Yo nunca pedí nacer pero aun así mi madre me trajo a este mundo y sin previo aviso la ciudad me arrebato a mi madre, el único legado que todavía persiste de ella es el apellido que llevo. Después de eso la ciudad me arrebato mi infancia, yo logre aceptar eso, pero la cosa no se detuvo ahí, la ciudad me arrebato el hecho de poder vivir una vida normal, tome eso e intente acoplarme para vivir relativamente bien y aun así la bestia todavía tenía hambre. Eso llevo a que la ciudad me arrebatara a la primera persona que se juntaba conmigo sin deseos de aprovecharse de mí, eso hizo rebalsar el vaso y me niego a aceptar que se fuera ¿Me consideran el ser más poderoso de la ciudad? ¿Del mundo? voy a aprovechar ese poder para traerlo de vuelta.
Viernes 14 de Agosto – 09:45 AM - Primer Distrito –Sede Principal de Royal Company.
-¿Entendiste todo? –Pregunté con una voz seria y grandes ojeras debajo de mis ojos.
-Por supuesto líder – Contesto Astria con la misma energía de siempre -¿Pero estás seguro de esto?-
Un suspiro salió de mi boca –Viví en los laboratorios subterráneos de ese lugar toda mi infancia, tú no te preocupes y solo cumple tu parte-
La chica cerró sus ojos para aceptar las palabras de su líder antes de partir, sin ningún comentario ella abandono el callejón en el cual se encontraba, su destino era la sede principal de Royal Company, una cantidad incontable de experimentos suceden al mismo tiempo en los laboratorios subterráneos que el público desconoce. Yo solo necesito información de uno en específico, uno estrechamente relacionado con LX2028.
Tenía mis dudas sobre esto pero no podía no hacerlo, todo lo que tengo ahora se lo debo a Oscar y de esta forma puedo pagarle. Aparte yo también extraño muchísimo a Cesar, pero la razón con más peso para hacer esto era la salud mental de Oscar, esta se encontraba algo inestable y al menos intentando esto podría dar un primer paso para mejorar, sin importar si funcionara o no.
Camuflé los nervios que recorrían mi cuerpo para no levantar sospechas y con cuidado moví la gran puerta de vidrio para entrar en el enorme edificio. En la ciudad hacia algo de calor, pero el interior de este lugar se encontraba muy frio en comparación.
Mis pies temblaban pero aun así no me detuve y camine por la larga alfombra roja que tenía delante de mí, a mí alrededor se encontraban cientos de personas muy ocupadas, hablando con sus pequeños teléfonos, llevando archivos, entre otras cosas. A poca distancia de la alfombra se encontraban varios pilares blancos ubicados con perfecta simetría que llegaban hasta el techo, mas a lo lejos de estos pilares había lugares donde el público podía sentarse.
Continúe mi recorrido hasta llegar al final de la larga alfombra roja, mi destino era un alto escritorio de madera con forma de medio circulo. En el centro se encontraba una computadora y una mujer escribía cosas del otro lado, yo la observe pero ella ignoro por completo mi existencia para seguir concentrada en sus asuntos.
Ajuste mi garganta para que saliera una falsa tos y seguido dije –Hola, vengo para inscribirme en el sistema de estudio de habilidades y experimentos-
La secretaria aún seguía sin separar la vista de su monitor, pero eso no le impidió entregarme un papel con el número 41 en él –Sube al tercer piso y siéntate a esperar tu turno –Me ordeno.
-Ehm, gracias-
Al costado derecho del escritorio en forma de semicírculo se encontraba un gran tubo de cristal con dos puertas corredizas abiertas –Que ascensor más elegante –Susurre entrando, una vez adentro las puertas se cerraron automáticamente “¿Cuál es su destino?” Fue la pregunta automatizada que recuerda a la voz de una chica.
Me puse algo nerviosa porque nunca antes subí a un elevador así –Ehm…tercer piso…por favor-
El ascensor reacciono inmediatamente y en menos de tres segundos las puertas se volvieron a abrir en un lugar parecido pero a su vez distinto a la planta baja. Quería salir del elevador, pero los nervios controlaban mis pies, lleve mis dos manos a la altura de mi cabeza y golpee mis cachetes con algo de fuerza –Reacciona Astria , hazlo por Oscar, por su salud, pero… él –Me detuve un segundo antes de decir el nombre de la otra persona, lo único que me faltaba ahora era ponerme triste.
Retome el control de mis articulaciones y abandone ese gran tubo de cristal, el lugar en el que me encontraba denotaba ser de la más alta clase, había una gran cantidad de asientos, sillas y varias personas adolescentes y adultos jóvenes estaban sentados esperando. Una gigantesca pantalla holográfica se encontraba en diferentes partes de la sala y todas marcaban el mismo número “13”
Sin perder tiempo me senté en el primer lugar vacío que encontraron mis ojos, una vez hecho eso me asegure de que nadie me estuviera observando –Mejor me apresuro antes de que sea mi número, no quiero tener nada que ver con esto-
En ambos costados se encontraban muchas puertas, supongo que en el interior de cada una había una oficina o algo así. De repente recordé lo que me dijo mi líder.
-Tienes que buscar la oficina más grande, allí está la computadora que conecta todas las computadoras de las demás oficinas y a su vez está conectada con otras más importantes-
-Eso suena fácil líder, no te preocupes que acabare en unos segundos-
Él separo su mirada y chasqueo la lengua –No seas tonta por favor, ese lugar esta infestado de todo tipo de canalizadores, ni en sueños podrás usar tu habilidad allí; ni siquiera aunque hagas los cálculos excelentes-
Acto seguido mi líder saco de un bolsillo de su campera roja un pequeño frasco con dos cosas negras con aspecto viscoso. –Estos son dos tipos diferentes de mi Stranger Matter –Comenzó a explicarme –Una vez que localices la oficina más grande abre el frasco y mezcla ambos pedazos. Eso generara una onda eléctrica que te permitirá usar tu habilidad unos momentos, aprovéchala para conectar el pendrive a la computadora-