Experimento Auroa 4: Anochecer

Concierto de astros entrópicos 3.

Domingo 25 de octubre –Tercer Distrito –Campus Atenas –Plaza central.

 

Como era de esperarse el ingreso a la gran plaza estaba prohibido, los muros que rodeaban el gran espacio verde tenían carteles que impedían el acceso y todo eso. La única forma de entrar era haciéndolo por la puerta principal, la cual era vigilada por 8 miembros de la Fundación S.P mientras que un robot iba cobrando los tickets de entrada a cada persona que se encontraba haciendo la fila para el evento.

En un principio tenía planeado encontrarme junto a lean en un negocio cerca de la plaza central, pero poco tiempo antes de que llegara hubo un cambio de planes y me aviso por teléfono de que mejor nos reuníamos en el interior ¿El motivo? Al parecer él se encontró con su otra amiga que nos iba a acompañar y aprovecharon para entrar.

Me sentía un poco triste por lo sucedido, pero a su vez no tenía derecho de sentirme de esa forma, nuestra única relación era de compañeros de escuela y nos conocimos hace menos de un semana. Por consiguiente, no era su culpa que todo esto pasara y, aunque quería no podía estar molesto con él por todo esto, no era su culpa sino mía <Tal vez Alicia tenía razón> comencé a pensar <Lo que ocurrió fue algo a primera vista y nada más y luego comenzaron a surgir esas coincidencias donde nos encontramos. Debería dejar esto como algo pasajero o tomarme el debido tiempo y no apresurar las cosas como suelo hacerlo>

Además, mientras reflexionaba sobre eso, un pensamiento fugaz atravesó mi mente < ¿Dónde estará Alicia?> ella no contesto mis mensajes ayer y después de que me fui no volví a verla.

Estaba formado en la larga fila de entrada, aunque por suerte perderme en mis pensamientos ayudaba a que el tiempo pasara mucho más rápido. Ya debían ser aproximadamente las 06:00 PM, el sol de a poco comenzaba a ocultarse y teñía todo el cielo de un naranja fuerte, típico del Ocaso producido por esta hora <No, no, no. Soy demasiado estúpido por ponerme así, está bien que él me presente a sus demás conocidos y también comparta cosas con ellos. De a poco nos iremos conociendo, puede ser que al final mis pensamientos se den vuelta y termine estando equivocado. Pero eso solo el tiempo lo dirá> después de llegar a esa conclusión los sentimientos de mi cuerpo comenzaron a transformarse, ya no era tristeza sino vergüenza, me sentía muy estúpido en este momento. Pero eso sin duda era algo bueno.

Para cuando me percate la fila ya había avanzado lo suficiente y me encontraba en la entrada del parque, le entregue mi ticket al robot cajero de la entrada y los barrotes delante de mí se levantaron para permitirme entrar.

Con gusto ingrese al lugar el cual estaba tan lleno de gente como nunca antes lo había visto, puestos de comida se encontraban por todos lados, había luces colgando de los árboles y una que otra atracción; pero lo importante y la atracción principal era el gigantesco escenario construido en el centro del parque.

-¡RYOKU! –logre escuchar como alguien gritaba mi nombre desde algún lugar, aunque la cantidad de personas amontonadas no me dejaba ver con facilidad, sumado a los susurros y charlas de cada uno era muy difícil conocer con exactitud de dónde provino el grito.

Mi cuerpo comenzó a dar vueltas de un lado a otro en búsqueda del origen del ruido, aunque no tuve resultados, sin embargo, justo antes de rendirme logre sentir como alguien tiro con fuerza de la punta de mi bufanda roja. Al girar mi cabeza pude ver que se trataba de un chico rubio con lentes quien vestía ropa casual al igual que yo -Por fin llegaste –dijo él.

Me encontraba algo nervioso, aunque rápidamente reprimí esa sensación –Lo siento, la fila en verdad era larga.

-No te preocupes por eso, llegaste justo a tiempo antes de que comenzara la función –sin darse cuenta Leandro comenzó a tirar de mi bufanda para guiarme fuera de toda esa multitud de gente.

Cuando salimos del camino y nos alejamos un poco de las tiendas llegamos hasta un árbol en el cual se encontraba sentada y esperando una chica con un rostro casi inexpresivo –Te estuve buscando desde hace rato –comento el chico que me guiaba sin darse cuenta del peso que tenían esas palabras –Ahora si ¡Sarah!- grito el nombre de la chica y esta se puso de pie para acercarse.

-Ya que por fin estamos todos ¿Qué les parece si vamos al escenario? Si nos apresuramos podemos encontrar buenos lugares.

Los tres comenzamos a caminar alejados de la multitud de personas, la chica comentaba sobre los artistas y las bandas que se iban a presentar, lean dijo cuál era su banda favorita y fue una agradable coincidencia descubrir que era la misma que la mía. Usando eso como hincapié pude unirme a la conversación también.

 

 

 

Me encontraba en un remolque de clase alta y en la puerta había una mujer alta vestida con traje y con una tablet en mano -¿Cómo? ¿Cuándo paso esto? ¿Por qué no me avisaste antes?

-Mis disculpas señor, buscamos por todos lados, pero el ingeniero Puente Nuevo no ha aparecido. Aunque es raro, creo que simplemente se fue –la organizadora del evento parecía algo asustada. No quería provocarle miedo, aunque esto si me hizo enojar mucho.

<Solo tengo 20 años ¿Por qué me dice señor?>

El concierto estaba a punto de comenzar y Elizabeth, SoulEater y New Quay no se encontraban por ninguno lado. Eso era un grave problema porque mi plan de como reunir a ambos hermanos comenzaba a caerse a pedazos –No vamos a cancelar todo, continúen como estaba planeado, pero sigan buscando por todo el lugar.

Una vez que la secretaria se fue tome mi teléfono celular, ninguno de mis dos mejores amigos vio los mensajes que les mande o contesto mis llamadas -¿Debería llamar a Sebastián para que me ayude? –reflexione esa pregunto unos segundos –Nahh, él ya estuvo muy ocupado toda la semana. Lo mejor será que descanse, además para cuando llegue aquí el concierto habrá acabado.




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