Maldición Sideral: en las profundidades de la ciudad se llamaba de esa forma a los poderes que traían más desventajas que ventajas para su usuario.
Podía sentir como todo mi cuerpo se encontraba flotando en la profundidad de un líquido espeso y completamente negro. Esta era la segunda vez que me sentía de esta forma, la primera fue hace muchos años durante el experimento D.E.P.
No podía mover mi cuerpo, pero a la vez tampoco quería hacerlo, era todo tan relajante y lleno de paz que podría quedarme asi para siempre -¿Por qué estoy haciendo esto? – me pregunte a mí mismo –Lo hice para salvar a mis amigos – no había otra forma, siempre tiene que ser así.
Nunca podía vivir en paz o tranquilo debido a este poder, un poder que yo no pedí. Antes pensaba que volverme el primer capacidad uno traería cosas buenas, siendo el más fuerte de todos tendría paz. Pero ese pensamiento era solo una ilusión de la maldición que provoca este título.
No podía mover mi cuerpo, aunque quisiera, pero podía sentir cosas. En un segundo logre sentir como objetos afilados rozaron distintas partes de mi cuerpo, pero este no reacciono, un momento después sentí delgados hilos aferrarse a mi cuerpo y a mi cuello para elevarme por el aire, podía sentir la sensación del aire recorrer mi cuerpo, aunque estaba en el fondo de este oscuro estanque.
De repente la oscura y negra agua del estanque comenzó a filtrarse, y el lugar donde me encontraba quedo completamente seco. Ahora ya no estaba en el fondo -¿Qué fue lo que sucedió? – me preguntaba a mí mismo. Pero si yo no conocía la respuesta no existiría nadie más que me la dijera.
Podía sentir como si mi cuerpo actuara, como si se moviera aun contra mi voluntad y en un momento mis oídos se llenaron con el sonido de una gigantesca explosión a la distancia. No sé qué sucedió o que lo provoco pero ahora podía ver, recupere la capacidad de apreciar lo que sucedía en mi entorno aunque era inútil ya que mi cuerpo no reaccionaba a mis órdenes.
En las profundidades de mi mente solo podía observar lo que sucedía en el exterior. Podía sentir una gran cantidad de mi materia desconocida acumularse en mi espalda, aunque no podía verlo si sabía de qué se trataba. La LX2028 rodeo todo mi cuerpo y luego un par de alas hechas de ese líquido negro se formaron en mi espalda, su apariencia era similar a unos pétalos, aunque podían compararse con las alas de una mariposa.
Utilizando mi materia de esta forma podía adquirir la cualidad de volar, pero eso no era lo único. Siempre utilizo distintas variantes de mi materia para crear efectos entre ellos, pero este par de alas estaban en contacto con la realidad y podría generar fenómenos físicos anómalos e inexplicables sumando la realidad con mi materia.
Observando el exterior me percate de como mi cuerpo se movía rumbo a golpear a un chico de pelo negro y un mechón blanco que sobresalía, sin embargo, antes de asestar el golpe otro chico lo empujo a él para recibir el impacto. Como mínimo me imaginaba que habría muerto de lo fuerte del golpe.
Utilizando eso como distracción el joven de ojos violetas intento atinar un puñetazo en mi rostro pero mi cuerpo evito fácilmente el golpe doblando uno de los pétalos de mi espalda y colocándolos delante.
Una lucha comenzó entre nosotros dos, su pie aplastaba el mío para que no me moviera y me clavo un rodillazo en el estómago aunque nada sucedió. Sin obedecer a mis órdenes mi cuerpo genero un tentáculo de LX2028, sorprendentemente mi oponente también hizo lo mismo -¿Cuál es la habilidad estrella de esta persona? – esa pregunta me surgió por un momento, aunque lo que en verdad quería hacer era recuperar el control de mi cuerpo.
Mi cuerpo comenzó a elevarse por los aires hasta sobrepasar la altura de los edificios, pude sentir como las alas negras de mi espalda se desplegaban para absorber la luz solar que recibían. Como resultado las zonas a las que no les llegaba la luz comenzaron a disminuir su temperatura, mi oponente uso uno de sus tentáculos para colgarse de la pared de otro edificio y contra mi voluntad yo lo seguí.
Agite los pétalos negros de mi espalda y una tormenta de arena comenzó a arremolinarse sobre el edificio donde él estaba, el concreto del muro se transformó en arena. El chico comenzó a caer al suelo hasta que una estrella de plata apareció y evito su caída.
Las alas negras de mariposa en mi espalda comenzaron a vibrar y el concreto ahora transformado en arena se convirtió en copos de nieve. El chico de mechón blanco intento protegerse con sus tentáculos, pero esos copos de nieve generaban una combustión al entrar en contacto con materia orgánica, lo que provocó que sus tentáculos comenzaran a quemarse. El chico gritaba desesperado y sin alternativa.
Pero de un segundo a otro mis copos de nieve comenzaron a desaparecer, era como si alguien chasqueara los dedos y los transformara en partículas de polvo. Sin conciencia mi cabeza giro a todos lados en búsqueda de la razón para eso, en una esquina de una cuadra encontré a un chico rubio de buzo blanco con rayas negras, él estaba usando su mano hacia donde se suponía estaban mis copos de nieve.
Quien controlaba mi cuerpo hizo que generara una esfera de líquido negro para que explotara en esa molestia, pero antes de poder lanzar mi ataque sentí de nuevo como unos hilos se enrollaban sobre mi muñeca impidiendo que la moviera. Seguí los hilos hasta la cima de un edificio, pero no me encontré con nada, no podía entender esta situación.
Los hilos se movieron y similar a un títere obediente mi mano se levantó y la esfera de materia desconocida fue lanzada a volar al cielo. Mi mente era como observar la pantalla de un televisor con estática, había vuelto a perder la capacidad de ver lo que estaba sucediendo en el exterior.
Estaba harto de esta impotencia por lo que cerré ambas manos y comencé a golpear el suelo en un intento desesperado de lograr liberarme del control mental. Las habilidades estrella se supone que ayudan al usuario, les son útiles, pero en mi caso era todo lo contrario. Este poder llamado Stranger Matter era una maldición que me ha traído problemas desde que tengo memoria, desde que me lo colocaron desde niño.