Distrito 14.
Corría a toda la velocidad que mis piernas me permitían, todo el lugar era muy oscuro, las paredes tenían musgo y las grandes tuberías pegadas a la pared tenían goteras, el sonido de las gotas de agua al impactar con el suelo hacían que el ambiente de terror solo se volviera peor.
Sin detenerme un segundo de correr gire mi cabeza <Parece que lo perdí de vista> Pensé todavía corriendo. Me detuve en un pequeño panel de control y presionando una secuencia de teclas una gran puerta de acero reforzado se deslizo atrás mío.
-Solo por precaución –Me confirme a mí mismo, una vez que la puerta dividió por completo el pasillo comencé a caminar sintiéndome más seguro –No se suponía que esta misión sería tan difícil, pero no tomamos en cuenta a ese maldito grupo, no nos esperábamos que tuvieran el dinero para contratarlos-
La calma no fue duradera, sentí como a mis espaldas el metal de la puerta comenzaba a fundirse –MIERDA, son ellos –Retome mi corrida pero culpa de la oscuridad no pude verlo, un charco de agua provocado por las goteras estaba frente mío y al querer correr simplemente me caí.
Un fuerte sonido de algo cayendo al piso marco mi destino, me asusté mucho al escucharlo. Intente levantarme pero el miedo puso en pausa mi cuerpo por completo. A mis espaldas y desde la oscuridad sentía sus pasos acercarse –Que patético correr de esa forma, deja que acabe contigo de una vez –Replico una voz masculina, la persona en cuestión era un hombre de unos 19 o 20 años, su piel era morena y su pelo blanco estaba peinado de cierta forma que le cubría el ojo izquierdo.
Me arrastraba por el suelo esperando a que un milagro sucediera –Por favor, por favor. Hare lo que quieras, solamente no me mates – Suplicaba con mi último aliento.
En medio de la oscuridad una fuerte luz ilumino todo, de la punta del dedo índice de esa persona se formaba una hoja de luz, sus colores eran entre naranja y violeta oscuro –Acabare con tu patética vida de una vez por todas –Dijo este ser, lo último que vi fue un haz de luz atravesar mi cuello.
-Un patético menos –Le dije a su cadáver, por fin logramos acabar con todos los intrusos. Ahora solo quedaba que me reuniera con el resto y podríamos ir a comer algo, hice desaparecer la hoja de arco de luz que formaba en mi dedo índice y guarde ambas manos en mis bolsillos, tenía muchas ganas de comer.
Di unos cuantos pasos ocultándome en la oscuridad -¿Estas conforme haciendo esto? –Pregunto una voz familiar a mis espaldas, lamentablemente tuve que detenerme, la comida debería esperar un poco.
-¿Cuál es el problema si así es? –Dije sin darme la vuelta.
La voz a mi espalda continuo regañándome –Esta vez fue un grupo de criminales ¿Pero qué sucederá cuanto tú seas el criminal? Sabes que tendremos que detenerte-
Ya había rechazado su propuesta muchas veces y no me temblaba la boca para volverlo a hacer, me di media vuelta y observe entre la oscuridad a la persona que me hablaba –Yo solo cumpliré mi trabajo, ustedes hagan lo que quieran –Me refería a ellos porque si estaba uno lo más probable era que también este el otro.
En efecto la persona que me hablaba era nada más ni nada menos que uno de los líderes principales de la Fundación S.P, un chico alto de pelo con pelo marrón claro peinado para atrás para dejar ver su frente, sus ojos naranjas me miraban fijamente diciéndome cosas sin palabras. Era el capacidad uno número 5 en el ranking, Jacob Eisenhower -Sabes que tienes potencial, por favor acepta nuestra propuesta –Esas palabras siempre salían de su boca cuando me lo encontraba.
-¿Cuántas veces seguirán haciendo esto?-
Al lado del capacidad uno, a la altura de su hombro un cubo flotaba en medio del aire, este irradiaba una fuerte luz y era de color verde radiactivo –Lo haremos todas las veces que sean necesarias –Me respondió una voz distinta a la de Jacob.
La otra persona en hablarme tenía la apariencia de un adolescente, alguien no tan común que al mezclarse en una multitud seria facilmente reconocido. Vestía la chaqueta de la Fundación S.P al igual que el capacidad uno, su pelo era negro y se encontraba despeinado y tenia una distintiba cicatriz que recorria su nariz en forma horizontal a la altura de sus ojos. Él también era un viejo conocido, específicamente el usuario de la habilidad estrella “Dark Energy” de capacidad dos. Aun así rodeando su cabeza se encontraba un anillo metálico con varios cables conectados, ese dispositivo lo ayudaba a controlar su inestable habilidad.
-Por favor Caito, deja esa vida y únete a la Fundación –Insistió el usuario del Dark Energy, él también era otro de los líderes de la Fundación S.P.
Con mucha fuerza llevé mis dos manos para tapar mis oídos y cerré mis ojos para no verlos más -¡Cállense! Ustedes no lo entienden y siguen sin entenderlo, no importa cuánto se los repita-
En ese instante el audífono en mi oído sonó “¿Qué estás haciendo Caito? Apresúrate en volver así nos marchamos, este lugar es repugnante y asqueroso” La chica que me hablaba era Jenell, la líder de nuestro grupo “Gemstone”.
Aproveche la oportunidad para escaparme de esos dos acosadores y me fui corriendo del lugar lo más rápido que pude.
Domingo 16 de Agosto – Distrito 14
El grupo del cual formo parte es uno de los más importantes y de más alto nivel en toda la ciudad. Su nombre es “Gemstone” y está formado por nuestra líder Jenell y tiene tres miembros principales, Alessia, usuaria de la habilidad estrella “Sofnif” y capacidad cuatro al igual que yo, Karma, una chica sin poderes pero muy hábil y yo, usuario de la habilidad “Fusion Arc”. Nosotros éramos un grupo que en muy pocas ocasiones aceptaba trabajo de los gobernadores de distrito, nuestra líder provenía de una familia de alta clase y solo aceptaba trabajos de científicos con rango superior a los gobernadores de distrito y muy usualmente de miembros de la alta mesa directiva. Por esa razón cumplíamos misiones muy difíciles y secretas, pero la paga era más que excelente.