Lunes 19 de octubre.
El timbre de salida comenzó a sonar lo que indicaba que las clases habían concluido, los alumnos empezaron a salir de sus cursos y nosotros no fuimos la excepción –La clase no fue nada del otro mundo – comentó el mellizo mayor mientras estiraba sus brazos en alto.
-No sé qué esperabas. Solo eran clases – agrego Tomas.
-Lo impresionante debe estar en los talleres para mejorar los poderes –comenté yo.
Nuestro círculo social continúo caminando hasta salir de la escuela, una vez que el camino de ladrillo pasó a ser de piedra lisa, Luna nos detuvo – Entonces… ¿Cómo funciona todo de aquí en adelante? ¿Recibiste algún mensaje gabi?
Asentí con la cabeza a la par que respondía –Así es – como yo era el líder del grupo era de esperarse que se comunicaran conmigo –La Fundación S.P colabora para mantener el orden dentro del Campus Atenas, nos asignaron a la sede número 5, la que se encarga de los asuntos relacionados a esta escuela y sus límites.
-Eso es genial, pero ¿Alguien sabe dónde queda ese lugar? – quiso saber Matías, el mellizo menor, confundido.
En eso el alto chico de cabello rubio sucio y totalmente despeinado saco su celular –No es tan difícil como buscarlo en el GPS – Tomi comenzó a revisar hasta que por fin encontró una manera de llegar –El colectivo que nos tomamos para venir aquí nos deja muy cerca de la sede número 5.
Con esa información los cinco nos pusimos a caminar rumbo a la entrada del instituto –Por favor chicos, antes en el décimo distrito estábamos solo nosotros, pero ahora vamos a tener que trabajar con más personas, así que por favor compórtense como seres humanos normales – la chica de baja estatura y piel pálida sonaba muy nerviosa por la primera impresión que podíamos dar.
Moviendo su mano de forma despreocupada Matías contesto –No seas tan exagerada Luna, tampoco es para tanto.
-¿Oh estas seguro de eso? – insistió la chica ahora con una expresión seria y sin emociones.
Viendo como mi amigo se estaba hundiendo en sus propias palabras decidí intervenir para salvarlo -Bueno, pero nuestra rareza no es del tipo mala, sino más bien divertida – Luna todavía parecía algo escéptica, aunque se lo tomaba mejor cuando se trataba de mi quien lo decía.
-Ya tienen sus uniformes listos ¿No es así? Tampoco va a estar bueno que lleguemos tarde el primer día – dijo nico, el mellizo mayor, cambiando de tema.
En la mochila que cargaba en mi espalda tenía los trajes de ambos mellizos de cabello negro más al mío, la bajita chica de piel pálida tenía el suyo guardado en el bolso que colgaba de su hombro y Tomas también tenía el suyo guardado en una mochila.
A cuatro cuadras de la parada de colectivo se encontraba un pequeño edificio de cuatro pisos en el centro de una cuadra, esa era la sede número 5 de la fundación S.P. Como yo era el líder, naturalmente mis amigos me ubicaron a la cabeza del grupo, me daba vergüenza, aunque alguien debía hacerlo.
Toque el timbre y no paso tiempo hasta que alguien contesto –“¿Hola?”
-Ehm sí, somos del grupo de la Fundación trasladados del décimo distrito.
-“Oh sí, sí. Son los nuevos miembros, por favor pasen. La entrada esta desbloqueada”.
Empuje la puerta para ingresar al lugar seguido de mis compañeros, una vez dentro nos recibió alguien de una estatura parecida a la de tomi, su cabello era negro con rastas y usaba lentes. Él parecía ser la única personas que se encontraba en el lugar –Bienvenidos, siéntanse como en casa – ese tipo me dio un fuerte apretón de mano.
El lugar era tan parecido a nuestra base del décimo distrito que hasta daba miedo –Mi nombres es Esteban, son quien está a cargo en este lugar – se presentó nuestro nuevo compañero.
-Yo soy Gabriel, y ellos son: Tomas, Luna, Matías y Nicolas.
-¿No hay más personas trabajando aquí? – fue la primera pregunta que hizo Matías. Como resultado Luna le metió un codazo en el estómago, por su falta de cordialidad supongo.
-No te preocupes por eso – contesto Esteban al ver el golpe entre mis compañeros –La verdad es que estamos cortos de personal así que fue bueno que se transfirieran más personas. Me va a ayudar con todo el trabajo que tengo.
Rápidamente Luna pareció apiadarse de nuestro nuevo compañero –Pobrecito, no te preocupes. Nosotros te ayudaremos en todo lo que haga falta.
-Pero lo mejor será que antes nos cambiemos – interrumpí para que vayamos a colocarnos nuestros uniformes.
El alto chico con rastas se acercó a una puerta para abrirla, del otro lado podía verse un pasillo –Los baños se encuentran al final a la derecha – abrí mi mochila para sacar del interior mi ropa y la de los mellizos. La primera en entrar a cambiarse fue Luna, seguida de tomi, para que nosotros tres fuéramos los últimos.
Saliendo de los baños, ya con nuestros uniformes, ingresamos otra vez en la oficina. Allí se encontraban Luna y tomi charlando con Esteban. Los tres estaban sentados cada uno en una silla de escritorio, me pareció muy lindo que pudieran comenzar a relacionarse tan rápido.
-Ese es un genial poder – comento el chico de rastas.
Tomas parecía un poco apenado –Tampoco es la gran cosa, como no puedes controlarlo bien la invisibilidad trae más desventajas que ventajas. Es una maldición sideral.
-No te preocupes, en este lugar vas a poder mejorar mucho más que fuera del campus – cambiando de tema, el alto chico dirigió su mirada a nuestra compañera de piel pálida y cabello lacio -¿Y cuál es tu habilidad estrella? – quiso saber.
En un principio Luna se puso algo nerviosa, nerviosa de una forma que jamás había visto antes –Si, yo, pues…ehh mi poder es Hearts Key – ella hizo a un lado su cabello azul oscuro que se ponía en su rostro -Es simple, mediante ondas neuro eléctricas puedo alterar la percepción de un individuo para disminuir o aumentar nuestra distancia emocional y psicológica.