Experimento Auroa 4: Anochecer

Organización Andrómeda 4.

Jueves 15 de octubre – Residencias de estudiantes – Distrito 10.

 

Ya se habían hecho las 07:00 PM y acompañando el cambio de horario el sol se había puesto, todo el distrito se volvió de tonalidades más oscuras a la par que una gran cantidad de contaminación lumínica era encendida. Las luces de los faroles, edificios, carteles y un largo etcétera proporcionaban la luz que el sol ya no podía dar.

Aun siendo de noche uno podía caminar normalmente sin temor a que algo se ocultara en la oscuridad. Me encontraba observando fijamente una máquina expendedora, detrás de ella se encontraba un gran edificio de dormitorios y a un lado había un callejón muy iluminado –Que molesta la luz – me dije a mi mismo en espera de que la maquina me diera lo que compre – Supongo que tiene sentido si este lugar está lleno de dormitorios para estudiantes – acompañando a mis palabras les siguió el sonido de una lata metálica cayendo. Metí mi mano a la pequeña puerta y del interior de la maquina saque dos latas de café.

Un momento después de sacar ambas latas de café con mi mano, mi celular comenzó a vibrar desde mi bolsillo, con mi mano izquierda intente tomar mi celular ubicado en el bolsillo derecho de mi pantalón. Fue un poco complicado hacerlo al mismo tiempo que evitaba que se cayeran las latas de café, pero logré conseguirlo, se trataba de una llamada de sebas y sin perder tiempo lo atendí.

-¿Hola? Ya conseguí las latas de café.

La voz de mi amor al otro lado de la llamada sonaba muy agitada, él ignoro por completo lo que le dije -¿Ale? Deja todo lo que estás haciendo, el encargado de Bruce salió y lo estoy siguiendo, parece estar actuando raro y se mueve por lugares poco transitados. Te mando mis coordenadas – acto seguido corto la llamada.

Me quede un segundo observando la pantalla de mi celular, mi cerebro procesaba toda la información que acababa de recibir de golpe –Espero que con esto podamos conseguir la información necesaria para extorsionarlo.

De repente escuche unos sonidos e instintivamente mi cabeza se volteo hasta su origen, la llamada tan abrupta de sebas me dejo algo preocupado y en alerta, pero simplemente se trataba de dos estudiantes que charlaban mientras caminaban. El chico de la derecha era más alto que su compañero, su cabello era de un rubio sucio muy despeinado y rulado, el chico a su lado tenía un cabello negro más arreglado, ambos tenían en sus uniformes cocido el logo de la Fundación S.P.

Mi celular volvió a sonar y rápidamente me fije de qué se trataba, era un mensaje de sebas con su ubicación actual. Ambos alumnos encargados de mantener el orden en la ciudad pasaron a mi lado, rápidamente yo les entregué las dos latas de café que tenía –Hagan lo que quieran con esto – dije para acto seguido salir corriendo a toda velocidad.

Ambos alumnos se quedaron confundidos, escuché como uno me grito para que regresara, pero simplemente lo ignore y seguí al GPS hasta la ubicación de mi amado.

 

 

 

 

El mapa GPS que mostraba la pantalla de celular indicaba que estaba a menos de media cuadra de llegar a mi destino, en la esquina de la cuadra di un giro brusco hacia la izquierda y continúe corriendo un poco más hasta que algo me freno de golpe, algo había tomado con fuerza mi brazo.

-Detente – dijo una persona de cabello rojo y ojos verdes. Se trataba de Sebastián.

-¿Qué es lo que sucede?

A un costado de nosotros se encontraba un callejón oscuro entre dos edificios –Él se metió ahí y perdí su rastro – me informo el clon mientras señalaba con su dedo al oscuro callejón. 

Sebas soltó mi brazo –Es un callejón ¿Cómo pudiste perder su rastro?

-Él simplemente desapareció ahí hace unos 10 minutos, creo que ahora sería seguro meternos a investigar – si el encargado de Bruce planeaba reunirse con alguien y ese callejón era el punto de encuentro entonces lo más probable era que ambos ya se hubieran marchado después de 10 minutos. De lo contrario si entrabamos al callejón y ellos seguían ahí, entonces estaríamos en un aprieto.

Realice unos cálculos en mi cabeza y como resultado una tenue luz plateada apareció en el pecho de sebas formando una estrella de cuatro puntas, lo mismo ocurrió conmigo. Estando uno al lado del otro ambos nos miramos fijamente para acto seguido entrar al callejón.

El lugar no tenía nada de especial, había unos botes de basura, unas escaleras en la pared y unos grafitis, la pared de la derecha parecía estar manchada con un líquido extraño –Esto solo parece un callejón común y corriente – comenté en voz baja a la par que observaba atentamente a todos lados.

-Estoy de acuerdo, pero te juro haberlo visto entrar aquí.

Continuamos caminando un poco más hasta que nos topamos con un muro de ladrillos que acababa nuestro recorrido –Que extraño – comente confundido, estaba pensando en todas las posibilidades de donde habría ido ese sujeto –Puede ser que haya subido por esas escaleras – señale unas escaleras metálicas pegadas a la pared de un edificio a la izquierda.

-No creo, si ese fuera el caso yo lo habría escuchado bajar las escaleras.

-Tiene sentido, pero entonces no se me ocurre a donde pudo haber ido.

Ante la falta de una respuesta Sebastián tiro otro dato –Después de que entrara pude escuchar un sonido metálico, como algo golpeándose.

Observe los cestos de basura a un lado -¿Crees que haya una entrada secreta detrás? – pregunte con un tono de broma.

El joven de cabello rojo ignoro mi broma y se concentró mientras miraba a todos lados –Puede ser que no haya sido un tacho de basura – comento a la vez que su mirada bajaba al suelo – Aunque ¿Qué te parece el alcantarillado? – pregunto como si esa fuera la respuesta correcta.

-Todo cuadraría si ese fuera el caso, pero ¿En serio estás seguro de eso?

Una mirada juguetona apareció en su rostro -¿Tienes miedo de mojarte ale?




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