“En pantalón y camiseta, Vaden subió al ascensor con la chica en brazos, ambos empapados por la lluvia y muertos de frío, disfrutaron en silencio del calor del otro.
Al llegar a su piso, inmediatamente subió a su habitación, si no toman una ducha caliente enfermarán sin dudarlo. La chica no apartaba la mirada del hombre que amablemente la ha estado protegiendo, es serio, alto y apuesto, pensó al ver cada detalle de él.
―Antes de hacer esto necesito que me respondas. ―Aquellos ojos celestes, enormes y dulces se fijaron en él. ―¿Alguien te lastimó? ¿Estabas huyendo de quien te hizo daño? ¿Acaso conoces el lugar donde estabas?
―Yo… yo… ―No supo que responder, solamente se encogió de hombros. ―Nadie me hizo daño, me he perdido y es todo. ―Vaden frunció levemente el ceño.
―¿Cuál es tu nombre?
―Némesis. ―Respondió sin dudarlo, Vaden esta vez alzó las cejas por el nombre poco común.
―Bien, Némesis, ¿Eres de este país? ―Al verla negar se preocupó más. ―¿Alguien te secuestró? ¿Te alejaron de tu hogar? ―Esta vez se encogió de hombros. ―Necesito que me cuentes lo que pasó, te he traído aquí en vez de llevarte a un hospital, me puedo meter en problemas, ¿De acuerdo? ¿Sabes el nombre o el número telefónico de algún familiar? ―La chica no hizo más que mirarlo a la cara como detallando cada fracción de él.
―Estoy sola. ―Dijo finalmente. ―No tengo a nadie, yo vengo de un lugar poco conocido. ―Sonrió con ternura. ―No conozco nada. ―Vaden resopló, la chica no está drogada ni tampoco ebria. Entonces, ¿Por qué la encontró desnuda? ¿De qué huía bajo la lluvia? ¿Qué es eso que la hizo arriesgarse de esa manera? ¿Debería llevarla a una estación de policía? Rápidamente, negó a eso último, ella le imploró que por favor no lo hiciera. No le queda más que esperar para que Rocket le ayude con la identidad de la chica.
―¿Me permites desnudarte? ―Némesis miró su cuerpo cubierto por la enorme camisa.
―Ya me has visto así, ¿Por qué la pregunta? ―A Vaden se le hizo realmente extraño, pero aun así la desnudó.
―Te darás un baño caliente, mientras tanto yo tomaré una ducha. ―Némesis no dijo nada y lo vio meterse al compartimiento de la ducha. El cristal estaba cerrado, pero aun así podía apreciar el cuerpo tonificado del hombre que se desnuda sin ningún pudor.
―¿Por qué tienes el órgano reproductivo tan grande? ―Vaden se tensó, ¿Cómo había logrado verlo? ―Por lo general la medida se dividen en tres grupos: miembro pequeño: 8 cm a 13 cm. Miembro mediano: 13 cm a 16,5 cm y miembro grande: 16,5 cm hasta 18 cm, pero el tuyo debe medir unos 25 cm. ―Realmente impresionado por la naturalidad con la que habla del tema, se cubrió.
―¿Sabes que esta no es una buena conversación para dos desconocidos?
―Me salvaste, ¿Todavía eres un desconocido? ―Vaden cerró los ojos, sin duda esa chica es más inocente de lo que dedujo.
―No me conoces de nada, así que sí, soy un desconocido para ti. ―Abrió la puerta para mirarla. ―Y no todas las personas son como yo, ¿Lo comprendes? Otro se hubiera aprovechado de ti.
―Pero tú no lo hiciste. ―Lo miró a los ojos. ―Tú me salvaste. ―Vaden dejó escapar el aire.
―Sí, lo hice y puedo meterme en un gran problema. ―Cerró la puerta y abriendo el agua caliente, dejó que el vapor se esparciera para que de esa manera ella no fisgoneara y finalmente se duchó en paz.
Después de la ducha, él cubierto por un albornoz y ella por una toalla, se dirigieron a la enorme cama de Vaden. Némesis como una niña curiosa, lo mira todo y lo pregunta todo. A Vaden no le terminaba de convencer el comportamiento de la chica, pero algo en él se negaba a dejarla a su suerte sabiendo la crueldad del mundo.
―¿Tienes un nombre? ―Vaden giró para mirarla.
―Sí, me llamo Vaden Newman. ―Le sonrió levemente antes de girarse para que ella continuara vistiéndose.
―Vaden. ―Susurró para ella misma. ―¿Te gustaría ser mi pareja? ―Vaden se ahogó con la saliva.
―Némesis, no me conoces, no deberías siquiera estar semidesnuda tras de mí. ¿Realmente tienes tanta inocencia? Esas cosas no se van pidiendo por ahí. ―La chica se colocó frente a él.
―Inocencia. ―Se quedó pensativa. ―¿Soy inocente? ―Vaden mirándola a los ojos para no ver más de la cuenta, su cuerpo desnudo, asintió.
―Sí, lo eres y mucho a pesar de tus veinte años. ―Con premura caminó a la puerta. ―Puedes quedarte aquí para que descanses, yo estaré en la habitación de al lado. ―Como si algo intentara retenerlo, corrió para evitarlo. ―¿Qué has hecho Vaden? ¿De dónde coño salió esa chica? ―Pasó las manos por su cabello. ―¡Te meterás en un grave problema! ―Se sentó en la cama y pensó en la posibilidad de llamar a Tristán, pero se negó, ha de estar con Pandora en el hospital y Stella está divirtiéndose. ―Mañana saldré de dudas. ―Susurró acostándose, la borrachera se le había olvidado, pero el cansancio del cuerpo se lo recordó.”
Un año más tarde.
Nunca se debe decir “De esta agua no beberé” y Vaden se dio cuenta de ello al permitir que una inocente mujer de ojos celestes, piel morena y cabellera rizada negro y larga, entrara a su vida. No sabe exactamente como pasó, pero sucedió y ahora ha decidido amar.
Némesis, oriunda de uno de los lugares más remotos de la tierra, exactamente de Ittoqqortoormiit (Groenlandia) Llegó a Panamá gracias a una embarcación a la que se coló por ir detrás de unos turistas. Al llegar al país, se las ingenió para que nadie la viera y cuando se topó a una indigente con pocas ropas, decidió regalar la suya, se tiró frente al auto porque un perro la iba correteando.
La historia más loca que cualquiera había escuchado, ni siquiera Rocket pudo asesorarse, el lugar de donde viene no tiene acceso a internet ni ningún tipo de tecnología, pero sí pudo seguirle el paso desde la entrada al país y por ello ha tenido que meterla al sistema.