Un día para ti 1: Todos los años.

Primer Distrito - Domingo 11 de octubre – 01:47 am.

Toda la mansión Ashford se encontraba completamente a oscuras, todas las personas encargadas de su mantenimiento ya se habían retirado por hoy o se encontraban durmiendo. El sistema de seguridad estaba activo y ni una mosca podría ingresar sin ser detectada.

Mi cabeza estaba llena de pensamientos que me impedían dormir y no fue hasta que escuche extraños ruidos provenir de los pasillos que mi insomnio se intensifico todavía más, ningún ser vivo que se moviera o produjera calor podría caminar por los pasillos de la mansión sin ser detectado. La única persona capaz de hacer algo así era únicamente…el líder y cabeza del clan Ashford.

La cama en la cual dormía de por sí ya estaba muy desordenada, una sábana se encontraba tirada en el suelo mientras que las otras estaban desacomodadas, las almohadas estaban en cualquier lugar menos cerca de mi cabeza y mis ojos ya estaban acostumbrándose a la oscuridad de la habitación.

Mientras más pensamientos surgían en mi mente, estos provocaban que me moviera de un lado a otro en la cama - ¿En serio lo hiciste ale? – Observe al techo en un intento estúpido de tocarlo con mi mano - ¿Ni siquiera tomaste en cuenta mi opinión? Que extraño se ha vuelto todo – pensaba que si podía llegar a tocar el techo estando acostado en mi cama tal vez podría ser capaz de cualquier cosa…cómo hacerlo entrar en razón.

De repente mi mente se limpió de cualquier pensamiento, logre escuchar un fuerte trueno resultado de la colisión entre dos nubes –Parece que está por comenzar una fuerte tormenta – le susurre al aire.

Se supone que ahora todo debería estar bien, pero todo mi cuerpo podía sentir que claramente no lo estaba. Llegue a mi casa, me saque toda la ropa llena de sangre y la deje para lavar, me bañe para sacarme la sangre del pelo y el olor a hierro de la piel; solamente me quedaba dormir, pero no podía conciliar el sueño, no importa cuánto lo intentara o me esforzara, simplemente no pasaba.

Todo mi cuerpo se encontraba en posición fetal sobre la cama y daba vueltas de un lado a otro sin poder dormir –Ya asesiné a todos los que me hicieron la vida miserable por años, acabe con todos los malvados que corrompían una gran empresa y hasta estoy ayudando a un ser ajeno a este planeta a encontrar a sus hermanos perdidos ¿Por qué salió todo mal? ¿Por qué no puedo sentirme bien conmigo mismo?

Sin duda después de haber asesinado a mi padre logre sentir una liberación de mi cuerpo, me sentía más libre y ligero, capaz de sonreír, pero aun así no podía sentirme bien conmigo mismo ¿No podía sentirme feliz? ¿Ese es un sentimiento que se alejó de mí para jamás regresar? Lo único que pude hacer fue cerrar mi puño con impotencia al no saber qué hacer.

Un fuerte sonido hizo temblar todo de un segundo a otro –Parece que empezara una muy fuerte tormenta, eso no estaba en el pronóstico – hacen mucho tiempo cuando era solo un niño recuerdo ser extremadamente tímido, le tenía muchísimo miedo a los truenos y relámpagos.

Cerré mis ojos con fuerza y tome aire al mismo tiempo que más truenos se escuchaban por todos lados, deje salir el aire de mis pulmones y abrí los ojos –Esta cama es muy grande para una sola persona… tal vez…debería… la leche ayuda a dormir, debería ir a la cocina a buscar un poco.

De un salto me puse de pie, abrí la puerta de la habitación para salir al pasillo. No obstante, lo que observe fuera de mi cuarto me obligo a abrir los ojos como platos -Pero ¿Qué está pasando…?

Dando un paso después de otro me acerque a la puerta de mi habitación -No había duda, un vaso de leche me ayudara a dormir mejor. Por suerte todavía queda en la cocina – abrí la puerta y salí al pasillo de la mansión.

El lugar debería estar completamente a oscuras, pero era todo lo contrario. El pasillo se encontraba muy iluminado, la luz de los rayos solares entraba por las ventanas y parecía ser un cálido día afuera. La radiante luz afecto por un segundo mis ojos acostumbrados a la oscuridad, me tomo un momento acostumbrarme a esto.

La puerta detrás de mí se cerró por sí sola dejándome del otro lado –Esto no tiene sentido ¿Qué mierda está sucediendo aquí? ¿Es una ilusión? Los canalizadores están activados así que ese no debería ser el caso – lleve mi mano a un cachete para presionarlo con fuerza –Esto no parece una ilusión – me acerque a la ventana, podía sentir como mi piel era calentada por el calor. Abrí una de las ventanas y el viento de la primera sacudió mi cabello.

-Qué extraño – me dije luego de observar el patio de la mansión –El invernadero ha desaparecido ¿Cómo puede ser eso posible?

No pude concentrarme en ese hecho ya que algo más llamo mi atención, eran gritos o más específicamente llantos. Comencé a caminar por el pasillo guiado por los lamentos de lo que parecía ser un niño, llantos que mis oídos eran capaces de reconocer.

Gire a la derecha en el pasillo y mis ojos se abrieron al encontrar algo, un niño no mayor a 8 años se encontraba llorando escondido detrás de una mesa con un florero, su cabello corto era negro y sus ojos violetas estaban llenos de lágrimas –No…- intente convencerme a mí mismo negando con la cabeza –No… ¿Aleister? ¿Aleister?

Como aquel niño no me escuchaba me acerque corriendo, me agache para ponerme en su altura e intente sacar las lágrimas de sus ojos, ese niño era exactamente igual a Aleister hace muchísimos años –Tranquilo…- me detuve en seco al percatarme de que mis manos atravesaban al niño, era como si yo fuera un fantasma –No puedo secar tus lagrimas Aleister.

Me coloqué de pie nuevamente al escuchar pasos, me hice a un costado y otra persona llego a este lugar. También se trataba de un niño, aunque este parecía ser tres años mayor, su cabello era de un color rojo radiante y sus ojos verdes brillaban con la luz del día - ¿Qué? ¿Qué mierda está sucediendo aquí? – comenzaba a enojarme ante lo que mi vista presenciaba –¡Esto no puede ser verdad!