Experimento Auroa 4: Anochecer

Organización Andrómeda 0.

Lunes 12 de Octubre.

 

Mi reflejo podía verse del otro lado del espejo arriba del lavamanos al mismo tiempo que me cepillaba los dientes y al lado de las canillas se encontraba mi celular, este transmitía una videollamada al mismo tiempo que terminaba de arreglarme. Por la pantalla del teléfono celular podían verse dos chicas: la primera era de baja estatura con piel morena y largo cabello negro, la otra era más alta, con piel más clara, unos lentes de marco redondo y cabello negro atado en dos trenzas.

-Al menos podrías agradecer de que hicimos esto –refunfuño la chica de piel morena.

-Sí, sí, muchas gracias –conteste al mismo tiempo que la pasta delante se salía de mi boca e intentaba pasar el cepillo por detrás de mis dientes –Si no fuera porque me llamaron sin duda me habría dormido y hubiera faltado a la escuela hoy.

-¿Pero porque no te ibas a levantar? –quiso saber la chica con lentes.

-Mi alarma parece que otra vez no iba a sonar –conteste rápidamente, ya tenía esa exclusa de antes.

De reojo pude ver como la más pequeña de las dos chicas frunció sus cejas –No nos tomes de tontas Isco, hasta aquí se notan tus ojeras ¿Otra vez estuviste vagando por las noches?

Tenía fe de que la miopía la Guada le impidiera darse cuenta de eso, y respecto a Mili solo esperaba que estuviera lo suficientemente distraída como para no percatarse…aunque ese no fue el caso –Desde hace tiempo un grupo de imbéciles se están haciendo los malos conmigo, pensaron que porque estuve hospitalizado ya no tendría mi misma fuerza –podía sentir una sonrisa fanfarrona en mi rostro al recordar lo que les hice a esos tipos –Grave error –acto seguido hice unas gárgaras con la boca y escupí toda la pasta dental para secarme la cara con una toalla.

-No Isco –Milagros sí que sonaba bastante molesta –Sabes muy bien lo que dijo el doctor, deberías esforzarte lo mínimo y evitar usar tu habilidad estrella.

Abrí un cajón de un mueble del baño a mi lado y saco tres piercing, uno iba en mi oreja y dos en mi ceja –Pero ellos fueron los que me buscaron, yo solo me defendí.

-Podrías haberte defendido escapando del lugar –agrego Guada.

Levante ambos hombros restándole importancia a la situación –Y bueno, chicas saben que ese no es mi estilo.

La mirada de Milagros bajo de mis ojos hasta el ombligo, ellas sabían de la herida que tenía debajo del uniforme. Era una línea vertical al lado de mi ombligo cocida con 12 puntos, era lo que me quedo después de haberme salvado cuando ese grupo de chicas atacaron la Escuela Ejemplar -¡No Isco! Es enserio esto, y por tu bien – milagros enserio sonaba molesta por lo sucedido.

Hace ya 10 días que ocurrió ese incidente, prácticamente dos semanas y 5 días después de estar internado fue que me dieron el alta. Prácticamente ya estaba curado, pero hasta que ellas dos no escucharan a un doctor decirlo me seguirían tratando y preocupándose de esa forma. Una vez que termine de arreglarme deje salir un suspiro –Esta bien, les prometo que no voy a meterme en más problemas…

-¿Y qué más? –agrego Guada levantando una de sus cejas.

-Y tampoco andaré haciendo estragos por la noche.

Tome mi celular con una mano y salí del baño, solo me faltaba la corbata y ya estaría listo para salir -¿Y ustedes que están haciendo? ¿Van a venir este fin de semana o prefieren que yo vaya ahí? –quise cambiar de tema ahora que ellas se encontraban más tranquilas.

Milagros comenzó a mover la cámara de su celular y me mostro como ambas estaba desayunando en una mesa de madera oscura al aire libre, podía verse al sol salir, un claro cielo azul con nubes y hasta había pájaros; el ambiente parecía totalmente distinto a la completa urbanización de donde me encuentro, pero no podía esperarse otra cosa ya que ella vivían y estudiaban en el distrito rural de la ciudad –Nosotras comemos antes de entrar a clases, y estaría bueno que tu vengas para aquí. Hace mucho que no vienes y nosotras siempre somos las que vamos.

-Está bien, Esta bien. Entonces este fin de semana yo iré a visitarlas.

Dejando su desayuno a un lado Guadalupe acerco demasiado su cabeza a la cara del teléfono de mili -¿También podrías decirle a Nick Crash que venga? Hazlo, hazlo, hazlo, hazlo.

Por un segundo blanquee mis ojos al escuchar ese nombre, se trataba de ese ridículo y muy popular influencer de este distrito. Para el cumpleaños de mili habíamos ido a verlo participar de un torneo de videojuegos pero el al tratarla mal y no querer darle un autógrafo yo me moleste y termine compitiendo contra él, después de que lo derrotara no para de enviarme mensajes, llamarme maestro y ahora piensa que somos mejores amigos o algo asi cuando es todo lo contrario.

-¿Por qué? –pregunte con agonía.

-¿Cómo que porque? Él es el tipo más genial, popular y hermoso de todos. Y si tenemos la oportunidad de juntarnos con él hay que hacerlo –dio esos argumento mili, pero no tenían valor en esta conversación.

-Chicas, para ustedes dos cualquier mujer u hombre que vista de negro, parezca ligeramente edgy o sadboy ya es súper hermoso y genial. Asi que eso no cuenta como argumento.

Ambas se alejaron un poco de la cámara del celular ya que sabían que tenía razón, pero aun asi ellas eran del tipo de persona que no me iba a dejar ganar e iban a continuar discutiendo hasta que me rindiera –Eso es mentira –comenzó guada –Mercedes es hasta más hermosa que él y no tiene las características de él.

Escuchar su nombre hizo que recordara su molesta risa en mi cabeza lo que me fastidio bastante –No vuelvas a decir su nombre.

Me distraje por un momento y mi vista termino en el reloj de la pared, si no me apresuraba ya se me iba a hacer demasiado tarde por lo que tenía que cortar esto ahora –Bueno chichas ya me tengo que ir asi que después hablamos.

-Pero te colocaste mal tu corbata.




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