Me quede observando por unos segundos al lindo chico frente a mí, esperando el momento indicado. Entonces cuando pensé lo que menos se esperaría, me levante de golpe de mi asiento y comencé a correr dirección al origen de ese extraño ruido.
Como me esperaría de alguien como él no le tomo ni un segundo acortar distancia entre nosotros dos y me agarro con mucha fuerza de mi muñeca –Por favor, solo ignora eso y continuemos comiendo. Por favor –Todo mi cuerpo me suplicaba que le hiciera caso, pero dejando de lado las emociones yo era el administrador de este edificio y tenía que asegurarme de la seguridad de todos los inquilinos, esos extraños sonido no sonaban a algo seguro.
Así como Oscar usaba su ternura contra mí, yo haría lo mismo contra él –Oscar, me estas lastimando la muñeca – Le dije con una voz de un sufrimiento silencioso.
Una cara de arrepentimiento se pintó entre sus celestes ojos y al instante me soltó, era verdad que me apretaba la muñeca con muchísima fuerza pero aun así era una fuerza que yo podía soportar. De todos modos mi plan funciono y me soltó. No desperdicie ni un segundo y corrí con todas mis fuerzas hacia el cuarto de donde creí que provenía ese sonido extraño.
Abrí la puerta de la habitación, el lugar estaba muy oscuro así que encendí la luz y no pude creer lo que observaban mis ojos. Una chica de un largo pelo negro se encontraba despierta sobre la cama y vestía únicamente una bata de hospital.
Sentí como poco después llego Oscar –Por favor, no la eches. No es lo que parece, puedo explicártelo –Me dijo tras de mí.
Yo no podía creerlo, pensé que a Oscar no le gustaban las chicas, por la forma en la que reaccionaba a mis acercamientos pensé que tendría una oportunidad. La chica sobre la cama se nos quedó viendo, yo la ignore y me di media vuelta para mirar a Oscar a los ojos -¿No es lo que parece dices? Está muy claro lo que parece –Yo por un momento en serio pensé que tendría una oportunidad con él, ahora me sentía como un estúpido y perdí mucho de mi valioso tiempo.
El mentiroso chico de pelo rubio y rulado cerro sus ojos y apretó sus puños con fuerza – ¡Yo soy el primer capacidad uno! –Grito sacándose un gran peso de encima –A esa chica la rescate de mi última misión, no podía permitir que siguiera con una mala forma de vida-
Me quede atónito, sin palabas –Eh….- Mis ojos se achicaron y me sentí como un idiota por sacar conclusiones apresuradas –Ya sé que eres el primer capacidad uno –Le conteste tranquilamente.
Él volvió a abrir sus ojos -¿En serio? Pero… ¿Cómo? –Su rostro de confusión me resulto muy tierno.
-Oscar yo puedo ser un vago e irresponsable, pero también soy muy bueno en mi trabajo. Conozco a todos los inquilinos de este edificio, investigue sobre tu persona y lo descubrí. Al principio pensé que sería mentira, no me cuadraban las cosas, pero cuando esos soldados entraron aquí y te llevaron termine de confirmar que era verdad-
-Pero…pero-
-No te preocupes, yo te seguiré tratando como siempre-
Una vez con ese asunto resuelto ambos concentramos nuestra atención en el tema principal, la chica sobre la cama. Oscar me explico lo que sucedió y como la rescato, no podía creer que ambos se encontraron fuera de la ciudad, era algo que escapaba de mi imaginación.
El chico rubio bien vestido se acercó a la cama -¿Te gustaría comer algo? –Le pregunto a la chica extendiendo su mano, esta instintivamente se alejó rápido a la punta opuesta de la cama de donde se encontraba el número uno.
El numero uno se le volvió a acercar –Tranquila, no te haremos daño –Pero solo consiguió que ella volviera a alejarse de él.
Puse una pequeña mueca al ver como sus intentos de acercarse fallaban completamente, lo peor era que el continuaba intentando lo mismo cuando ya estaba claro que ese método no daba resultados. Entre sus repetidos intentos un bostezo salió sin aviso de la boca del lindo chico rubio.
Me acerque a él y puse mi mano en su hombro -¿Hace cuánto no duermes Oscar? –Pregunte preocupado.
Él detuvo sus intentos de acercarse a la chica y me miro –Creo que desde hace unos tres días –Contesto sin darle mucha importancia a eso.
-¡¿Tres días?! –Exprese sorprendido –Creo que es muy peligroso que no repongas energía-
El numero uno llevo su mano a su boca para taparse del próximo bostezo que salió sin aviso –No te preocupes, si mezclo una variación de mi materia con 4 electrones de mas con otra de 2 electrones menos genero una reacción que es una liberación de energía a grado molecular para reabastecer de energía a mis propias células y poder continuar despierto-
Intente prestarle la máxima atención posible a esas palabras pero aun así no entendí a qué se refería, tenía malas calificaciones en química como para comprender que fue lo que me dijo. Pero lo que si entendí fue que no descansaría, aunque se lo pidiera y sumado a eso estaba el problema de esta chica.
Puse mi cerebro a trabajar a mil por hora y un suspiro salió de mi boca resultado del sobrecalentamiento de mi cabeza, había ideado un nuevo plan –Esta va a ser una larga noche ¿Qué te parece si mejor vas a comprar algo de café? Yo intentare acercarme a ella.
Su boca bacilo un poco la respuesta –Confía en mi –Agregue y con eso termino por aceptar.
Me encontraba caminando de vuelta al minisúper de hace rato, era mucho más tarde que la última vez y eso podía notarse en como todos los carteles y locales brillaban con una gran fuerza sumado a la gran cantidad de adultos caminando, entrando y saliendo por todos lados.
Yo caminaba con la mirada pegada al suelo y mis manos guardadas en los bolsillos de mi pantalón, de a poco veía como la cantidad de pies que pasaban cerca de mí comenzaba a disminuir, sumado a eso estaba el sonido de todos los vehículos de las calles los cuales también comenzaron a mermar hasta desaparecer. Lamentablemente yo ignore todos estos factores hasta que fue demasiado tarde.