Organización Andrómeda 3

Jueves 15 de octubre – 07:30 AM.

El interior de mi cabeza estaba hecho un desastre, todas mis ideas y pensamientos estaban apuntando en la dirección opuesta a la que yo esperaba. Sumado a que era muy temprano en la mañana solo podía esperar a que nada saliera mal.

Todo lo que hice en un pasado fue con un motivo, no quería que lo que sucedió antes volviera a repetirse, por ese motivo Francisco y yo decidimos hacer lo que hicimos con Julián; todo era para poder asegurar su seguridad. Pero ese gran esfuerzo y sacrificio se iban al retrete si la situación de hace tiempo se repetía, y eso era lo que estaba volviendo a suceder.

Una de las razones por las que no pude dormir bien es que mi cabeza pensaba en un plan para resolver esta situación, no serviría de nada hablar a la Fundación S.P ya que ellos son unos inútiles de mierda. Tampoco me parecía bien meter a mis chicas en este problema, por reglas de tres solamente quedaba una persona a la cual podía pedirle ayuda. No quería hacerlo, pero al mismo tiempo debía.

De un momento a otro mi línea de pensamiento fue interrumpida abruptamente -¿Se encuentra bien mi lady? – reconocí esa voz al instante. Se trataba de Ernestina, gire mi vista para observarla –Siento que ayer estuvo muy distraída, con la cabeza en otro lado. Quiero que sepa que puede contar con todas nosotras para resolver cualquier problema que tenga.

-Muchas gracias Ernes, aprecio mucho tu lealtad. Muchas gracias a todas.

-Cambiando de tema, ya llego el transporte para llevarnos a la escuela.

Me encontraba sentada cómodamente en un sillón, Lara, una chica de largo cabello negro y una cara inexpresiva se encontraba arreglando mis uñas; mientras que Lujan se encargaba de maquillar mi rostro. En el momento en el que Ernes menciono la llegada del transporte ambas se detuvieron, me puse de pie y todas perfectamente arregladas salimos de la residencia rumbo a la escuela Ejemplar.

El Nebula Trail de cabello rojo también había faltado hoy a la escuela, pero recién esta tarde noche se cumpliría el plazo de 48 horas. La ausencia de ese chico dejaba su huella en el curso, sus dos mejores amigos se encontraban desanimados y muy callados, el chico raro del curso estaba aislado de todo el resto; y hasta Luria parecía un poco más fría de lo normal. Obviamente esto no afectaba mucho al grupo de Tomas, los mellizos, Gabi y Luna ya que no eran tan cercanos; aun así, creo que apenas terminado el plazo de 48 horas ellos en específico encabezarían la búsqueda de nuestro compañero desaparecido.

Los segundos se transformaron en minutos y así el tiempo paso hasta que el primer módulo de clases acabo, mi grupo de chicas se puso de pie para ir al comedor, pero yo les dije que se adelantaran y que en un segundo las alcanzaría, en un principio ellas insistieron en esperarme, pero les volví a repetir que se adelantaran.

Con mi mano corrí a un costado mi largo cabello castaño, estaba un poco nerviosa por lo que iba a hacer. Los dos mejores amigos de Julián no habían salido al recreo, ellos estaban juntos hablando sobre algo, como era de esperarse no tuve que acercarme mucho para que ellos notaran mi presencia -¿Se encuentran bien? – pregunte mientras más me acercaba a ellos.

Ambos parecían claramente muy molestos, por un momento utilicé mi habilidad estrella catalogada de capacidad dos sobre ambos -Así que ambos estaban pensando en pedirle ayuda a Luria y Raid para encontrar a su amigo – repetí sus pensamientos.

-¿Qué quieres aquí Mercedes? – quiso saber el alumno de cabello gris con una actitud molesta.

Me daba vergüenza hacer esto por lo que separe mi mirada de ambos mientras les hablaba –No…no le pidan ayuda a Luria.

No necesite verlos para saber que ambos se sorprendieron de mal gusto ante mis palabras -¿Estas jodiendo? – Noah en serio parecía muy molesto.

-Tal vez para ti no lo sea, pero esto es muy serio. No necesitamos que vengas a molestarnos – comento la chica.

-¿Qué? ¿Acaso tú vas a ayudarnos? No me jodas, ni siquiera eres su amiga, nunca se hablaron. Solo eres el crush platónico de él.

Cada una de sus palabras penetró el interior de mi cuerpo como flechas y se incrustaron en mi lastimado corazón rompiendo aún más las grietas –No somos amigos – repetí sus palabras en voz baja – Nunca nos hablamos – susurre –Yo soy solo su amor platónico - todas esas cosas que Noah dijo estaban llenas de mentiras, pero la verdad de ese pasado distante era algo que no podía contarles a ellos, por el bien de ese Nebula Trail de cabello rojo.

Levante mi mirada en alto, ellos dos estaban muy confundidos por mis palabras, no comprendía mi comportamiento. Con mis fuerzas mi cuerpo resistía las ganas de llorar y solo provocaba que mis ojos brillaran por el agua acumulada –No puede ser que sea verdad lo que dijiste, aun así…aun así – me sentía sumamente estúpida de hacer lo que estaba a punto de hacer, pero tenía que usarlo como excusa –Él tenía mi bolso cuando desapareció, y…y necesito recuperarlo. Así que dejen que yo me encargue de esto.

No necesitaba entrar en sus mentes para saber cómo ellos dos me miraban, solo era la chica rica a la que nunca le falto nada, que es hermosa y siempre está acompañada de un gran grupo de personas y todos los chicos gustan de ella. Pero gran parte de esa Mercedes era mentira, aunque es normal que pensaran eso de mí al no conocer mi historia de fondo, no los iba a culpar. Sin embargo, ahora utilizaría esa fachada de personalidad para poder cubrir las verdaderas intenciones de mis acciones.

Sin dar más explicaciones me retire del curso rumbo al comedor, donde mi grupo de chicas me esperaban.

Un susurro repetía mi nombre en voz baja cerca de mi oído, escucharlo unos momentos me obligo a despertarme. Me encontraba en el mismo auto de anoche, en el asiento del conductor se encontraba sebas –Buenos días bello durmiente – dijo él presentándome el nuevo día, en su mano sostenía un termo del cual podía distinguirse vapor saliendo del interior –Te prepare un café para comenzar el día.