[Documento c6P Fantasmas y Virus]

Debajo de mis pies, sobre mi cabeza, delante de mí, detrás de mí y a mis costados. No podía sentir nada, no podía observar nada, lo único que quedaba eran mis pensamientos en ese espacio completamente blanco y vacío que me rodeaba. Observarlo detenidamente daría la sensación óptica de que el espacio blanco era infinito, pero al estirar mi brazo para tocar el infinito resulta que no podía estirar más de mi antebrazo. Me encontraba en una caja rectangular completamente blanca y aprueba de sonido, este era un método algo ordinario que utilizan varios laboratorio para que el sujeto de pruebas se relaje, despeje su mente y se pueda averiguar con mayor precisión cual es la habilidad estrella que está desarrollando su cuerpo. Este procedimiento se conocía como “La caja de infinita concentración”.

El vacío e inherente espacio que me rodeaba me provocaba ansiedad aunque todo termino cuando el silencio fue cortado a la mitad, y no por mi propia voz sino por la de demás personas. Escuchaba susurros y lamentos de varias personas, no reconocía la de ninguna pero todas se dirigían a mí “Ayúdame por favor”, “Necesito que le digas algo a mis hijos por mí”, “¿Qué me sucedió?” , “¿Qué le sucedió a mi cuerpo?” , “ Por favor ayúdame a salir de aquí” , “Todo está oscuro y apretado en este cajón” Mis oídos no podían soportar tantas frases distintas a la vez, con dificultad lleve mis manos para tapar mis oídos en esa estrecha caja metálica donde me encontraba <¿No ven que solo soy un niño? ¡NO PUEDO AYUDARLOS!> no podía soportarlo más.

-No seas tímido Marcus, esto ahora es parte de ti. Debes aceptarlo sin temerle, no te preocupes que te ayudare con eso – deje de presionar un botón a la par que se cortaron mis palabras y el micrófono dejo de transmitir mis palabras al interior de la caja de infinita concentración.

Yo no podía escuchar nada, los sistemas de audio tampoco detectaban nada. Pero ese niño actuaba como si en realidad muchas voces le hablaran a la vez y sus signos vitales reflejados en los dispositivos comenzaron a mostrar un alto nivel de estrés. Sin que ese niño lo supiera, alrededor de la caja de infinita concentración donde él se encontraba metido había varios ataúdes llenos de cadáveres. En un principio hubiera sido casi imposible siquiera pensar en realizar este método, pero este era el laboratorio donde surgió un capacidad uno, y con ese prestigio uno podía hacer casi cualquier cosa.

Estaba rodeado de miradas de recelo, y el líder de este grupo criminal espera que hablara con el cadáver delante de mí. Si no lo hacia ellos me matarían –Dame un momento por favor – le pedí al líder de esa organización. Acto seguido y con mucho asco lleve mi mano al hombro de ese cadáver y me concentre, en el pasado cuando yo era de capacidad 8 solo podía oír susurros de muertos que estaban a menos de 50 centímetros de mí. Pero gracias a los experimentos del laboratorio 73 eso cambio.

Ahora siendo de capacidad 4 cree un espacio en el interior de mi mente, un espacio entre la vida y la muerte. Me encontraba en una playa gris, una playa sin final; estaba descalzo sobre la arena. De pie en medio de una oscura agua se encontraba alguien, un anciano vestido con una bata de laboratorio y el poco pelo que le quedaba estaba lleno de canas. Ambos éramos bañados por el calor y luz de un sol negro en el horizonte.

-Ho…hola – levante mi mano para  saludar a ese anciano a la distancia. Todavía me incomodaba mucho iniciar una charla con un muerto.

-¿Un mocoso? ¿Qué es lo que quieres? ¿Qué haces aquí? ¿Dónde estamos? – ese viejo sonaba muy irritado y malhumorado, eso me asusto un poco.

-Discúlpame, pero necesito que me digas algo. La forma de crear un antivirus para Joel.

El anciano acaricio su puntiaguda barbilla a la par que repetía el nombre que le di -¿Joel? ¿Esa unidad Mannsperson a la cual le inyecte el virus que me ordenaron los gemelos?

No entendí nada de a que se refería esa persona, aun asi respondí afirmativamente ya que me imaginaba que no podría tratarse de nadie mas –Asi es – asentí con mi cabeza.

-¡No puedo! – gruño ese anciano. Su grito me hizo asustar de nuevo.

-Por favor, mi vida depende de esto. Ayúdame, yo puedo cumplir algo que dejaste pendiente en vida a cambio.

El anciano llevo su mano al pecho –Yo soy fiel a la Corporación Onyx, solo creare un antivirus si los lideres me lo ordenan. Pero los gemelos están muertos y cerraron el lugar donde trabajaba, la corporación me abandono y debido a mi edad no me quedo nada más que abandonar mi propia vida antes de tiempo.

-¿No te parece un poco excesivo eso? Suena demasiado exagerado y dramático.

-Ja, no espero que un tonto niñito entienda a un adulto mayor – cada segundo que pasaba mi miedo desaparecía y se transformaba en desagrado hacia ese viejo < ¿Qué le cuesta ser más educado? Viejo tonto>

-¿Pero no tienes familiares a los cuales decirle algo? – intente indagar más en su vida para encontrar alguna forma de negociar.

-Le dedique toda mi vida a la ciencia y a la corporación Onyx, no tengo nada más niño tonto - si no fuera porque mi vida dependiera de esto mandaría a cagar a ese viejo desubicado.

Antes de poder seguir algo extraño sucedió, todo el mundo tembló. La arena que mis pies sentían se movió de un lado a otro, y el agua donde ese viejo estaba parado se sacudió con fuerza -¿Qué está sucediendo mocoso ignorante?

Ay pero que maldito viejo –No tengo idea – exclame – algo debe estar sucediendo en el mundo real, mejor iré a ver.

Para mi sorpresa, antes de cortar mi lazo con la conciencia del anciano este levanto su mano en un gesto inútil de intentar detenerme -¡Espera! –grito el cambiando su actitud por completo. Parece que por fin encontraría una forma de negociar con él.

Cada segundo que pasaba me desesperaba más que ese niño no consiguiera lo que le pedí, era bueno que hubiera aceptado sin tener que recurrir a la fuerza pero ¿Cuánto más le iba a tomar para que un viejo decrepito le diga algo? Joel ya se encontraba en las últimas y perder tiempo es lo que menos me perdonaría.