Las tenues luces de Quentin iluminaban la lluviosa tarde casi noche de los pocos habitantes que aún no estaban resguardados en sus casas.
Una suave brisa soplaba de vez en cuando, en la oscuridad de la noche se podía vislumbrar la imagen de lo parecía ser una chica caminando con un paraguas transparente sobre su cabeza , en la lentitud de sus pasos se podía ver cómo mojaba sus zapatos en los pequeños charcos de agua ocasionados por la lluvia , se podía observar lo perdida que estaba en sus pensamientos casi nocturnos pues su mirada iba gacha observando sus propias pisadas en el suave césped del pueblo.
Un sonoro trueno que había causado que las gotas de lluvia fueran mas fuertes, la saco de su ensimismamiento.
Al alzar la mirada al frente en la distancia pudo notar unas luces parpadeantes en el interior del denso bosque, sin siquiera pensarlo dos veces , o al menos verificar que nadie la estuviera observando ,agilizó sus pasos en dirección a las luces.
Y justo cuando llegó a la entrada del bosque todo fue oscuridad no hubo más luces ni claridad.
La curiosidad le pudo y en lugar de retroceder dió un paso al frente dudosa de entrar o no, examinó sus alrededores pero todo seguía oscuro , dió un par de pasos más adentrándose al bosque, lo único que se escuchaba eran sus lentos pero constantes pasos y el ruido de algunos bichos del bosque.
Tanteó el bolsillo de su abrigo hasta encontrar su celular , inmediatamente encendió la linterna para iluminar pero no había nada, ni rastro de las luces que llamaron su atención.
Pensó en volver pero de la nada ,se escucharon unos lentos pasos , incluso más que los de ella, alterada y un poco asustada , movió su celular al lugar de donde se escuchaban los pasos y todo fue silencio otra vez ,no había nada más que árboles.
Extrañamente la lluvia paso a ser una simple llovizna.
En su persistencia y segura de haber escuchado algo, dió unos pasos más mientras iluminaba a su alrededor,observaba todo con cuidado.
De la nada sintió a alguien jaloneandole el paraguas de las manos, lo cual la asusto y le hizo volver su mirada al frente y ahí estaba la razón.
Editado: 01.12.2024