El camión blindado no poseía ventanas por lo que era imposible observar el exterior, no sabía en donde nos encontrábamos, no sabía a donde nos llevaban; lo único que podía saber era que el vehículo se movía a máxima velocidad.
Del suelo al techo se encontraba conectado un tubo lleno de un extraño liquido transparente. Luego de que Oscar se desmayara, los soldados de Onyx metieron a TCC contra su voluntad al interior de ese tanque. Hicimos lo que pudimos para intentar detenerlos, pero fue en vano, sin nuestro líder éramos demasiado débiles como para enfrentarnos a la tecnología que ellos manejaban.
No podía soportar verlo al niño ahí metido y para empeorar todo Cesar se encontraba muy mal herido y sin energía para hacer nada, su cuerpo estaba inconsciente y sentado en el suelo del camión blindado. Además sin TCC y sin el casco ciberneuronal el chico de cabello naranja no podría activar su habilidad estrella.
Teníamos todo en nuestra contra y todos estaban fuera de combate, menos yo. Con todas mis fuerzas estaba golpeando la pared de metal para que el conductor de delante me escuchara -¡No se saldrán con la suya! ¡¿Qué mierda están planeando?! – no podía hacer mucho más que gritar y golpear mis puños contra la pared, pero tampoco iba a quedarme sin hacer nada.
De un momento a otro todos mis gritos fueron escuchados, una pequeña rejilla se abrió permitiéndome ver el lado del conductor, en realidad la rejilla era tan pequeña que no podía observar nada aunque si podía escuchar una voz que me hablaba del otro lado. Se trataba de ese maldito desgraciado que obligo a Oscar a entregarse, lo había escuchado decir que él era el presidente de la Corporación Onyx.
Mi líder no lo entendió en su momento y yo tampoco lograba comprenderlo ahora -¿Por qué alguien tan poderosos como tu necesita de Oscar? Eso no tiene sentido.
-Oh querida el poder político de esta ciudad es solamente una ilusión, se necesita más que solo eso para poder hacer funcionar las cosas aquí. Y yo tengo un problema del cual encargarme y que mejor que el puesto uno capacidad uno para solucionarlo – no podía hacer nada. El camión blindado tenía instalado canalizadores que suprimían mi habilidad estrella, lo único que me quedaba era cerrar mis puños con fuerza y golpear con mis nudillos el metal de las paredes –No te preocupes por tu novio, cuando arregle mi problema lo liberare. Aunque podría usarlo para enfrentarme a quien está por encima de todos…hmmmm, ya pensare que hacer – la pequeña escotilla volvió a cerrarse delante de mis narices.
Me senté en el frio suelo del camión –Maldición, debo encontrar la forma de solucionar todo esto. De ayudar a Oscar, a Cesar y a TCC.
La sensación de adrenalina y peligro fueron las primeras emociones que recupero mi cuerpo, al regresar mi conciencia en sí, lo primero que recordé fue lo último que hice. Un grupo de hombres montados en gigantescos trajes de armaduras grises obligando a TCC a entrar a un tubo, mientras este último gritaba e intentaba inútilmente liberarse de su agarre –NOOOOOOOOO – en menos de un solo segundo me coloque de pie e intente golpear de nuevo al tipo en esa gigante armadura gris.
Me tomo más tiempo caer en cuenta de la situación, ya no estábamos en el departamento sino en una celda de concreto, por delante se encontraba un muro de vidrio y barras laser que nos impedían salir de aquí -¿Qué sucedió? – me pregunte a mí mismo.
Un momento después logre sentir como el cálido calor corporal de alguien se enrollaba alrededor de mi cuerpo, se trataba de Astria –Por fin despertaste Cesar, estaba muy preocupada.
La forma tan nostálgica en la que ella me dijo eso genero una pregunta en mi mente -¿Cuánto tiempo llevo durmiendo?
-Creo que como mínimo un día.
-¿Y dónde se encuentran los demás?
Ella se separó de mí y se sentó en una silla que había en la celda –No lo sé con exactitud, estoy muy segura que Oscar y TCC están en este mismo edificio. Pero no sé dónde.
-Entonces no hay problema, saldremos de aquí y nos reuniremos con todos – mi tía me enseño que cuando las cosas van de mal en peor es cuando uno debe mostrar su mejor cara y salir adelante. Tirarse al suelo y lamentarse no solucionaría nada, aunque sea debía intentar algo.
Mí vista cambio hacia la pared de cristal reforzado delante de nosotros, del otro lado podía notarse un pasillo con más celdas aunque la nuestra parecía ser la única en uso. Después pase a observar los barrotes laser de la salida –Como mínimo esos barrotes deben generar unos 350 volteos, nuestros cuerpos no podrían soportarlo.
No quería saber cómo ella sabía esa información, prefiero pensar que ella escucho esa información antes de suponer que intento atravesarlos y descubrió el valor midiéndolo con el dolor de su cuerpo.
-Si eso es lo único que hay que hacer entonces a darle – sin pensarlo dos veces comencé a correr hacia los barrotes laser. Cerré mis ojos y dejé que mi cuerpo impactara contra ellos, volví a abrir mis parpados ya que podía sentir un cosquilleo recorrer todo mi cuerpo, la electricidad era tal que podía verla atravesando todo mi cuerpo, aunque aún así lo máximo que me causaba era un escalofrió.
Observe a Astria y como ella me miraba, sus manos tapaban su boca sorprendida de lo que estaba sucediendo. Yo me esperaba caer desmayado por el impacto del voltaje, repetiría eso un par de veces hasta que viniera un guardia y luego lo atacaría para salir, pero jamás me espere que sucediera otra cosa.
Ella estaba confundida y asustaba, parecía querer ayudarme aunque no sabía cómo. -¿Te encuentras bien?
-No era mi plan, aunque se ve mejor.
Mi compañera tomo aire preocupada -¡Las cámaras Cesar!
Si estábamos siendo observados lo más probable es que mandaran soldados a detenerme, pero ni siquiera comenzó a sonar la alarma de seguridad. No comprendía que estaba sucediendo, pero aproveché la situación a mi favor y comencé a empujar mi cuerpo hasta lograr salir de la celda. Sin mucho problema había atravesado los barrotes laser, estaba ileso.