uno no se encuentra en condiciones. Esto es claramente la gota que rebalsó el vaso–el chico de piel morena conocido como el segundo mejor de todos se levantó -¿Quieres que te acerque a tu casa? –pregunto gentilmente estirando su mano para que la persona a su lado la tomara.




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