Miércoles 21 de octubre – 08:05 AM – Instituto Ritsumeikan.
El timbre de entrada sonó y todos comenzaron a entrar a sus respectivos cursos, a mi lado se encontraba un chico de cabello rojo, con uno de sus brazos enyesados y muchas otras vendas cubriendo su rostro. Delante de nosotros dos estaban Noah y Azul, junto a nuestros demás compañeros todos ingresamos al curso donde la profesora Ester nos estaba esperando.
Nuestro curso tenía un asiento individual para cada uno, y cada pupitre tenía un compartimento debajo de la mesa en donde se encontraban todos nuestros materiales para trabajar. Este compartimento solo podía ser desbloqueado por la profesora cuando entráramos a clases y antes de abandonar el aula había que devolver todo a su lugar.
Como ya se estaba haciendo costumbre la profesora Ester presiono un botón y todos los compartimentos de los pupitres se desbloquearon, todos lo abrimos y prioritariamente sacamos del interior una tablet.
Sin embargo, yo me lleve una sorpresa mayor, reposando sobre la pantalla de mi tablet se encontraba pegado un papel doblado. Observe a mi alrededor y parecía ser el único al que le sucedió esto -¿Qué sucede? – pregunto Julián sentado a mi lado.
Aproveche que él me hablo para observar su tablet, no tenía nada fuera de lo común –No es nada – conteste y acto seguido observe a Noah quien estaba sentado delante de mi, su tablet tampoco tenía nada pegado.
Disimuladamente mientras la profesora comenzaba a explicar el tema nuevo coloque el papel entre mis piernas, lo desdoble y leí la nota que una persona misteriosa me había dejado. Era extraño, la persona que dejo esa nota me estaba pidiendo recolectar ciertos elementos de la escuela y dejárselos en un lugar específico, según la nota si yo hacía esto, me daría algo que yo quería mucho. Pero la recompensa que esta persona me ofrecía no era algo que yo quería <Entiendo que por mi apariencia descuidada y mis dificultades para socializarme den una mala primera impresión, pero esto es llevarlo al extremo> de todas formas quien escribió esta nota me puse con la espada contra la pared. Si yo cumplía su petición seria recompensado, pero caso contrario esta persona me estaba amenazando con divulgar información privada de mi pasado.
-Psss pssss – intente llamar la atención del chico a mi derecha.
-Eh ¿Qué pasa? – pregunto él mientras murmuraba para que la profesora no se enterara. Por suerte los asientos que elegimos se encontraban en la punta opuesta a donde estaba la profesora, detrás de nosotros había una pared y en la esquina derecha la puerta de salida.
-Julián, creo que…como que estem… alguien. Alguien me está amenazando.
-Jajajaja ¿Qué? ¿A qué te refieres con eso?
Era un poco difícil de explicar y me costaba encontrar las palabras para hacerlo, lo dude por unos segundos, pero ese chico de cabello rojo se convirtió en alguien en quien podía confiar, así que no me avergonzaba que él se enterara de esto –Esto se encontraba pegado a mi tablet – le informe mientras pasaba mi mano por debajo del pupitre junto a la nota.
Él tomo la nota con su mano buena, le dificulto un poco abrirla, pero cuando lo logro comenzó a leerla. Pude notar como sus ojos se abrieron sorprendidos –Wow… okey. Parece que esta persona, quien quiera que sea, tiene una impresión equivocada de ti, O sea esta raro lo que te está ofreciendo de recompensa ¿O no?
-Claro que si – respondí un poco exaltado. Aunque era probable que él me estuviera molestando con esa pregunta del final.
Me asuste un poco cuando repentinamente la profesora Ester pego un grito -Los del fondo hagan silencio- ella estaba concentrada en lo que escribía en el pizarrón y ni siquiera se volteo a ver, pero aun así fue una advertencia para nosotros.
-Me lo esperaba. Eres más del tipo emo solitario, no del emo con tendencias violentas reprimidas.
-Pero ¿Qué debería hacer?
Cerrando sus ojos por alguna extraña razón él comenzó a pensar –Creo que sería bueno pedirle consejo a la Fundación S.P, aunque Noah y Azul están muy molestos con la fundación por ser unos inútiles, podríamos preguntarles a ellos en tal caso –mientras él decía eso movió su brazo todo enyesado –Pero de todas formas pienso que lo mejor que puedes hacer es pedir ayuda de la fundación. Sin embargo, no vayas a una sucursal a hacer la denuncia, creo que sería mejor si lo hablas personalmente con gabi.
Dentro de mi cabeza comencé a reflexionar sobre lo que dijo –Hmmmm sí creo que tienes razón, puede ser que la Fundación S.P no sea la mejor en todo, pero si son útiles. Aparte esto es un tema muy distinto a un secuestro.
-Claro, además hablar con gabi directamente puede facilitar todo.
-Tienes razón Julián, eso hare. Gracias.
-Jaja no hay problema.
Me parecía muy sorprendente el cambio de relación que tuve con Julián en tan solo un mes de conocernos. Por todo el año yo siempre me aislé de todo, de mi curso, mis compañeros de dormitorio, de todos, pero después de ese intento fallido de suicidio y que Alba apareciera todo dio un giro.
En un principio Julián y yo comenzamos a cooperar por un beneficio mutuo, yo quería poder sacarme el poder que me dio Alba para así poder suicidarme y él quería obtener el poder que me dieron repentinamente para poder continuar su experimento de suplementación. Pero todo cambio tan gradualmente que ninguno se dio cuenta, comencé a juntarme más con él y con sus amigos.
Primero fuimos a una cafetería juntos, después estuvo el incidente del experimento de control, más tarde accedieron a que nos escapemos de la escuela para poder viajar al parque Parphelios del primer distrito, luego ese grupo que invadió nuestra escuela. Entre todos esos acontecimientos lentamente comencé a tener un mayor vínculo de confianza con Julián, Noah y Azul y eso…eso era algo que se sentía bien. Que me hacía sentir muy bien.