Experimento Auroa 4: Anochecer

Un día para ti 4: Una vez al año.

Primer Distrito - Domingo 11 de octubre – 12:04 PM.

 

Un peculiar sonido guio mis pasos hacia la cocina, más específicamente se trataba de la sartén friendo algo sumado a un delicioso aroma que me llamaba. Ingresé a la cocina y en la mesada cerca del horno me encontré con alguien –Buenos días ale, pensé que dormirías más tiempo.

-Tú también deberías dormir más tiempo, ayer nos acostamos muy tarde.

-Puedo regular varias cosas de mi cuerpo así que no te preocupes por eso amor.

Mientras más me acercaba a sebas me percate de algo, su cabello rojo estaba completamente despeinado, no estaba llevando una remera y un delantal verde cubría sus pantalones cortos, tampoco llevaba nada en los pies.

-Mis ojos están arriba – dijo él en un tono burlón.

Yo podía sentir como mi corazón se aceleraba, mi sangre bajaba por mi cuerpo hasta una zona donde no debería y mi temperatura corporal se había incrementado mucho -¿Qué? ¿Por qué estas vestido así?

Ese lindo chico de hermosos ojos como esmeraldas me dio una sonrisa –Es que cocinar esto me da mucho calor.

Observe lo que se estaba friendo en la sartén de metal, era huevos y tocino, en la mesada de al lado podían observarse dos platos y muchos panqueques en cada uno -Solo deberías haberle dicho a uno de los clones que lo haga, no era necesario nada de eso.

-Oh, pero es que yo quería hacerlo. Y que suerte que llegaste porque acabo de terminar – Sebas apago el horno y utilizando una espátula sirvió lo que faltaba del desayuno para luego ir a sentarse en un banquillo –A comer.

Me encontraba hipnotizado por su figura y no fue hasta que dijo eso que recupere el control de mi cuerpo para ir a sentarme a su lado. Lo primero que hice fue cortar un pedazo de panqueque con el tenedor y llevarlo a mi boca, lo saboreé lentamente en mi boca -Sí que están riquísimos.

-Qué bueno es oír eso ya que los hice para tu cumpleaños.

Escuchar esa frase provoco que me atragantara con la comida, con mi puño golpee mi pecho para hacer que la comida pasara –De todas formas, es mañana, y no deberías preocuparte por eso.

-Ale mañana es un día especial, es tu día, una vez al año. No puedo simplemente ignorar la fecha en la que mi amado nació.

Me estaba incomodando mucho este tema, esa fecha no es algo que me agrade especialmente, solo es un día lleno de malos recuerdos y cosas que quiero olvidar –Si…ya lo sé, pero bueno…tu entiendes.

-Aleister no quiero que hayas llevado a cabo tu venganza por nada, mataste a la mitad de tu familia. Ya nadie puede lastimarte, que tu cumpleaños vuelva a ser un lindo día, deja de relacionarlo con cosas malas.

A la par que me decía esas cosas yo me concentre en cortar el huevo frito por la mitad y llevarlo a mi boca –En un pasado eso habría sido más fácil, pero ya no. Ayer fue cuando comenzó el proyecto de Dualidad, ese día en el que me dejaron tantas cicatrices en mi cuerpo.

Ignorando por completo mi espacio personal, sebas se acercó a mí para acto seguido meter su mano por debajo de mi remera, podía sentir como sus calientes dedos se paseaban por mi pecho mientras acercaba su rostro al mío –Pero esas cicatrices son lindas – me susurro él.

Sin dejar pasar esta oportunidad rodee su cintura con mi brazo para atraerlo más a mí –Está bien, puede ser que haya algo que quiera para mi cumpleaños.

-Dime que es y con gusto lo conseguiré.

Si Sebastián no respetaba mi espacio personal yo tampoco lo haría con él, lentamente comencé a meter mi mano por el delantal de su cintura hasta llegar a su pantalón. Ahora era él quien estaba sonrojado -¿Me das permiso? –pregunte con una voz pervertida. Él ya sabía a qué me refería.

-Pero ¿y el desayuno?

-Encontré otra cosa para comer – acerque mi boca a su cuello para darle un beso provocando que soltara un dulce gemido –Tomare eso como un si – sin perder un segundo mi mano lentamente comenzó a entrar por su pantalón corto.

-¿Si qué? – se supone que nosotros dos estábamos solos en la cocina y escuchar esa repentina pregunta de un tercero provoco que ambos nos sobresaltemos tanto de la sorpresa que caímos al frio suelo de baldosas. Por la mesada un niño de ojos estrellados asomo su cabeza para vernos a ambos en el suelo –Lo siento ¿Se encuentran bien?

-¡Mierda! ari no aparezcas tan de la nada, mierda me asuste.

Sebas fue el primero en ponerse de pie -Tranquilo ale –y estirando su mano me ayudo a levantarme a mí.

Hasta donde recuerdo Ari viajo junto a casio y Sarah al distrito rural en busca de su hermano faltante -Maldición ari, pensé que estarías en otro lado ¿Qué sucedió? ¿Lograste encontrar a tu hermano?

El líder de los aspectos comenzó a dar vueltas alrededor de nosotros como si nadara en una pileta, solo que esta vez era en medio del aire –Oigan ustedes dos ¿Qué estaban haciendo? Suelen estar demasiado juntos y con un ritmo cardiaco muy acelerado cuando llego.

Sebas alejo la mirada sonrojado y con vergüenza, eso me pareció demasiado tierno -No era nada, solo comíamos el desayuno – no sé si tratar a ari como a un niño o como a un hijo, pero por la forma física que tiene el aspecto es normal que no quiera hablarle de ese tema.

El aspecto celestial se detuvo delante de nosotros dos –Por favor chicos yo no soy tonto, aprendí muchas cosas de este mundo viéndolas, pero a otras las conocí por internet. Ustedes se encuentran en esa etapa de su especie en la cual sus cuerpos están biológicamente preparados para aparearse, como ustedes se aman entiendo que quieran reproducirse para dejar descendencia. Es el hermoso camino natural de la vida.

-¿Nosotros? ¿Tener hijos? – observe confundido a sebas y él hizo lo mismo, ambos compartíamos unas miradas avergonzadas al escuchar eso.

-Aunque ambos tienen los mismos órganos reproductores, no comprendo cómo se llevaría a cabo la fecundación de un feto ¿El cuerpo de sebas está preparado para tener un bebe dentro?




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