Pase mi credencial de identificación a través del lector de tarjetas y tal como me indico la compañera del profesor la puerta al frente mío soltó un “bip” para luego abrirse y dejarme entrar en lo que sería mi nueva casa.
La extraña sensación que tenía en mi estómago era parecido a la que sentí antes de enfrentarme al número uno, solo que esta vez me provocaba más cosquillas y no era tan agresiva. Cerré mis ojos y tome una bocanada de aire, la hice pasar por mis pulmones y luego volví a liberarla al ambiente como dióxido de carbono.
De tan solo dos pasos pase de estar en el pasillo al interior de lo que es mi nuevo hogar. Era un departamento muy bonito a mi gusto, aunque como nunca antes viví en un lugar así no sabía si podía considerarlo realmente bonito o no.
El piso eran baldosas con el mismo dibujo de una flor en el centro, podía ver mi cara reflejada en él. El lugar se dividía en tres partes, a simple vista la gran sala frente a mi tenía la forma de un cuadrado, a este cuadrado lo dividimos en dos en forma horizontal y luego a la mitad que donde estaba parado yo la dividimos en dos de forma vertical. El pequeño cuadrado a la derecha con un piso de baldosas naranja claro y un bar de madera era la cocina, el cuadrado de la izquierda donde podía ver mi cara reflejada era el comedor, y por último la otra gran mitad que tenía el balcón era la sala de estar. Así era mi casa.
El lugar ya se encontraba lleno de muebles, así fue como le pedí a la compañera del profesor que me lo consiguiera. Como nunca antes había tenido un estilo de vida como este no sabía que cosas para el hogar comprar, era más fácil solamente comprar un hogar que ya tuviera todas las cosas, después de todo el dinero no era un problema.
Con lentos pasos me dirigí hasta la sala de estar y observe cuidadosamente todo lo que en esta se hallaba. Los sillones, la pequeña mesa, el estante con libros y todo eso. Sin pensarlo dos veces me arrodille en el suelo para luego acostarme boca arriba sobre las frías baldosas.
Miraba hacia el techo, luego mi vista cambio al sillón a mi lado –Una vida cotidiana –Dije en voz alta –Nunca antes tuve una vida “Normal”-
En el laboratorio mi rutina era despertarme, estudiar, entrenar, leer, dormir, despertarme, estudiar, entrenar, un ocasional experimento, dormir y así fue por tantos, tantos años. En la hora de leer solía tirarme en el piso de mi cuarto junto a una almohada para leer más cómodo, me aburría estar siempre sobre la cama y por esa razón decidí tirarme en el suelo esta vez, todavía no me veía como alguien ajustado a una vida en la que se sentaría en un sillón a descansar.
Continúe perplejo mirando para arriba –Todo sucedió tan rápido para terminar llagando aquí –En ese instante mi cerebro comenzó a reproducir a través de mis ojos todo lo que sucedió desde después que me desmaye en el enfrentamiento hasta este momento.
Estaba rodeado de nada y en un repentino golpe pase a estar rodeado de algo. Con todo mi cuerpo muy agitado y mi respiración muy acelerada me desperté de golpe, observe el lugar en el que me encontraba –Una habitación desconocida –Dije calmándome.
-Sabía que despertarías –Dijo la administradora de la fábrica sentada en una silla al lado de la cama donde me encontraba.
Un montón de preguntas salieron desenfrenadamente de mi boca -¿Qué paso? ¿Dónde estoy? ¿Qué sucedió? ¿Dónde está el profesor?-
La mujer me relajo un poco antes de aclarar mi mente.
Ella me explico que ya paso una semana desde el enfrentamiento con el ¿ex número uno? Y que ahora yo soy el nuevo primer capacidad uno. Me comento que hicieron una fiesta para celebrarlo y si yo quería podía organizar otra para cuando salga del hospital, pero yo rápidamente me negué, no sentía que lo mío sean las fiestas.
Dejando eso de lado ella paso a hablar de un tema importante. Tendría que estar unos cuantos días más aquí hasta que por fin me den el alta para poder salir, pero la noticia que más conmociono mi cuerpo fue saber que una vez este recuperado no podría volver ni a la fábrica, ni al laboratorio, sino que tendría que incorporarme como un miembro de la sociedad.
Admito que en ese momento me puse nervioso y me altere pero rápidamente la compañera del profesor volvió a tranquilizarme. De forma resumida, clara y precisa ella me explico lo necesario que yo tendría que saber para “adaptarme” a la sociedad de la ciudad Auroa, me explico sobre la Fundación de Seguridad y Protección (S.P) son aquellas personas que mantienen segura la ciudad y resuelven los diferentes problemas, me conto de algunas leyes y como se restringe el uso de Habilidades Estrella en la sociedad y que si no las cumplo podía ser llevado al reformatorio, en especial yo, siendo el nuevo primer capacidad uno tenía demasiadas pero demasiadas restricciones con el uso de mi Stranger Matter en público.
Antes de acabar y de que ella se marchara le hice una última pregunta -¿Dónde está el profesor? –Ella soltó una incómoda risa por olvidarse ese hecho.
-Oscar, el científico Nokushizuke se volvió el “Profesor particular de alumnos estelares” que educo al nuevo primer capacidad uno. Eso lo llevo a ser alguien muy importante y prestigioso por lo que ahora está muy ocupado-
-¿Y cuándo podré verlo?-
Ella separo su mirada de mis ojos con incomodidad –No sé si podrás volver a verlo, pero lo mejor será que comiences a desapegarte de él. En serio está muy ocupado-
Al ver mi cara triste ella rápidamente fue al placar de la habitación y saco un conjunto de ropa guardada cuidadosamente en una bolsa de plástico –La última vez que vino aquí te trajo esto. Puedes ponértelo cuando estés recuperado –
Escuchando esas palabras fue cuando caí en cuenta que cubriendo mi cuerpo llevaba una bata de hospital.
-Si quieres puedo ayudarte a buscar un lugar donde vivir. El dinero no será problema para ti, la ciudad te dará mensualmente una gran suma de dinero y puedes aceptar trabajos en laboratorios para ganar más-