Experimento Auroa 5: Amanecer

Epilogo 3: Lo que paso después.

Noroeste Argentino – Provincia de Salta –Capital.

 

La sensación fue similar a estar aguantando la respiración por demasiado tiempo, y justo antes de que tus pulmones exploten logras salir de regreso a la superficie y tomas más aire del que tu sistema respiratorio soporta. Al instante después me percaté de que me encontraba en una limpia cocina, sentado en una silla con una mesa redonda y de madera y un desayuno en frente de mí.

Pero antes de que pudiera terminar de reincorporarme una fuerza invisible se dirigió a mí a gran velocidad para golpearme y provocar que cayera de la silla, mi espalda genero un golpe seco en el suelo aunque no sentí ningún dolor.

En ese momento una chica de cabello negro hasta los hombros y ondulado en las puntas se levantó de su asiento para observarme con un aire de superioridad –Pero que idiota –empezó a reírse exageradamente esa chica.

-Gracias por preguntar che, pero me encuentro bien –conteste molesto volviendo a ponerme de pie.

-Yo jamás pregunte eso –y luego siguió riéndose –Estabas sentados y de un segundo a otro simplemente te caíste de golpe jajajajajja ni que estuviera el suelo mojado o se rompiera la silla. Simplemente paso de la nada.

Después de que logre reincorporarme me detuve un segundo a analizar con más detenimiento mí alrededor y la bruja a mi lado pareció percatarse de mi confusión por lo que dije -¿Te encuentras bien? ¿O ese golpe te dejo tonto?

-Maricruz ¿Dónde estamos?

-Creo que si quedaste medio tonto –fingió analizar la situación ella – ¿Y dónde más crees? En la Abadía Fossanova obvio, dentro de la Barrera Esmeralda.

Sentía que me encontraba  completamente fuera de lugar, similar a que de un segundo a otro un pez pasara de estar en medio del desierto o en la Antártida. Esa sensación de incomodidad me obligo a salir de la cocina para encontrarme en un pasillo de madera con un estilo colonial antiguo –Ahora me estas preocupando Damien –me siguió por detrás la bruja.

-Esto no se parece al Cuartel General ¿Esto es alguna broma de mierda tuya otra vez? –la observe molesto pero Maricruz negó con la cabeza, la forma en la que lo hizo me dio a entender que en efecto no estaba mintiendo.

El hecho de que estuviera diciendo la verdad me dejo todavía mas confundido y en un arrebato de confusión salió corriendo por el pasillo hasta la enorme puerta principal, del otro lado se encontraba un recibidor pequeño que también atravesé hasta sentir como abandonaba la Barrera Esmeralda y terminaba en un patio.

Me di media vuelta y la universidad donde debía estar la Abadía Fossanova ya no estaba, en su lugar me encontraba afuera de una especie de mansión de estilo colonial francés renovada para la actualidad y que tenía dos torres de cristal en cada punta.  El patio tenía esculturas de arte abstracto hechas de un metal oxidado asi que atravesé el jardín hasta quedar en la vereda con una gran calle en frente.

A mí alrededor se encontraban muchas personas caminando y haciendo sus vidas con normalidad, en frente podían verse un banco y muchos negocios, en diagonal se encontraba una estación de gasolina, en la otra calle una enorme biblioteca y a la izquierda una panadería –Nada de esto tiene sentido –empecé a entrar en desesperación y observe un cartel en la esquina de la cuadra -¿Avenida Belgrano 992?

Sin más remedio uní mis dos manos a la altura de mi pecho y recordando mi entrenamiento concentre mi Thelema para formar una flama de fuego sagrado la cual creció e hizo aparecer un antiguo grimorio hecho de cuero de dragón y con una gema roja en su centro.

La nube blanca se movió hasta materializarse en una forma más humana: Su cabello era blanco como las nuevas y sus ojos azules como un océano infinito, su piel era pálida pero lo que más destacaba era la aureola dorada sobre su cabeza y los tres pares de majestuosas alas de plumas blancas que salían de su espalda. Aquel divido ser parecía estar desnudo aunque usaba las alas inferiores para cubrirse la cintura -¿Qué te sucede Damien? Te siento mal

Ese ángel pertenecía al grado más alto de Navytragwyd y confiaba en que tendría las respuesta –Samael ¿Qué está pasando?

Todas las demás personas normales ignoraban su presencia, como yo me encontraba vinculado al grimorio draconiano era el único que podía verlo a libertad. Colocándose en una posición pensativa el ángel de seis alas pareció reflexionar en su mente antes de hablar –Ya veo, comprendo lo que sucedió. Alguien ha modificado toda la realidad y este planeta, bueno de por si este mundo se había salido del Horizonte de Sucesos asi que lo correcto sería decir que alguien arreglo eso. Pero por la magnitud necesaria para hacerlo solo podría lograrlo un aspecto primordial.

-No te entiendo una mierda, habla en castellano.

-Ash, ahora estamos en el continente Americano básicamente.

-Pero fue destruido hace 300 años, yo vivo en Portugal, allí está la Orden Fossanova, mis padres y la universidad.

-Tranquilízate por favor, te recomiendo respirar profundo. Piensa en todo eso como una desviación provocada por un error, ahora todo se ha corregido. No te digo que nada de lo que vivimos haya pasado o que tus padres estén muertos, todo eso sigue en pie solo que ahora cómo debería haber sido desde un principio.

De entre los pasos de todas las personas logre distinguir unos en particular, volví a girarme media vuelta y saliendo de donde yo estaba apareció Maricruz -¿Ya te sientes mejor? Pensé que tomar aire te haría bien.

-Discúlpame, creo que necesito procesarlo más todavía.

En un intento de reconfortarme imagino, ella me golpeo la espalda de forma poco gentil –Para eso están los amigos –seguido señalo al cielo celeste en pleno medio día –Mira, una estrella fugaz. Pídele que se te vaya lo tonto.

-Eso no me parece una estrella fugaz –aclaro el ángel de seis alas mirando con más detenimiento la figura gris que caía del cielo.




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