Distrito 8.
El edificio en el que me encontraba tenía 10 pisos, había comprado todo el edificio para que de esa forma pudiera entrenar con mayor facilidad y sin tantas intervenciones.
En este momento me encontraba sentado en una gran sala que denotaba la clase alta por todos lados, con furia le metí un golpe a la mesa de madera delante mío, obviamente me contuve para no romper la mesa y en su lugar solo le hice un pequeño hoyo.
-Ese hijo de puta, siempre hace lo que quiere –Exprese molesto.
Poco después de que me volviera el segundo capacidad uno en el ranking la alta mesa directiva me encomendó una tarea muy especial y particular. A lo largo de las décadas de existencia de esta ciudad y sus habitantes con poderes, se descubrió un fenómeno natural llamado “Teoría de Evolución Continua” dicho de forma simple, de manera natural surgirá un individuo con una habilidad estrella que supere a la habilidad más poderosa en ese momento; varios años desde de que naciera el usuario de Stranger Matter la supercomputadora cuántica “El Cerebro S.A.D.S” identifico al usuario de una HE que si aprendiera a usarla correctamente podría derrotar al numero uno.
A ese cierto individuo lo pusieron bajo mi cargo, yo debía ser su tutor y enseñarle a usar correctamente su habilidad, de esa forma él podría volverse también un capacidad uno. Como yo poseía la habilidad estrella de modificar cualquier aspecto de la realidad a mi antojo podría enseñarle mejor que nadie, y principalmente podría arreglar la situación si su habilidad se salía de control. El único problema era que la diferencia de edad, de 4 años, causaba muchos problemas.
Ahora era momento de que le enseñara algo de teoría y calculo, pero el muy estúpido había desaparecido de nuevo –Me estoy cansando de ser su niñera –Dije irritado levantándome de la silla.
La única razón por la que soportaba esto era debido a la Anomalía de Oscar y su maldita habilidad que le permite escapar de mi control, esa habilidad no puede ser perfecta, yo sabía que en algún lado debería haber alguna debilidad. Por esa razón la aparición de esta persona y su habilidad fue algo que me pareció positivo.
Sin perder tiempo me teletransporté a donde se debía encontrar esta persona, para mi sorpresa aparecí a las afueras del edificio donde me encontraba, específicamente a un lado, donde había un callejón.
En este punto ya me imaginaba que se encontraría haciendo ese imbécil, comencé a caminar silenciosamente por el callejón y comencé a oír extraños sonidos, no, no eran sonidos; eran gemidos.
Detrás de unos tachos de basura y cerca de unas escaleras de metal vi un rostro, era difícil distinguir su género debido a que poseía rasgos tanto de hombre como de mujer. Su pelo negro claro le llegaba hasta los codos, tenía una vincha blanca, unos anteojos también blancos y ojos verdes; su vestimenta era un uniforme femenino de alguna escuela secundaria y que recordaba a un traje de marinero.
Me acerque un poco más y escondido detrás entre los tachos de basura se encontraba algún alumno cualquiera de secundaria haciéndole sexo oral a aquella persona, a simple vista y por la vestimenta todos pensarían que el chico estaba complaciendo a una chica, pero no había nada más lejos de la realidad.
-¡¿Qué mierda estás haciendo Kamisato?! –Le pregunte furioso a aquel hermafrodita al que tenía que educar, aunque era muy claro lo que hacía.
Al verme el alumno de secundario dejo de lamer el pene del hermafrodita alumno mío, aquel individuo se reconocía así mismo como un varón, pero de todas formas se aprovechaba de los pequeños senos de mujer que tenía y de su pelo largo para hacerse pasar por chica y sorprender chicos, para terminar en escenas como estas.
Kamisato guardo su miembro masculino detrás de su falda azul, e hizo que el pobre alumno a su lado se levantara totalmente hipnotizado por él –Hola viejo, ahora estoy algo ocupado ¿Podrías esperar a que termine?-
-Tu entrenamiento era hace 30 minutos –Conteste con los brazos cruzados.
El chico vestido de mujer le susurro algo al alumno cualquiera de secundaria -Yo me encargo de este viejo y después te llamo para seguir- Acto seguido le dio un pequeño empujón en la espalda al alumno y este se limpió la boca para luego salir corriendo por el lado opuesto al mío.
-No seas aguafiestas –Me dijo él.
Yo intentando controlar mi furia solté un suspiro –Tantas personas que viven en esta ciudad, y aquel cuya habilidad estrella predice el cerebro S.A.D.S que derrotara a Stranger Matter tenía que ser un puberto trap con las hormonas al máximo-
Ese comentario si pareció afectarle un poco, aunque fingió inútilmente que no –Yo nunca pedí que me pusieran este poder-
-Pero aun así podrías aprender a usarlo refute.
El chico se acomodó el pelo y sus gafas –Estaba en algo justo ahora ¿En serio tenías que arruinarlo? No me interesa derrotar al número uno, y me sangran los oídos de que siempre te quejes que perdiste contra él injustamente y que se yo-
Una sonrisa sádica apareció en un costado de mi cara –Como quieras, si no puedes asistir a la clase yo traeré la clase hacia ti –Acto seguido estire mi brazo y abrí mi mano.
Kamisato me miro confundido -¿A qué te refieres?-
Repentinamente el chico que le estaba haciendo sexo oral apareció delante de él y yo lo agarre del cuello, con mi otra mano genere una gran cantidad de energía –Apresúrate Kamisato, usa tu habilidad para salvarlo o no podrá volverte a chupar el pene-
El chico se acomodó su ropa de mujer e intento acercarse pero hice aparecer una barrera de cristal entre nosotros –Espera, por favor espera –Suplicaba él.
-No me lastimes por favor –Rogaba el alumno cualquiera cerrando sus ojos, yo lo ignore.