La Tano Nigthingate que conocía jamás se atrevería a realizar, ni a permitir, una traición contra el código de La Zona; y lo sé porque durante años obedecí ciegamente cada una de esas estúpidas normas por temor a ser sancionado, al igual que tantos Sujetos del Proyecto EXPERIMENTOS.
Inocentes que hoy en día ya no se encontraban con nosotros y el haber recordado ese momento me hizo pensar en esos chicos cuyas vidas les fueron arrebatadas, solo que en esta ocasión podía verlo de otra forma porque no había alguien que estuviese cerca de mi para borrar o alterar mi memoria, como pasó con ese recuerdo.
Hasta hace unos minutos viví creyendo que en cuanto llegué al área de descanso un guardia me recibió con un sedante que inyectó sobre mi cuello y cuando desperté me encontré en la habitación del área C junto con Cole y Serenthy sin tener idea de cómo llegué ahí.
Lo siguiente que vino a mi mente fue ver a la directora Tano Nightingale ingresar en nuestra habitación, sin la compañía de algún guardia o doctor, para informarnos que fuimos sedados debido a un par de incidentes que ocurrieron durante la última prueba que acabaron con la estadía de los Sujetos Quince y Once del proyecto EXPERIMENTOS.
Los dueños de las camas que ahora estaban vacías, como un recordatorio de que cualquiera de nosotros podía ser él próximo.
Tano comentó que la pérdida de los sujetos Once y Quince fue una triste decepción, debido a que nuestra área era de las que mejor progreso había estado demostrando al proyecto EXPERIMENTOS, a diferencia de las otras que han sufrido pérdidas masivas, pero los resultados hablaban por sí solos y nosotros, como miembros de esa área, teníamos el derecho de saber el por qué nuestros compañeros fueron desterrados mediante un video que Tano reprodujo en la tablet que llevaba consigo, como un recordatorio de lo que debíamos evitar en un futuro para no ser desterrados.
Lo primero que nos mostró el video fue a La Sujeto Once; la pequeña que no terminó su prueba debido a que una mamba negra mordió su mano izquierda, mientras escalaba la pared de rapel, ocasionando que perdiera la noción, se soltara y cayera sobre una base de metal.
Ese fue el final de la Sujeto Once.
Lo siguiente que vimos fue al Sujeto Quince cometiendo una terrible traición contra el código de La Zona, la cual fue salir del campo de entrenamiento, sin autorización.
Nadie podía hacer eso porque en La Zona nosotros éramos demasiado importantes.
No podíamos salir sin permiso o la compañía de un guardia, por esa razón los pasillos siempre eran vigilados y sí alguien rondaba solo en ellos este era castigado.
El video no mostró al Sujeto Quince sufriendo reacciones o peleando contra un guardia de seguridad sino simplemente corriendo por los pasillos de La Zona como sí intentase buscar a alguien; eso me hacía pensar que realmente estaba contemplando a un idiota revisando los salones, baños y areas recreativas, como sí estuviese buscando a una persona que nadie veia excepto él, o al menos eso imagine cuando note que en el otro lado del pasillo apareció una chica pelirroja.
La Sujeto Dieciocho.
Recuerdo que cuando vi ese vídeo vez pensé que realmente estaba viendo una estupidez, incluso dije “cómo puede ser posible que alguien rechace la oportunidad de formar parte de La Zona por una desconocida”; quien diría que en ese momento no tendría mis recuerdos reales sino momentos alterados en los que vi al Sujeto Quince ignorarme en vez de las veces en que lo contemplé acompañando a la Sujeto Once, la única niña que sí vio ese lado humanitario que La Zona nos disfrazó con esos falsos videos que quizás estaban hechos con Inteligencia Artificial.
Tano quitó el video en cuanto llegamos a la parte en que ambos sujetos se encontraron diciéndonos que esa chica fue desterrada debido a que no estuvo dispuesta a sufrir por el bien de la humanidad y en lugar de eso eligió huir de su prueba, como una cobarde.
Eso provocó su destierro.
Viví creyendo esa mentira durante casi un año y por esa misma razón no creía lógico que Kai estuviese enamorado de la chica que ocasionó su expulsión.
Pero ahora que sabía la verdad entiendo que Kai fue expulsado porque eligió demostrarle humanidad a una niña inocente que merecía ayuda.
Y ese solo fue uno de los recuerdos que ahora venían a mi mente.
Instantes que contemplé siendo espectador o un agente durmiente.
Esos fueron los más dolorosos porque era yo quien lastimaba a los sujetos con mis habilidades telequinéticas y no tenía control de lo que hacía porque no era un ser consciente sino una máquina obligada a actuar de manera directa cada vez un guardía o doctor de La Zona me susurraba al oído la palabra “Traición”.
Ocho simples letras que conformaban una orden capaz de detener mi mente, como sí fuese la pausa de un videojuego.
No podía moverme, ni hablar.
Solo permanecía con los ojos abiertos, sin mostrar algún movimiento, como sí me hubiese convertido en un aparato preparado para obedecer sin responder; todo mientras que mi mente quedaba atrapada en un cuarto donde no había puertas ni ventanas, solo una pantalla reproduciendo imágenes cuyas formas y colores cambiaban al mismo tiempo que escuchaba una melodía chirriante.